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GRUPO A | ALBANIA 0 - SUIZA 1

Berisha, villano y tal vez héroe

Un error del meta, que luego mantuvo a Albania en el partido, y otra roja más de Velasco Carballo marcan el debut de los de De Biasi. Sommer salvó a los helvéticos del empate.
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Berisha, villano y tal vez héroe
Carl Recine

Debutante en una Eurocopa, el portero Etrit Berisha se movió a ambos lados de la débil línea entre la villanía y la heroicidad durante 90 minutos como 90 años. El meta de Pristina cantó de manera estrepitosa para marcar el estreno de Albania en un gran campeonato, escaparate de un inicio en el que quizá le pudieron los nervios al equipo de De Biasi. Extraña la inseguridad con la que amaneció su defensa, diezmada además por la expulsión del capitán Cana antes de que finalizara el primer tiempo. En medio de esa escena, Velasco Carballo: un español acostumbrado a la polémica internacional, con picos de protesta en otros torneos importantes como la Euro 2012 o el Mundial de Brasil.

Cinco minutos solamente tardaron los albaneses en recibir su primer gol en una Eurocopa. Luego, es verdad, Berisha se redimiría amargando al exrealista Seferovic tres manos a mano. El cancerbero mantuvo a su equipo a un gol de distancia, que pudo llegar sobre todo en los minutos finales, pero que no entró. El 1-0, en un torneo donde también se clasificarán los mejores cuatro terceros, puede ser mucho más importante de lo que parece... aunque en las crónicas de la derrota aparezca posiblemente mucho más grande su pifia que sus posteriores paradones salvadores.

No ha amanecido la Eurocopa como tiempo perfecto para los porteros. En el partido inaugural, el rumano Tatarusanu también había salido a por uvas para conceder el primer tanto francés, cabeceado por Giroud. Esta vez la testa la puso Fabian Schar, defensa que acumula cinco tantos de esta índole en los últimos dos años, que alivia con asiduidad a esta Suiza potente, una de las mejores de la historia, pero también incompleta: quizá le falte presencia y sobre todo eficacia en la punta de ataque.

Tiene poco gol esta selección de Petkovic, lástima de remate para una segunda línea rápida y creativa en la que percuten Dzemaili y Xerdan Shaqiri. Nacido como albano en Kosovo y emigrado de muy pequeño al país con el que juega, por Shaqiri pagó el Stoke City al Bayern el pasado verano 17 millones de euros. Tal dineral que no ha justificado en su primera temporada (tres goles), pero que el club inglés espera comenzar a amortizar tras esta Eurocopa.

El partido también estuvo marcado por la aparición ya no tan accidental de Velasco Carballo, cuya discutida segunda amarilla al capitán albano Cana acabó por desequilibrar la balanza minutos antes del final de la primera parte. Velasco, que también fue el primero en echar a un futbolista en la Eurocopa de Ucrania y Polonia de hace cuatro años, iguala asimismo a otro colegiado con tres rojas en campeonatos de este tipo, el galés Thomas. Abonados a la polémica.

Con hasta 14 albanos nacidos y/o crecidos en Suiza enfrentados sobre el césped, el foco iluminaba el duelo mayor entre dos hermanos de sangre que eligieron selección diferente. El talentoso Granit Xhaka y el mayor Taulant. Ninguno de los dos se arrogó un protagonismo especial ni hubo lugar a morbos como los de verles peleados encarnizadamente por una pelota. Granit, desaparecido en la primera mitad, se entonó algo contra 10 en el inicio del segundo tiempo. De sus botas salió uno de los buenos pases con los que Seferovic redimió a Berisha.

Cimentado en su portero, Albania fue valiente y acabó arriba con el orgullo de los corazones grandes, pero también con la inocencia de los que acaban de llegar. Sommer, que defendía la otra portería, apareció sin titubear y salvó la victoria suiza casi sobre la bocina deteniéndoles a Gashi y Sadiku los últimos arreones. La actuación del meta del Borussia, puntual pero sin fisuras, no admite los peros que se le pondrán a Berisha en la mañana balcánica.