CELTA - BETIS
Calderón no resucita al Betis, que cayó ante un buen Celta
El Betis se adelantó con gol de Rubén Castro, que también cerro el marcador. Pero el Celta sentenció con goles de Orellana (2), Charles y Nolito.
El antídoto de Humberto Calderón no causó efecto en un Betis que continúa en la UVI y con dramáticas perspectivas de cara al futuro. La puesta en escena de los verdiblancos fue esperanzadora en los primeros minutos. De inicio, un fuera de juego inexistente abortó una peligrosa acción de los béticos que acabó en gol. Instantes después Rubén Castro aprovechó un buen centro de Juanfran para poner tierra de por medio ante un Celta que salió despistado. No obstante, su reacción fue demoledora. Rafinha, Charles y Orellana sacaron su magia y dieron la vuelta a encuentro en un abrir y cerrar de ojos. El chileno empató de cabeza tras un genial centro del hijo de Mazinho y Charles culminó la remontada tras otro gran servicio desde la derecha, en este caso de Hugo Mallo. Una nueva acción desde el costado diestro celeste, ante un Nacho desconcertado, encarriló el encuentro antes del descanso. Mallo centró, la defensa bética se hizo un lío y Charles le regaló el gol a Orellana.
La cara de los jugadores verdiblancos era todo un poema en la retirada al túnel de vestuarios. El Celta sólo tuvo que apretar un poco el acelerador para cambiar el rumbo del encuentro. A pesar del duro varapalo, los sevillanos salieron en la reanudación con las pilas cargadas dispuestos a luchar por una remontada heroica. Castro y Sevilla no tuvieron puntería en las primeras jugadas del segundo tiempo y el ataque celeste se frotaba las manos con los espacios generados en defensa. Álex perdonó antes de que Nolito sentenciara el duelo tras otro buen pase de Charles.
Con el peligro de sufrir una goleada escandalosa, el Betis tiró de orgullo. Un fallo defensivo de la defensa viguesa y de Yoel provocó el tanto de Rubén Castro. Era demasiado tarde. Sin embargo, continuaron los de Calderón intensificando sus acciones en ataque y Yoel tuvo que emplearse a fondo para evitar el hattrick de Castro. En los últimos minutos, los nervios se apoderaron de algunos jugadores. Sevilla se jugó la segunda amarilla y Cedric vio la roja directa.