Soldado afina y el Málaga patina
El delantero, que no marcaba en Liga desde el 13 de diciembre, tumbó a su rival con un gol en el que Kameni debió hacer más. El Submarino afianza el cuarto puesto.Eibar-Málaga: LaLiga en directo
El Villarreal se ha acostumbrado a sufrir, a no perder (11 partidos invicto) y a ni siquiera encajar (otros 11). Y así, con esa madurez, acaricia el cuarto puesto como algo familiar. Tumbó al Málaga, otro de sus potenciales rivales directo, con la misma eficacia y seguridad que viene mostrando durante toda la temporada. Aunque con esta nueva piel haya perdido brillo. El gol de Soldado, repleto de rabia (no marcaba en Liga desde el 13 de diciembre) y con ayuda de Kameni, catapulta al Submarino hacia su objetivo dejando a estas horas al Sevilla a 11 puntos, al Athletic a 13 -con su bala de esta semana ya gastada- y al Celta a la misma distancia antes de su visita al Camp Nou. Al Valencia ya le ve por el retrovisor en miniatura.
El primer tiempo comenzó con un Villarreal enchufado. Como el de sus mejores tardes. Eléctrico en la creación y preciso en los metros finales. Víctor Ruiz y Musacchio se comieron a Charles. Bruno volvió a manejar a su antojo, repartiendo juego por fuera y enlazando a la perfección con la delantera por dentro, donde Baptistao y Soldado recuerdan que sonreirán en pareja como pocas en San Valentín. Soldado tuvo dos buenas ocasiones en los primeros minutos. Y no perdonó a la tercera. Su disparo, raso y seco, encontró la colaboración de Kameni en el 18' para hacer su cuarto tanto en Liga y disparar su motivación en una semana decisiva en la que el Nápoles medirá el verdadero potencial de este proyecto.
El Villarreal desarboló al Málaga en esa primera media hora, en la que pudo darle una estocada mortal. Ahora que está recuperando lesionados, no se atisba su techo. De nuevo una contra acabó con un gran pase al espacio de Soldado a la carrera de Jonathan que Kameni, esta vez muy acertado, desbarató. Ahí comenzó a crecer el Málaga tras tantas dudas en su defensa. Sabedor de que las opciones por entrar en Europa se agotaban y que el gran desgaste de su rival en la presión necesita de un respiro. El centro del campo de Gracia se escalonó mejor, tapó con más eficacia las vías a la espalda de Camacho y Tissone y por fin encontró a Juanpi, su mejor hombre allá escorado en una banda. Pronto, en un balón largo y peinado por Charles, Cop se plantó ante las barbas de Areola. Pero no acertó a superarle. Ahí pudo estar el partido. En la única concesión del Villarreal no supo sacar provecho. Y lo pagó.
Tras el descanso, el Málaga reapareció más sólido, con la pierna más fuerte que su adversario y con un dominio desconocido hasta el momento. Así llegó una buena ocasión de Juanpi. Al Villarreal se le vio demasiado cansado. Por eso Marcelino movió el banquillo en busca de más chispa. La encontró con Castillejo y Bakambu, aunque no el mando ni la claridad del primer tiempo. No le hizo falta. La mejor ocasión volvió a ser suya. Jonathan estuvo a centímetros de sentenciar. Menos mal que en defensa está exultante. El Málaga tampoco mereció mejor premio. Le faltó creatividad. Mejoró porque era fácil: comenzó muy flojo. Pero para estar en Europa hace falta otra alegría. Se aleja del sueño justo antes de recibir al Madrid.