¡Por fin! Llegaron los picks de la Semana 4 de la NFL 2025

El domingo pasado repetí un ritual compartido por millones: sofá, televisor, una montaña de nachos y ríos de Coca-Cola light, porque el autoengaño calórico también es parte del juego. Ese banquete de estadio casero fue parte de la maratónica jornada de la National Football League, donde uno puede pasar de la euforia a la frustración con la misma velocidad con la que un pateador manda un balón entre postes… o lo falla.

En Filadelfia se jugó uno de esos partidos que pesan más en la moral de las ciudades que en los standings. Rams contra Eagles, revancha de los playoffs 2024. Y cuando el guion parecía listo para que Los Ángeles sellaran su victoria con un gol de campo agónico, apareció Jordan Davis, un liniero defensivo de 156 kilos de peso que desafió la lógica y las leyes del juicio ajeno. Davis capturó la atención al bloquear el balón y correr con él como si hubiera robado un Huevo Fabergé.

La jugada está ya tatuada en la memoria de este inicio de temporada. Davis no sólo bloqueó el intento, lo tomó como si fuera su almuerzo y corrió campo abierto hasta la zona de anotación. Filadelfia ganó 33-26 y mantuvo su invicto. Pero más allá del marcador, el liniero defensivo de los Eagles nos recordó algo que olvidamos con frecuencia: nada es imposible, sobre todo cuando se carga con etiquetas que no hacen justicia al talento.

Ese hombre que parecía demasiado grande para correr, registró 4.78 segundos en las 40 yardas en el Combine y alcanzó picos de 30 kilómetros por hora el domingo en el Lincoln Financial. Que no nos engañen los números de la báscula. Un cuerpo no determina los límites de la proeza. Lo digo con conocimiento de causa. Hoy peso 65 kilos y me disfrazo de maratonista keniata, pero hubo una versión mía que superaba los 100 kilos y aún así soñaba con llegar al touchdown. Por eso, cuando vi a Davis cruzar el campo como si se tratara de Saquon Barkley, recordé que todos tenemos una parte imposible esperando a ser mostrada.

Nos gusta juzgar. Miramos el volumen y dictamos sentencia: “ese no puede correr, ese no puede ganar, ese no puede lograrlo”. Hasta que lo hacen. Babe Ruth, Andy Ruiz, Shaquille O’Neal, Butterbean y ahora Davis son algunos ejemplos. Desafiaron etiquetas y escribieron historia con el peso como estigma y también como arma.

Lo curioso es que mientras esa jugada me robaba el acierto de mi pronóstico más importante de la semana y de paso imaginaba el sufrimiento de mi amigo Ramón Treviño, único fan que conozco de los Rams, también me entregaba una enseñanza. No importa cuántos nachos acumules, ni cuántos kilos hayas cargado o perdido en tu vida, siempre habrá un momento para demostrar que lo imposible se queda corto cuando decides desafiarlo.

Juego de la semana

Ravens (-2.5) en Chiefs:

A veces las grandes carteleras pierden brillo, pero ganan mucho morbo. El domingo por la tarde será un ejemplo de ello cuando dos pesos pesados heridos se enfrenten en un partido con narrativa irresistible Baltimore y Kansas City se encuentran en Arrowhead con la misma marca perdedora de 1-2, un registro que en septiembre huele a drama existencial. Ambos equipos arrancaron el calendario con estatus de candidatos al Super Bowl y ahora juegan como si el espejo les devolviera una versión incómoda de sí mismos.

La rivalidad Patrick Mahomes– Lamar Jackson es una de las que han definido el último lustro. Desde 2018, Chiefs y Ravens ocupan los dos primeros lugares en ofensiva total de la NFL. Pero mientras Mahomes colecciona anillos, Lamar apenas tiene un triunfo sobre Kansas City. Cada duelo entre ellos es un recordatorio de lo cerca que están… y de lo lejos que parece Baltimore cuando llega el momento de definir.

