La Liga de Suárez
Un hat-trick del uruguayo da en Los Cármenes la sexta Liga al Barça en los últimos ocho años. El Granada no puso oposición pese a querer dificultar la tarea a su adversario al no regar el césped y salir de inicio con cinco defensas.
El Barcelona no falló en Granada ganando por 0-3 y volvió a conquistar la Liga demostrando su superioridad en una década en la que ha ganado cuatro Champions y ha sumado seis títulos en los últimos ocho cursos. Toda una demostración de superioridad que podía tener la cereza del pastel dentro de una semana en la final de la Copa del Rey ante el Sevilla, lo que supondría el séptimo doblete en la historia de la entidad.
Pero esta Liga tiene un nombre propio que cambia la idiosincrasia del club en los últimos años, Hasta ahora, las Ligas del equipo barcelonista, a diferencia de lo que pasa con el Real Madrid, llevaban nombre de entrenadores: que si la Liga de Cruyff, la de H.H. las de Guardiola, las de Van Gaal o la de Tito. Esta vez, sin hacer de menos a un entrenador con un palmarés como el de Luis Enrique, el Barça debe bautizar esta Liga con el nombre de un jugador, cosa que no había pasado ni con Messi (al que se le reserva el nombre de una era), ni con Romário ni con Ronaldinho. La Liga que se conquistó este sábado en el Nuevo Los Cármenes es la Liga de Suárez. El uruguayo ha marcado 40 veces para que el Barcelona lograra este título y sus últimos tres goles fueron en el partido decisivo. Su temporada es tan descomunal que le valdrá no únicamente el Pichichi reventando los registros de Zarra y Hugo Sánchez, sino que le auparán a la Bota de Oro.
Ha sido el uruguayo el gran héroe blaugrana de una Liga que los barcelonistas disfrutarán doblemente. La tenían hace un mes en sus manos y quemaron un colchón que les obligó a apretar los dientes en las últimas cinco jornadas. Y ahí, Luis Suárez se erigió como el líder al que tenía que seguir la manada. Sus goles marcaron el camino y el uruguayo no se escondió jamás. Liquidó la última curva con tres goles que le dan al Barcelona el triunfo que le acredita como el dominador del campeonato en lo que llevamos de siglo.
Desde el principio del partido, el Barcelona tuvo el dominio del juego, pero la acción tenía dos escenarios. Uno dependía del Barcelona, el otro del Real Madrid, que jugaba en A Coruña ante el Deportivo y que fue el que dio primero. Marcó el Madrid en Riazor segundos después de que el colegiado del partido considerara que el balón cabeceado por Piqué fuera atajado por Andrés Fernández en la zona dudosa que habita entre la línea de gol y el interior de la portería. No se concedió el gol en Granada mientras Cristiano colocaba al Real Madrid como virtual líder a los siete minutos de jornada. Le tocaba de nuevo al Barcelona remar contracorriente.
No se puso nervioso el Barcelona. O por lo menos, se puso menos nervioso que un Granada en el que algunos de sus jugadores se excedieron en sus entrada a Neymar, especialmente.
A base de un fútbol de toque, el Barça acogotó a su rival y con un Neymar que volvió por sus fueros a pesar de los rumores de que había sufrido un pinchazo en el calentamiento, y un Alves que volvió a demostrar que es el mejor lateral derecho que ha pasado por el club, el Granada no podía hacer más que defenderse.
Suárez aprovechó una jugada espléndida en la banda izquierda entre Mascherano, Iniesta, Alba y Neymar para poner al equipo blaugrana rumbo al éxito. Antes del descanso, el propio Suárez marcó el segundo tanto, el de la tranquilidad, que colocaba al Barcelona a un palmo de la Liga tras una nueva jugada en la que Alves pudo partir en posición dudosa.
Por aquel entonces, el Madrid ganaba su partido por 0-2, pero el Barcelona daba la impresión de tener la situación más que controlada, cosa que se confirmo en la segunda parte con el tercer gol de un Suárez que de esta manera le ponía su firma a una Liga que el Barcelona tuvo que ganar dos veces. Y en las dos estuvo el uruguayo.