NFL

¡Por fin! Llegaron los picks de la Semana 9 de la NFL 2025

La revancha del Juego de Campeonato de la AFC del año pasado eclipsa el noveno domingo de la temporada

Josh Allen tiene marca de 4-1 en temporada regular contra Patrick Mahomes.
GRANT HALVERSON
Ariel Velázquez
Especialista en periodismo deportivo con vocación en investigación y en artículos de largo aliento.
Estados Unidos Actualizado a

Alguna vez creí que ver era suficiente. Que lo que veía con mis ojos era verdad. Bastaba mirar algo para convencerme de que el hecho sucedía. Bastaba con estar ahí. Pero hoy, los ojos ya no me alcanzan. En la era de la inteligencia artificial y las vidas editadas, lo que parece verdad puede ser apenas una buena versión de lo falso.

Soy corredor desde hace más de una década. De lunes a viernes salgo a las calles a trotar entre 15 y 20 kilómetros. Es mi rutina, mi terapia. Es el momento del día donde mantengo las piernas en ritmo en medio de una íntima conversación con el asfalto. Durante este tiempo he visto pasar autos, modas, gobiernos, tormentas y lesiones. Pero pocas veces me había sorprendido tanto como enterarme que ahora también se puede fingir correr.

Se llama Fake My Run y es una aplicación descrita como “un hito en la innovación perezosa”. En unos cuantos pasos, esta tecnología permite generar carreras falsas con ruta, ritmo, altimetría y calorías consumidas. Todo perfectamente listo para presumirse en nuestras redes sociales. Tal como si lo hubieras hecho con tu propio sudor, pero reducido a unos cuantos clics. Y si eso no alcanza, hay un mercado de personas que pueden salir a trotar por ti y son conocidos como mulas. A cambio de una tarifa, un corredor toma la calle con tu cuenta de Strava conectada a su celular o reloj para recorrer la distancia que le digas con el ritmo que quieras. Todo para que al final de su desempeño, tú puedas mentir en redes sociales. Pagas por el esfuerzo de otro, pero tú cobras los aplausos. Una especie de dopaje moral con GPS incluido.

Ahí entendí que el problema no es la tecnología, sino la necesidad de ser vistos. El ego también corre, y suele hacerlo más rápido que el cuerpo. A veces llega antes a la meta, se cuelga la medalla y publica la foto. Entonces, ¿qué queda de auténtico en un mundo donde la autenticidad se puede falsificar con un clic o con una transferencia?

Al final, la sospecha de la trampa nos alcanza a todos. No importa si se corre por vanidad o por millones, si se hace en una calle vacía o bajo los reflectores de una liga profesional.

A finales de la semana pasada, en la NBA estalló un escándalo de apuestas que se extendió hasta partidas de póker arregladas. En las Grandes Ligas, Emmanuel Clase, el cerrador más dominante del juego, sigue bajo investigación por juegos amañados. Y mientras tanto, la NFL vivió una semana tan extraña que parecía escrita para alejarse de la polémica.

Después de que la liga presumió el inicio de campaña más cerrado de la historia con decenas de partidos definidos en los últimos segundos, la Semana 8 rompió con la tendencia. De un domingo al otro, los marcadores de un sólo punto de diferencia se transformaron en paliza. A excepción de los Jets, que lograron su primera victoria del año al vencer 39-38 a Bengals, los otros 12 ganadores lo hicieron aplastando al rival.

Y ahí aparece la pregunta que me persigue desde hace días: ¿qué es real? En el deporte, en las redes, en la vida. Todo parece tener un doble. Una versión editada, un dato maquillado, un marcador que ya no sabemos si celebrar. Lo que antes nos conmovía por imprevisible ahora nos confunde por improbable.

Correr y los deportes eran los últimos refugios de la autenticidad. Un territorio donde uno dependía sólo de su cuerpo, de su esfuerzo, de su capacidad de resistir. Pero incluso ese refugio se está filtrando. Lo que vemos en el campo ya no siempre es lo que pasa. Lo que parece una remontada puede ser una narrativa diseñada. Lo que creemos emoción puede ser manipulación.

Todo se ha vuelto un acto de fe. Ya no se trata sólo de quién gana o quién miente, sino de cuánto nos queda por confiar.

Quizá la verdadera trampa no está en el resultado de un partido profesional, sino en creer que no formamos parte de ella.