El partido es crucial para las dos organizaciones de la AFC. Desde el 2000, sólo tres equipos que comenzaron 1-2 terminaron levantando el trofeo Lombardi. Y sin embargo, ¿alguien se atrevería a enterrar a cualquiera de estos dos en septiembre? La NFL vive de los finales cerrados, y en este arranque ya hemos visto 15 partidos decididos en los últimos tres minutos o en tiempo extra, récord histórico para Semana 3. Arrowhead tiene pinta de sumarse a esa colección de desenlaces agónicos.

Los Ravens llegan con la sensación de que deberían ser 3-0, pero se han disparado en el pie. Los Chiefs llegan con el aura resquebrajada, más vulnerables que nunca. Aun así, descartar a Mahomes en las apuestas suele ser una mala decisión. Lo siento: soy un hombre de malas decisiones. Ravens 24-21 Chiefs

Picks en pocas palabras

Seahawks (−1.5) en Cardinals: Arizona es ese amigo que promete dieta cada lunes y cae en tacos el martes. Muchos drops, poca puntería. Seattle, con todo y viaje corto, es el adulto en la sala. Seahawks 33-21 Cardinals

Vikings (−2.5) en Steelers (Dublín): Irlanda sabe de pubs y peleas de bar, pero poco de american football. Rodgers contra la defensa de Vikings suena a un escenario clásico de la NFC, pero ahora está en Steelers, un equipo que a pesar de su récord parece cerveza sin espuma. Vikings 24-21 Steelers

Saints en Bills: (-16) Una historia entre un campeón mundial de boxeo contra un sparring. New Orleans necesita la bendición del Papa para no salir con una derrota de más de 10 puntos. Saints 17-30 Bills

Chargers (−6.5) en Giants: Herbert lanza como si jugara Madden; los Giants estrenan quarterback novato y aunque Jaxson Dart tiene elementos para hacer soñar a los aficionados de la Gran Manzana, crecer duele. Chargers 28-21 Giants

Commanders (−1.5) en Falcons: Atlanta sigue apostando por las peores jugadas y eso ya costó la cabeza de un coach del staff ofensico. Washington es un equipo más compacto y con eso será suficiente. Commanders 24-21 Falcons

Eagles (−3.5) en Buccaneers: Filadelfia vuela alto, pero Tampa lleva semanas sobreviviendo en finales cardíacos. El problema: la suerte también se agota. Eagles 30-21 Bucs

Browns en Lions (−8.5): Detroit juega como fábrica bien engrasada; Cleveland como taller mecánico de barrio a pesar de su sorpresivo triunfo en Green Bay. Browns 10-24 Lions

Patriots (−5.5) en Panthers: Carolina es la víctima perfecta para otra lección soporífera de Nueva Inglaterra. Patriots 14-10 Panthers

Titans en Texas (-7): Rivalidad de vecindario. Tennessee extraña su época de músculo; Houston una ofensiva que logre despegar. Titans 17-21 Texans

Jaguars en 49ers (−3): San Francisco es un hospital, pero se mantendrán con el invicto. Jaguars 17-24 49ers

Colts en Rams (-3.5): Daniel Jones ahora es conocido como Indiana Jones al tener a Colts 3-0, pero su película tendrá un capítulo triste cuando se encuentre una defensa de élite y desgarradora. Ramón: ahora si gana tu equipo. Colts 17-30 Rams

Bears en Raiders (-1): Chicago dejó de coleccionar derrotas y Caleb Williams por fin brilló como la estrella que prometía ser. Bears 20-10 Raiders

Packers (−7) en Cowboys: Green Bay suele ser la pesadilla vaquera desde los tiempos de Favre, ahora con Micah Parsons de su lado, Packers se mantendrá como el peor sueño de Texas. Packers 30-21Cowboys

Jets en Dolphins (−2.5): Tan poco atractivo es este partido entre equipos sin victorias, que se pueden conseguir boletos por 28 dólares. Jets 24-21 Dolphins

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Bengals en Broncos (−7): Denver por momentos recuerda a los 90, Cincinnati al equipo de siempre. Bengals 14-20 Broncos

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