En los penaltis echó Argentina a la basura un partido eléctrico, que siempre mereció ganar pero que perdió por su falta de un matador arriba y porque después falló en los penaltis. Brasil, que no se ha traído mucho más que un gran rematador, Adriano (siete goles, máximo anotador), se lleva el título a casa con el que decían era su equipo B. Cuando pongan el A, con Ronaldo y Ronaldinho, no les para nadie.
Como si entre tanta táctica y tanta cabeza de Bielsa hubiera encontrado la albiceleste el corazón, Argentina sacudió a Brasil todo el partido, debió ganar a los puntos si el fútbol fuera boxeo. Era puro pundonor Tévez, Rosales y Luis González, sobre todo Lucho, que provocó a los 20 minutos un penalti de Luizao que transformó Kily González, el zurdo ex del Valencia. Lucho estuvo a punto de embocar el segundo en una gran jugada, cuyo disparo abortó Julio César con una no menos meritoria parada.
¿Brasil? Avasallada por un equipo con ritmo europeo, con Renato, al que ha fichado el Sevilla y al que Caparrós deberá meterle el demonio de su equipo en el cuerpo, perdido entre la fuerza de Mascherano y la lucha de Luis González y Tévez. Era poco Brasil, aunque decir poco es decir Adriano, el potentísimo interista, lo que es decir mucho algunas veces. Adriano provocó un semipenalti de Ayala (sacó el balón, parece) y otro semipenalti porque esta vez hubo falta de Heinze seguro, pero no se sabe si fue dentro o fuera del área. Adriano, también, fue el que se inventó la falta que dio lugar al empate de Brasil, sin merecerlo, sí, pero siempre Brasil. Luizao se redimió de su penalti con un cabezazo dentro. La falta había sido botada con precisión por el preciso Alex, en una de sus pocas apariciones, pero decisiva.
Fue un gol psicológico, porque se acababa la primera parte con él, pero sin saber si le afectó a Argentina en la cabeza, lo que es seguro es que no lo hizo con su corazón. Momentos después de arrancar el segundo tiempo, Tévez malogró un gol hecho mandando al palo un balón a tres metros de Julio César, se echó las manos a la cara y bien se podría haber autoabofeteado por el tremendo fallo.
Argentina era todo. Ayala, avanzado en un córner, metió en el área un balón que no remató nadie de milagro; luego fue él que el remató de cabeza, pero fuera. Zanetti también mandó a la calle un buen servicio de Tévez y Bielsa recurrió a Delgado con la munición apagada. El gol de éste parecía matar el partido pero llegó ese poco, ese mucho, Adriano, metió un golazo y dejó el partido en la lotería desgraciada para los perdedores que son los penaltis.
Blatter estudiará el calendario unificado
El presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, anunció en Perú que en octubre arrancará el estudio para armonizar el calendario del fútbol a nivel mundial, lo que tendrá una solución final en el congreso del próximo año: Será para permitir que se proteja a los jugadores y para que se entiendan los clubes y las selecciones.
El Cóndor peruano despidió el torneo
Sobria y emocionante ceremonia de Clausura en Lima con un grupo de doce niños con las banderas de cada uno de los países participantes en la competición que abrió la ceremonia a los sones del Cóndor pasa, el tema emblemático de la cultura peruana, que canta la majestuosidad de este ave, la más grande del mundo. Uno de los pequeños, representante de esta Copa América dedicada a la infancia, con el patrocinio de UNICEF, pronunció un discurso en el que afirmó que en este torneo todos ganamos y pidió vivas al fútbol y el deporte.