Juego de la semana

Chiefs (-1.5) en Bills:

Esta semana los relojes parecen ir más rápido en Buffalo. El frío, el viento y un poco de lluvia estarán presentes el domingo en el Highmark Stadium, un inmueble que vive sus días finales. La ciudad respira un aire de revancha. Los Bills reciben a los Chiefs, un equipo que ha sido el causante de sus más recientes dolores.

Josh Allen y Patrick Mahomes se enfrentan una vez más, la novena vez incluyendo la postemporada. Buffalo ha ganado los últimos cuatro partidos de temporada regular contra Kansas City, pero la historia reciente de los playoffs le recuerda que los Chiefs saben cobrar cuentas pendientes. Fue en el Juego de Campeonato de la AFC 2024 donde Kansas City volvió a demostrar que se queda con los juegos importantes al ganar 32-29 en una tarde que todavía duele en los rincones de la memoria de los aficionados. Para Buffalo, cada snap es la posibilidad de equilibrar la balanza.

Ambos equipos están entre los cinco primeros en ofensiva de la liga. Los Bills promedian 382.9 yardas por partido y los Chiefs 378.3. Sus defensas, lideradas en yardas de pase permitidas, prometen un tiroteo. Josh Allen llega con la historia de 46 partidos con al menos un pase y un touchdown terrestre, un récord que lo coloca por encima de Cam Newton. Mahomes, por su parte, tiene la posibilidad de igualar a Dan Marino con 47 partidos con tres pases de touchdown en sus primeras nueve temporadas. Dos figuras que podrían definir no sólo el partido, sino capítulos enteros de la historia moderna de la NFL.

El ambiente en Buffalo no es sólo de expectativa, es de reivindicación. La ciudad ha visto partidos que se deciden por un punto y otros que terminan en palizas, pero siempre con la sensación de que lo que se juega aquí trasciende el marcador.

El domingo no será distinto. Será un enfrentamiento de ofensivas, un duelo de historias personales y colectivas, un escenario donde la memoria pesa y donde Buffalo buscará convertir saciar su sed de venganza.

Chiefs 27-30 Bills

Picks en pocas palabras

Ravens (-7.5) en Dolphins: Lamar Jackson vuelve de su descanso forzado por el isquiotibial justo cuando los Ravens arrancan una gira de tres partidos fuera de casa sin margen de error. Ravens 27-24 Dolphins

Bears (-2.5) en Bengals: La secundaria de los Bears parece un queso suizo. Joe Flacco ya se frotó las manos y va a lanzar con gusto. Bears 30-33 Bengals

Broncos (-1.5) en Texans: La defensiva de Houston es buena, pero la de Denver es elite y acumula 36 sacks. Broncos 27-20 Texans

Chargers (-9.5) en Titans: Los Titans siguen sin ganar en casa y han recibido más puntos que un examen de matemáticas. Chargers 27-10 Titans

Colts (-3.5) en Steelers: Pittsburgh ha dejado pasar más de 30 puntos en sus últimos dos juegos, sin embargo en estas situaciones se crecen. Colts 24-30 Steelers

49ers (-2.5) en Giants: Jaxson Dart tiene un récord de 2-0 en casa como titular, 49ers está más golpeado con Rocky Balboa, pero tienen corazón de guerreros. 49ers 21-20 Giants

Vikings en Lions (-9.5): Los Lions en casa son como un café cargado: despiertan y no se detienen. Han ganado los últimos tres partidos por 10 puntos o más y no parece que vayan a aflojar. Vikings 20-34 Lions

Panthers en Packers (-11.5): Los Packers son para muchos el mejor equipo de la NFC de la actualidad, para mi también. Panthers 13-24 Packers

Falcons en Patriots (-5.5): Los Patriots parecen haber activado la máquina del tiempo y vuelto a los días de Brady. Drake Mayer está construyendo su propio imperio, mientras los Falcons intentan no perder la cabeza. Falcons 17-27 Patriots

Jaguars (-3.5) en Raiders: Los Raiders sólo han anotado 103 puntos en la temporada. Jaguars 24-16 Raiders

Saints en Rams (-13.5): Los Saints llevan tres derrotas seguidas de más de 12 puntos. Contra los Rams, va a ser como intentar atrapar agua con las manos. Saints 13-30 Rams

Seahawks (-3.5) en Commanders: Sin Jayden Daniels, los Commanders se ven como un barco sin timón. Seahawks 24-13 Commanders

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Cardinals en Cowboys (-2.5): Dallas es un enigma como su propietario Jerry Jones. Es difícil de creerles, pero en casa mostrarán respeto por sus fans. Cardinals 17-30 Cowboys

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