El Príncipe Harry se disculpa con Canadá por usar una gorra de los Dodgers durante la Serie Mundial
“El escándalo de la gorra”, así denominó el Príncipe Harry este hecho, donde se disculpa ante los canadienses por haberse puesto una gorra de los Dodgers en la Serie Mundial.
El Príncipe Harry protagonizó un episodio inesperado en el mundo del béisbol, ya que fue visto con la gorra de los Los Angeles Dodgers, equipo rival de Toronto Blue Jays, la única franquicia canadiense en la MLB. El malestar entre aficionados del norte no tardó en manifestarse dentro de las redes sociales, causando todo un alboroto.
Durante una visita a Toronto, en el marco de los actos del Día del Recuerdo, Harry se dirigió al público canadiense y reconoció públicamente su error: “En primer lugar, me gustaría pedir disculpas a Canadá por llevar la gorra puesta” dijo. En tono de autocrítica y con un toque de humor, añadió: “Estaba bajo presión. No había muchas opciones”.
Prince Harry issued an apology to Canada for wearing a Dodgers hat to Game 7 of the World Series in Toronto.
— Yahoo Sports (@YahooSports) November 7, 2025
The Duke and Duchess of Sussex are former residents of Toronto and King Charles III is Canada’s head of state. However, the royal couple attended the game at the… pic.twitter.com/8vDTpUv2XD
Príncipe Harry pone fin al “hat gate” con una disculpa
El trasfondo va más allá de un simple accesorio, ya que, al colocarse la gorra de los Dodgers en un partido donde el rival era canadiense y, siendo él parte de la familia real británica (el monarca británico también es jefe de Estado de Canadá), se interpretó como una falta de lealtad hacia el país anfitrión. Por ello, el príncipe buscó recomponer la imagen ante las cámaras de CTV y se quitó la gorra de los Dodgers, poniéndose una de los Blue Jays prometiendo: “Voy a llevar esto puesto a partir de ahora para asegurarme de no volver a cometer esos errores”.
Y para rematar, con cierta melancolía, reconoció lo que muchos canadienses sintieron: “Lo siento mucho por el público canadiense. Estoy devastado por la derrota de los Blue Jays, pero ¡adelante, Jays!“.
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El incidente, más que un simple desacierto de vestuario, dejó en evidencia cómo un partido de béisbol y una gorra pueden disparar reacciones de identidad, pertenencia y diplomacia. En unos días donde el mundo deportivo estaba pendiente del campeón, la historia del Príncipe Harry y su elección de gorra le dio un giro muy poco deportivo, muy real y con sabor a disculpa de estadio.
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