Topuria, regalo envenenado
El peso pluma es, sin duda, la categoría más salvaje de la UFC actual. En el camino al título, la recompensa por vencer a Volkanovski, Diego Lopes o Movsar Evloev es enfrentar al mejor peleador del momento, todavía invicto.
Históricamente, el peso ligero de la UFC ha sido la categoría más difícil y competitiva del mundo de las MMA. Hubo un momento en el que los Khabib, Poirier, Gaethje, McGregor, Oliveira y muchos más eran la parte noble de una división casi inaccesible para cualquier peleador que no estuviera calificado como ‘fuera de serie’. Sin embargo, pocos años después, el peso pluma parece ser sin duda la división más ferviente del momento.
Pese a las declaraciones de Max Holloway y Brian Ortega, en las que ambos se despiden de forma permanente de las 145 libras, nombres como Alexander Volkanovski y Diego Lopes, e inmediatamente después Movsar Evloev y Aljamain Sterling, ponen un dique entre el trono y el resto de los peleadores que sueñan con postular a dicho cinturón.
Si bien la frontera que hay que cruzar es vencer y bien a nombres tan importantes como peligrosos en la actualidad, el premio no es mucho más agradecido: enfrentar a un Ilia Topuria siempre hambriento y en constante crecimiento. Un hombre que viene de noquear a dos de los mejores tres peleadores históricos en la categoría, que parece tener un nivel superior al resto en todas y cada una de las facetas que importan en este deporte.
Una larga espera
Si bien el peso pluma cuenta con figuras emergentes como Jean Silva, Arnold Allen, Lerone Murphy e incluso un joven e invicto Payton Talbott, no existe a día de hoy, un verdadero postor a destronar a un Ilia Topuria que poco a poco está cambiando el orden lógico de las MMA. Un peleador completo, que ha encontrado el siguiente nivel de preparación física y con una mentalidad y disciplina envidiables que en conjunto hacen muy difícil pensar que alguien pueda quitarle la corona mientras siga la tónica actual.
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Tan solo una hipotética subida de ‘El Matador’ al peso ligero de forma sostenida puede generar una vacante que realmente allane el camino para los retadores y futuros prospectos. Mientras eso no ocurra, el único y amargo premio de arrasar con la división será enfrentarse a una de las bestias más temidas de la UFC.
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