La vida de Christian Gray después de Boca Juniors
La gran historia del Mundial de Clubes fue la del profesor neozelandés, cuyo gol casi milagroso dejó fuera a Boca Juniors. Próximo a regresar a clases, habló en exclusiva con AS para rememorar su hito.


Christian Gray no sabía que iba a jugar el partido más importante de su vida hasta el día antes. Sólo había disfrutado 10 minutos del Mundial de Clubes hasta entonces. Suplente en la descomunal goleada del Bayern Múnich; su entrenador, Paul Posa, lo colocó en el campo de juego al 80′ para los últimos compases del duelo frente al Benfica. El Mundial de Clubes era un sueño incompleto para Christian.
Estaba muy emocionado. El sentimiento entre los compañeros era que no teníamos nada que perder. La actitud era de salir y mostrar lo que somos capaces de hacer. El día del partido sabía que iba a haber un buen ambiente con los aficionados de Boca Juniors. Sabíamos que iba a ser un partido divertido para jugar. Sabemos lo grande que es Boca y la gran oportunidad que era jugar contra ellos. Sí estaba un poco nervioso. Nunca había jugado contra equipos de esa magnitud.
Hacía mucho calor. 31°C en Nashville. La bocanadas xeneizes. Los oceánicos cánticos bonaerenses. El azul y oro mezclaba con las gradas aurinegras del Geodis Park, aquella pequeña réplica de la Bombonera insertada en plena capital del country, donde también cabía el tango.

Sabía que iba a ser un partido muy duro. En estos torneos tienes que defender mucho. Sabía que iba a estar muy ocupado todo el tiempo, proteger nuestra meta. Una vez empezó el partido, el sueño empieza y estás en ‘el momento’.
Minuto 51. Tiro de esquina por la punta de la derecha. Un furtivo y casi milagroso córner para Auckland City, apenas el segundo en todo el partido. Jerson Lagos, al cobro. El fondo esplendoroso y los trapos xeneizes en bamboleo. Es La Boca o Nasvhille. Balón por alto, la curva cae preciosa justo sobre los límites del área chica, de frente al marco de Marchesín, precisamente donde Christian y Battaglia libran una escaramuza para ganar un centímetro. Encadenados a los brazos del otro. Ambos saltan a la vez, Battaglia sobre el lomo de Christian, pero el neozelandés logra arquear su torso para mantener la vertical. Un cabezazo imposible. Gray ve hacia la línea de banda antes de contactar la pelota con el parietal volteado y el torso apunta hacia su portería. Marchesín sólo vio la pelota cuando anidaba en un recoveco. El gol más grande en la historia del fútbol neozelandés de clubes.
No festejé mucho. Tiene que ver un poco con mi personalidad. Es relajada y tranquila. Me lo tomé así. Estuve hablando sobre celebraciones del gol esa mañana, durante el desayuno, con algunos de mis compañeros, y nos reímos mucho cuando les dije que si anotaba saldría corriendo hacia la media cancha o al tiro de esquina. Lo veíamos distante. No sé qué hacer cuando anoto, es la verdad. Cuando ocurrió hubo un poco de incredulidad, quizá algo de sorpresa. Al momento en el que me di cuenta de lo que había hecho, mis compañeros ya me habían agarrado y alzado. No pude llegar hasta el tiro de esquina.
- Además, no sueles hacer demasiados goles, ¿no? Tienes cinco o seis goles en toda tu carrera, así que entiendo que no te lo hayas creído...
Sí, es mi sexto gol en mi carrera de cuatro años con Auckland. No anoto muy seguido, pero siempre que veo un espacio al frente, en un tiro de esquina, siento que es una oportunidad para que un defensa como yo pueda anotar. Cuando uno está en la defensa siempre desea que haya una oportunidad para anotar, pero no pasa muy seguido.

