Alcácer y Cancelo golean y dan votos a Pako Ayestarán
Un Valencia desatado golea al Eibar y ratifica su mejoría desde la llegada del vasco. Tercera victoria seguida; portería a cero tras 24 jornadas y ascenso a la octava posición.
El Valencia se ha desatado. Anoche encadenó por primera vez su tercera victoria seguida y dignificó en algo su año colocándose octavo. Hasta dejó su portería a cero 24 jornadas después. Evidentemente lo que le faltaba era entrenador. Ayestarán seguirá o no. Eso lo decidirá Lim. Pero está claro que si hubiera puesto antes al técnico vasco, quizás le hubiese llegado a su equipo para meterse en Europa. Y ojo que se ha puesto a ‘solo’ seis del Sevilla. Este Valencia sabe a lo que juega, tiene un plan, y la liberación de haberse olvidado del descenso (y de Gary Neville) le lleva a que le salgan las cosas.
Sirva de ejemplo la actuación de Rodrigo, que amargó la velada a Juncá y Lillo y participó en los cuatro goles. O Alcácer, que tres meses después se reencontró con el gol y por partida triple. Su primer hat-trick en Liga. Acumular guarismos le viene al de ariete de Torrent que ni pintado, ahora que Del Bosque ultima su lista para la Eurocopa. Suma 13 goles este año.
El Eibar ni llegó a estar en Mestalla. Se notó que los de Mendibilibar llegaron con los deberes hechos. Nada le gustó al entrenador el partido. Defensivamente fueron unas madres, reflejo de ello fue el penalti cometido sobre Parejo a los diez minutos (que detuvo de primeras Riesgo), y, ofensivamente, un par de centros de Keko y una ocasión de Adrián. Nada más.
El penalti, cuyo rechace materializó Alcácer en el 1-0 y el resto de los goles llegaron por banda derecha blanquinegra, un carril que hicieron suyo Cancelo (preciosa su acción en el 2-0 y autor del 4-0) y el mencionado Rodrigo. Y pudieron ser más los goles que cayeran a favor de los locales (el travesaño, por ejemplo, evitó uno de André Gomes). Mestalla hasta acabó haciendo la ola. Desde luego que si la cosa sigue así en las cuatro jornadas que restan a ver quién le dice a Ayestarán que no se ha ganado continuar.