¿Cuánto cuesta seguir a tu equipo de Grandes Ligas como visitante?
Dodgers encabeza el ranking de los viajes más caros, mientras Toronto es la opción más asequible


No hay un juego fuera de casa que no cueste. Y no hablamos sólo de las complejidades que significa adaptarse a un campo ajeno.
El beisbol, deporte cotidiano por excelencia, ha encontrado en sus series fuera de casa una veta económica que antes poco se explotaba: la del aficionado itinerante. Es ese fan que, por lealtad o afán turístico, decide ver a su equipo en otra ciudad. Lo que para la taquilla es un asiento más, para la industria de Major League Baseball es una experiencia con una factura considerable.
De acuerdo con estimaciones de Front Office, se pudo trazar recientemente el mapa financiero de esa travesía: ¿cuánto cuesta seguir a tu equipo fuera de casa?
El cálculo incluye una estadía de dos noches en Airbnb u hotel, entrada al juego, transporte, estacionamiento, una comida básica y una cerveza. El resultado: los Dodgers de Los Ángeles encabezan la lista con un gasto promedio de 588 dólares, mientras que los Blue Jays de Toronto aparecen al fondo con 369 dólares.
El beisbol de MLB no viaja en clase turista
Ver un juego fuera de casa nunca ha sido del todo barato, pero últimamente la estructura se ha engrosado:
La lista no sólo depende del éxito deportivo, sino del contexto urbano. No es casualidad que tres de las cinco franquicias más caras estén en California, el estado con algunos de los costos de vida más elevados del país.
Los Dodgers, por ejemplo, no sólo venden la experiencia de ver a Mookie Betts o Shohei Ohtani: venden Los Ángeles. Y esa ciudad tiene un precio. Lo mismo ocurre con Athletics, donde el estadio parece vivir en cuenta regresiva rumbo a Las Vegas, pero los gastos asociados a hospedaje, movilidad y consumo se mantienen por las nubes en Sacramento, además de la poca disponibilidad de entradas al jugar en un parque de ligas menores
San Diego, Boston y Seattle completan el podio. Lo interesante es que el valor percibido de la experiencia no siempre coincide con la calidad del equipo. La economía del fan muchas veces se parece más al turismo que al deporte.
Economía con mayor costo
| Equipo local | Valor promedio |
|---|---|
| Dodgers | 588 dls |
| Atheletics | 570 dls |
| Padres | 527 dls |
| Red Sox | 511 dls |
| Mariners | 463 dls |
Economía con menos costo
| Equipo | Valor promedio |
|---|---|
| Bravea | 382 dls |
| Angels | 381 dls |
| White Sox | 380 dls |
| Blue Jays | 369 dls |
En el otro extremo del diamante financiero están los Blue Jays, cuya localía en Toronto juega a favor del aficionado visitante: precios más bajos en hospedaje, transporte público eficiente, buen acceso al estadio y un tipo de cambio favorable frente al dólar estadounidense. Le siguen los White Sox, Angels, Reds y Rockies, todos ubicados en mercados que no empujan al alza el gasto total.
El factor estadio también influye: estructuras modernas, techadas y céntricas, como el Rogers Centre o el Coors Field, permiten experiencias más cómodas y menos costosas.
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— BaseballHistoryNut (@nut_history) July 6, 2025
Dodger Stadium pic.twitter.com/LL12Uz1N1y
¿Qué factores inflan o alivian el costo?
El estudio de Front Office Sports es una estimación base, pero pone en evidencia las variables que elevan el precio:
• Hospedaje: Airbnb en Boston o San Diego no cuesta lo mismo que en Milwaukee o Cincinnati.
• Transporte: El acceso al estadio sin coche puede reducir considerablemente el gasto.
• Consumo dentro del estadio: El precio de una cerveza varía entre 6 y 18 dólares según la plaza.
• Demanda turística: Las ciudades con alto flujo de visitantes, como Nueva York o San Francisco, tienden a encarecer todos los rubros.
• Rivalidades y calendario: Juegos de fin de semana o contra equipos icónicos aumentan el costo promedio del boleto.
En tiempos donde la fidelidad se mide también en kilómetros recorridos, el aficionado viajero se ha convertido en un objetivo premium para la industria. Equipos y ciudades lo saben. Hoteles con paquetes temáticos, experiencias VIP, visitas guiadas al estadio, tours de cerveza local: el fan visitante ya no es un intruso, sino un consumidor sofisticado.
La MLB también lo reconoce. Mientras enfrenta desafíos para captar audiencias jóvenes o digitalmente saturadas, el modelo de “experiencia en vivo” sigue siendo su producto más sólido. Y si ese producto genera ingresos fuera del estadio local, mejor.
En 2023, según datos de Deloitte, el gasto promedio en un día de juego para un aficionado que viaja superó los 300 dólares. En casos como los Dodgers, se dispara. Para muchas familias o grupos de amigos, asistir a una serie fuera de casa implica una planificación similar a unas vacaciones. Con todo lo que eso conlleva.
Seguir a tu equipo cuesta. A veces más que el propio boleto. Pero para miles de personas, no hay mejor forma de gastar el dinero. Porque, como en todo deporte, lo que se compra no es un asiento, sino una experiencia.
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