Travis Kelce soñaba con jugar para uno de los peores equipos de la NFL

Travis Kelce es un icono, no solo de la NFL, sino de la cultura pop gracias a su relación con la cantante Taylor Swift. Ahora, el tight end de los Kansas City Chiefs habló con la revista GQ y reveló el equipo para el que quería jugar antes de convertirse en profesional.

El nacido en Westlake, Ohio, el 5 de octubre de 1989 confesó que antes de ser elegido por los Chiefs en la tercera ronda del Draft se entrevistó con Rob Chudzinski, el entonces head coach de los Cleveland Browns, y le dijo que moriría por jugar para ellos.

“Lloré en la oficina de Chud y dije: ‘!Me moriré por esta ciudad, joder!’”, dijo Kelce. “Estaba literalmente llorando. Dije: ‘Lo siento, me estoy emocionando. Crecí al final de la calle. Joder, haría cualquier cosa para jugar para los Cleveland Browns’. Me miró como si estuviera loco. No creo que nunca hubiera visto a alguien que derramara sus emociones”.

El problema estuvo en que Cleveland nunca tuvo la oportunidad de reclutar a Kelce. Los Browns reclutaron a Barkevious Mingo con la sexta selección de la primera ronda, pero no tuvieron un pick en la segunda ronda porque tomaron a Josh Gordon en el draft suplementario de 2012. Los Chiefs tenían los ojos puestos en el tight end de la universidad de Cincinnati y se lo llevaron con el primer puesto de la tercera ronda. El equipo de la AFC norte tuvo la sexta de la tercera vuelta y sin Kelce en la tabla se llevaron al defensive back Leon McFadden.

Además, los Browns eran el peor equipo de la época. De 2008 a 2013, Cleveland no logró ganar más de cinco juegos por temporada y la situación de quarterback era horrible con titulares como Derek Anderson, Brady Quinn, Colt McCoy, Brandon Weeden, Jason Campbell y Brian Hoyer.

Kelce saca lo peor de sí mismo en el campo

El 10 veces al Pro Bowl también explicó que saca lo peor de sí mismo dentro del campo de juego. El veterano de 12 campañas ha tenido exabruptos con rivales, como Justin Tucker, y con compañeros, como Jack Cochrane.

“Saco toda mi energía negativa cuando juego futbol americano”, dice. “Cuando estoy ahí fuera en el campo, puedo golpear a alguien, puedo hablar mierda. Ahí es donde está el lado más malo de mí o el lado malo de mí”.

Durante su último partido oficial, la derrota en el Super Bowl LIX, Kelce fue más recordado por su altercado con el head coach Andy Reid que por su desempeño en el Caesars Superdome, pero el tight end y el entrenador aseguraron que eso fue algo dentro del juego y le restaron importancia.

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