Gameiro y Juan Muñoz entregan al Sevilla un trabajado triunfo
El galo abrió el marcador ante el Stade de Reims y se marchó lesionado. Krohn Dehli y Rami brillaron. Konoplyanka avanza en su adaptación.
Mejorada versión del Sevilla para vencer al Stade de Reims un día después de caer ante el Werder Bremen. Los goles de Gameiro y Juan Muñoz otorgaron un trabajado triunfo en el que Emery volvió a rotar piezas colocando esta vez a Konoplyanka como titular. El ucraniano no encuentra la veloz adaptación al juego de sus compañeros y se perdió entre la poca intensidad de algunos tramos del duelo, aunque el equipo nervionense fue superior en ideas y eficacia a un equipo galo inocente. Más allá de las sensaciones, el Sevilla se marcha de tierras galas con la preocupación del estado físico de Kevin Gameiro, que se retiró en el primer tiempo con molestias un instante después de abrir el marcador.
Krychowiak, homenajeado por su ex equipo antes del duelo, compartió medular con Krohn Dehli. El danés brilló con algún pase magistral y una buena salida de balón, aunque su posición sigue siendo un misterio debido a los riesgos que asume desde atrás. Rami tiró de contundencia en muchos cruces y Mariano dejó gratas sensaciones subiendo por el lateral derecho con determinación y recursos. Los mismos que sigue luciendo Tremoulinas. Tras una buena recuperación cerca del banderín, el galo lanzó un buen centro al que se anticipó Gameiro en el primer poste para anotar el primer tanto del duelo. Conexión gala en tierras francesas.
Krohn Dehli pausó el juego y Konoplyanka pidió verticalidad. No encara aún las veces que quisiera y eso condiciona sus movimientos en un equipo con muchos jugadores de toque. Más cómodo se encontró el canterano Cotán, que lució su capacidad para unir líneas y se asoció bien con Carlos Fernández. Tras la marcha de Gameiro, lesionado, fue Juan Muñoz el que tomó su lugar en punta y no tardó en recibir un regalo de Konoplyanka para anotar el segundo. El Stade de Reims, liderado por un intenso Moukandjo, se topó con la eficacia sevillista como freno a su aceptable orden táctico.
El segundo tiempo fue un escenario de pruebas. Rami aguantó todo el partido y chocó con todos sus rivales dejando claro que en el cuerpo a cuerpo no tiene miramientos. Reyes entró en escena y Konoplyanka fue relevado tras minutos de menor labor física. Carriço, que entró en la medular, erró en un balón aéreo y permitió que Kyei pudiera acortar distancias al definir bien ante la estirada de Beto. El portero luso salvaría más tarde las tablas con dos paradas meritorias cuando el conjunto galo ya se imponía a nivel físico a un Sevilla demasiado pausado. Immobile entró en juego y sólo pudo ensayar contadas carreras en desmarques sin destino mientras el Stade de Reims, empujado por su afición, cerraba el choque con acometidas que no encontraron su fruto.
La mejoría del Sevilla invita a la esperanza a poco para la Supercopa de Europa. De reojo, eso sí, coloca su mirada en un Gameiro que encience las alarmas en el ataque.