…
La vida no le ha cambiado demasiado a Christian después de convertirse en el personaje más popular del mundo-fútbol de un momento a otro con su gol pedagógico. El docente que eliminó a Boca Juniors.
Aparte de la atención, nada es muy distinto. He vuelto al trabajo de la universidad, he estado muy ocupado esta semana. Así que todo ha vuelto a la normalidad, a mi rutina ocupada de siempre.
Christian es estudiante, profesor, entrenador de fútbol colegial y, en sus ratos libres, jugador del campeón de la Liga de Campeones de Oceanía. Y azote del gigante argentino. El zaguero está en entrenamiento para convertirse en un profesor de Educación Física con licencia por la Universidad de Waikato. En paralelo, imparte clases de la misma asignación en la Auckland Grammar School. Como es periodo vacacional en Nueva Zelanda, Christian no se ha encontrado con sus alumnos y compañeros profesores tras el gol en Nashville. Quizá le reciban calurosamente el próximo lunes, cuando inicie el nuevo curso, pero a Christian, parco y sereno, no le interesa mucho: “He recibido muchos mensajes de otros maestros y están muy felices por mí. Los estudiantes sé que también lo están, porque son grandes aficionados al fútbol y aman al deporte”.
Soy profesor de educación física. Mucho de lo que planifico es práctico, jugar el deporte. También me enfoco en la salud. Tengo dos clases al momento: para chicos de 14 y 15 años. Soy nuevo, sigo aprendiendo, estoy en entrenamiento, pero espero que les gusten mis lecciones. Espero que me vean como alguien que les esté ayudando.
No hay herramienta pedagógica más eficaz que el predicar con el mejor ejemplo. Ningún alumno podrá cuestionar sus métodos ahora.

…
Christian ha encontrado una vida, y la furtiva fama mundial, en el fútbol por herencia. Su padre, Rodger, fue capitán y seleccionado nacional, todo un All White. Pero el rugby llamó a la puerta durante su infancia, como a la de todos los niños neozelandeses.
Mi abuelo también jugó fútbol. Obviamente ambos tuvieron una gran influencia en mí. También jugué rugby y cricket cuando era más joven, jugué varios deportes. No fue hasta que tenía 13-14 que el fútbol se apoderó de mí. De todos ellos, era mejor en el fútbol, por eso continué jugando. Siempre me gustó mucho el rugby, y todavía.
Ahora, la exposición en el Mundial de Clubes le ha abierto una puerta a Christian.
Sí, Jugar el Mundial del año que entra sería realmente genial. Creo que llegar a la selección tienes que jugar para un equipo profesional. En Auckland (City) somos amateurs, no lo hacemos como un trabajo. Pero sí, sería un sueño. Si esa oportunidad llega, la tomaría con ambas manos. Pero también estoy enfocado en mi carrera dentro de la enseñanza. Veremos qué pasa.
- ¿Considerarías comprometerte al profesionalismo y dejar tus demás actividades para llegar a los All Whites?
Si una oportunidad aparece, definitivamente lo consideraría, claro.
- Para tus compañeros también pudo ser un gran salto adelante en sus carreras, ¿no?
Para mí, fue sólo un partido, pero como equipo creo que tenemos mucha calidad. Muchos de los muchachos son capaces de tomar el siguiente paso y ser profesionales. Otros ya han estado ahí antes, por diferentes razones salieron de esa oportunidad. Después del resultado, algunos de los chicos podrían incursionar en el fútbol profesional.

…
El esquema racional de Christian no le permite adelantar vísperas.
Este año ha sido mucho sobre el Mundial de Clubes. Es algo que esperamos por cuatro años. No he pensado mucho sobre qué viene después. Por mi entrenamiento como profesor, también ha sido un año muy ocupado.
Fue una gran experiencia. En este torneo pude jugar con algunos de los mejores del mundo, leyendas del juego. Fue una experiencia que los chicos amaron y quieren que vuelva a pasar. Son los mejores del mundo por una razón, tienen mucha clase. Sabíamos que íbamos a tener que defender a un nivel muy alto porque son de la élite.
Pero lo que quedó, entre el permiso laboral, su inverosímil historia viral y su improbable gol utópico, fue el sueño. El sueño más salvaje.
Fue una montaña rusa. Hubo muchas bajas y momentos duros, pero finalizamos con una nota alta. El club, después de los primeros resultados, aunque estábamos jugando con los mejores del mundo... estábamos heridos. Volver de la forma en la que lo hicimos… estamos felices. Nuestras expectativas eran perder los tres partidos de forma cómoda. Lo que hicimos en el último partido fue una buena forma de terminar por todo lo alto y de sentirnos orgullosos.
…
Noticias relacionadas
Christian Gray no sabía siquiera que iba a jugar el partido de su vida. Tampoco sabía que los hinchas de River Plate ya lo homenajean con un coreo que contiene algo de sorna y un poco de admiración. El académico goleador: “Es genial (risas). No tenía idea, pero tuve muchísimos mensajes de apoyo y muchos venían de aficionados de River”.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí
Rellene su nombre y apellidos para comentar