En medio de su lucha contra el cáncer, Nick Enright logra su primer salvamento
Nic Enright de los Guardians logró su primer salvamento en MLB contra los Mets mientras lucha contra el linfoma de Hodgkin
En el diamante del Citi Field, la pelota final no sólo selló una victoria, también cerró un círculo íntimo y doloroso. Con un elevado al jardín derecho, Nic Enright consiguió su primer salvamento en las Grandes Ligas, un logro que, más allá del beisbol, es un triunfo vital. Porque ese montículo también fue un escenario de resistencia personal, de lucha contra el cáncer y contra las probabilidades.
A los 28 años, Enright no sólo lanza rectas en las mayores, sino que espera otro tipo de salvamento: el de su salud. El próximo noviembre completará su tratamiento contra el linfoma de Hodgkin, un diagnóstico que recibió en diciembre de 2022.
"Casi lloraba en el campo“, dijo el manager Stephen Vogt después del juego, visiblemente emocionado. “Si leen su historia, es bastante inspiradora”.
Del diagnóstico al debut
Enright fue drafteado por los Mets en 2015, cuando se encontraba estudiando en The Steward School, pero decidió ir a la universidad. Luego Cleveland lo volvió a tomar en el Draft de 2019.
En Triple-A Columbus, su efectividad fue microscópica: 1.38 en 13 apariciones. Y este año, ya en Grandes Ligas, mantiene un ERA de 2.01 en 19 salidas, consolidándose como una pieza clave del bullpen.
Con el cerrador All-Star Emmanuel Clase fuera por una investigación de apuestas, Enright asumió el reto con una naturalidad que asombra.
Una décima entrada de película
La noche del lunes, los Guardians tenían ventaja de 7-5 en la décima entrada ante los Mets, cuando Enright recibió la bola. Permitió un sencillo de Brett Baty que empujó una carrera sucia, y con el empate en la antesala, enfrentó a Luis Torrens. El batazo voló al jardín derecho y Nolan Jones lo atrapó cerca del muro. Fin del juego. Fin de un peso.
“Contuve la respiración al ver a Jones correr", dijo Enright. “Pero tenía fe. A medida que se acercaba a la barda, me di cuenta de que perdía fuerza”.
El vestidor celebró como si fuera octubre: ducha de cerveza, gorra, pelota del out final, tarjeta de alineación. Recuerdos que el lanzador llevará a casa, a Erin, su esposa, y a sus padres, Doug y Betty.
Nic Enright, you are an inspiration.#GuardsBall | #GuardiWins pic.twitter.com/nw7IZw1UXU
— Cleveland Guardians (@CleGuardians) August 5, 2025
“No tengo palabras para describir lo bien que me siento con mi familia. Es un esfuerzo de equipo, y decir eso se queda corto”, confesó. Enright no dramatiza su historia, pero tampoco la minimiza: “Pasé por mucha adversidad. Reflexionar sobre eso ayuda a bajar el ritmo del juego. Porque no ha sido precisamente un debut espectacular, pero aquí estoy”.
"No me encerré en casa a sentirme mal por mí mismo“. Enright no sólo desafió la enfermedad, también desafió el tiempo, el sistema, los descartes. En apenas 19 juegos en MLB, ya tiene una victoria inolvidable.
Más allá del montículo
Cleveland ha ganado 17 de sus últimos 24 juegos, está peleando el comodín en la Liga Americana, y Enright se ha convertido en un símbolo inesperado del equipo: determinación, fe, humildad.
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“Sólo intento hacer mi trabajo. Confío en Bo Naylor detrás del plato y en los chicos para hacer todas las jugadas, como hicieron esta noche”, dijo. Y añadió algo que lo define: “Nuestro objetivo es celebrar las pequeñas victorias, no solo del equipo, también las personales”.
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