Yankees contra las matemáticas; el campeonato del Este de la Americana se aleja

Cuando Juan Soto cruzó el puente hacia Queens, el Bronx perdió algo más que un jardinero estrella, perdió la certeza. Los Yankees, campeones divisionales en 2024, arrancaron la temporada con la obligación de reinventarse sobre la marcha. Max Fried y Cody Bellinger llegaron con promesas de potencia y aunque han funcionado como plan B después de no retener al dominicano, los números no favorecen a los Brox Bombers.

Lo que siguió fue un descenso con dolor, donde cada derrota contra Boston, Detroit o Toronto se sentía como arena escapando entre los dedos. Hoy, con 13 juegos restantes y cuatro encuentros de distancia en la División Este, las matemáticas no están de su lado.

La primera grieta en la corona se abrió en julio. En aquel entonces, los Yankees disfrutaban de una ventaja de siete juegos en la cima del Este. Parecía suficiente para mantener la corona, pero la racha de derrotas frente a Blue Jays y Red Sox comenzó a minar la confianza. Toronto no desperdició la oportunidad: con consistencia, Blue Jays recortó terreno y tomó la delantera, obligando a Nueva York a jugar a contrarreloj.

El domingo, tras perder 6-4 contra Boston en el último juego de una serie de tres, la situación se volvió más concreta. Los Yankees quedaron a cuatro juegos de Toronto en la clasificación, pero el criterio de desempate amplía esa diferencia real a cinco. FanGraphs calcula que los Blue Jays tienen un 92.4 por ciento de probabilidades de ganar la división. Para que el milagro ocurra, Nueva York tendría que terminar con un récord de 10-3 mientras Toronto cierra 6-7, una combinación que acaricia lo improbable.

El calendario, aunque favorable sobre el papel, no es suficiente para revertir la tendencia. Los Yankees enfrentan a rivales con porcentaje de victorias combinado de .438 en sus últimos trece juegos, pero los Blue Jays siguen demostrando que no se trata sólo de enfrentamientos fáciles: la consistencia de Toronto ha sido implacable. Desde el receso del Juego de Estrellas, Nueva York tiene marca de 7-5 contra equipos de playoffs, Astros, Tigers, Red Sox y, por supuesto, Blue Jays, mientras que Toronto registra 8-4 en sus últimos 12 compromisos, incluyendo una barrida sobre Baltimore, equipo al que los Yankees enfrentarán siete veces en el tramo final.

Los Yankees tienen marca de 83-66, con 17 juegos arriba de .500, pero ni esos números son suficiente para superar a Toronto 87-62 con siete victorias en sus últimos 10 compromisos.

Aaron Boone, manager del Bronx, prefiere mirar hacia adelante.

“Mañana tenemos otro encuentro de playoffs”, dijo tras la derrota frente a Boston, evitando análisis retrospectivos. La única esperanza viable para mantener el sueño vivo es la lucha por el comodín. Allí, los Yankees lideran por un juego y medio sobre Boston, lo que les permitiría organizar una serie de tres juegos en el Yankee Stadium.

Sin embargo, enfrentar a los Red Sox en playoffs sería una Serie de Campeonato adelantada: Garrett Crochet ha ganado los cuatro enfrentamientos de la temporada, con 39 ponches en 27 entradas y efectividad de 3.29. Brayan Bello, quien abriría un segundo juego, mantiene la efectividad más baja contra Nueva York entre los lanzadores con al menos diez aperturas en 25 temporadas (2.35).

Un futuro mas alentador estaría contra los Astros que llegan desdibujados: bullpen inconsistente, ofensiva opaca y un José Altuve inusual, por debajo de su promedio.

Entre los pocos motivos de optimismo está Aaron Judge. El slugger parece dispuesto a arrastrar a su equipo hacia la postemporada, con números que lo colocan rumbo a otra campaña de 50 cuadrangulares. Sin embargo, la historia reciente enseña que ni Judge puede sostener al equipo sólo durante toda una serie corta. Para que Nueva York tenga posibilidades de éxito, el bullpen debe estabilizarse y la ofensiva necesita mostrar su mejor versión, particularmente en momentos críticos.

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