Rubén Castro dispara todas las alarmas en el Valencia
El delantero del Betis silencia Mestalla en el último minuto y le deja con cero puntos en tres partidos. El equipo de Ayestarán fue capaz de igualar un 0-2 con uno menos.
Athletic vs Valencia en directo
Fue Rubén Castro. Quién si no. Golpeó el primero y el último. Gracias a él el Betis ganó en Mestalla. Pasaron 30 años desde la última vez y ni uno más. En la prolongación y con sufrimiento, sí. Pero en parte porque así lo quiso el Betis, que fue marcharse Joaquín entre aplausos y dejarse llevar el resto de compañeros cuando iban 0-2 y jugando con uno más por expulsión de Enzo Pérez (50’). El Valencia se llevó un manotazo de los que duelen. Tres jornadas, tres derrotas. Vicecolista. Adiós efecto Mangala; adiós efecto Garay. Pero es lo que tiene no ponerse a jugar hasta la última media hora, cuando Ayestarán llamó a Munir y el resto de blanquinegros a la épica. Pero no hubo lugar a ella. Adán y el larguero les privó de la remontada y Rubén Castro del empate.
Fuera porque en Sevilla hace más calor o porque el Valencia está por hacer. O por las dos cosas a la vez. Sea huevo o gallina, lo cierto es que el Betis se metió antes y mejor en el partido. Prueba de ello las tres veces que los de Poyet pisaron el área de Diego Alvesen solo 40’. Brasanac se hizo el amo de la medular (el serbio es peleón y tiene criterio), Durmisi mareaba a Cancelo y Joaquín se sentía como en casa por Mestalla. Del gaditano nació la acción del 0-1 de Rubén Castro y suyo fue el 0-2 tras perfecto contragolpe. Lógico que Mestalla le aplaudiera aunque jugara para el Betis. Ovación por lo que fue y por lo que hizo ayer.
El Valencia no carburaba. Algún arreón de Gayà, que se retiró mareado (34ºC al caloret de Valencia son tela). También de Santi Mina y Rodrigo, sí. Pero sin constancia en sus llegadas. Por ello entró Medrán. Por ello y porque la medular ché hacía aguas. Pero llegó la expulsión de Enzo Pérez y cuatro minutos después el 0-2 de Joaquín tras un contragolpe de esos que Ayestarán tiene que revisar con los suyos una y otra vez. Una y otra vez.
Parecía que ahí se iba a acabar lo que se daba. Pero no. El Betis -para hacérselo de mirar también durante la semana- se dejó llevar y el Valencia, con la entrada de Munir, y liderados por Nani (aunque sin acierto, todo sea dicho), Parejo y, principalmente, Rodrigo (autor del 1-2) se metió en el partido e incluso llegó a empatarlo por obra de Garay tras primer remate de Munir a salida de un córner.
Restaban 12’ y Mestalla se vino arriba. Los suyos derrochaban energía y sacaban fuerzas que no tenían. El Betis, en esos minutos, no sabía si pedir la hora o directamente llamar a los bomberos. La tuvo Rodrigo, Munir y Nani. Pero Adán salvó a los suyos del 3-2. El tiempo transcurría y el calor hacía mella en los de Ayestarán (con uno menos desde el 50’, recordemos). Pero en su afán de consumar la remontada encontraron su penitencia.
Por ello y porque Cancelo pierde como lateral todo lo bueno que tiene en sus idas y venidas. Por la espalda del portugués apareció Rubén Castro y el canario dejó constancia por qué es a estas alturas el máximo goleador de la Liga Santander: porque es pillo, tiene olfato y define a la perfección. Lo dicho, a un Betis que tenía controladísimo el partido en el 70’ le acabó salvando Adán del 3-2 y Rubén Castro les brindó el 2-3. Respira Poyet; golpe de calor el que sufrió Ayestarán. Vicecolista.