Oleksandr Usyk y Denontay Wilder avanzan para un combate en los pesos pesados

El pasado jueves por la noche, mientras anochecía en Dubái, Deontay Wilder terminó acorralado por una escena que habría sido tomado como el kickoff no oficial de su próximo combate. Derek Chisora lo reconoció entre la multitud. Se acercó con la urgencia de quien busca una última función y lo encaró al estilo de los frente a frente que se dan en los pesajes. La gente alrededor se tensó, los celulares se levantaron, las voces subieron un tono. Wilder no mordió el anzuelo. Sabía que ese no era su capítulo.

Unos cuantos días antes, Oleksandr Usyk había mencionado su nombre para sostener su próximo combate. No fue una invitación formal, pero cuando un campeón de la talla de Usyk habla, la industria lo toma como una instrucción. El campeón reunió a su equipo para estudiar una defensa voluntaria y el apellido Wilder se puso sobre la mesa.

El Consejo Mundial de Boxeo abrió la ventana al otorgarle a Usyk una defensa voluntaria de su cinturón. Wilder es el último campeón estadounidense que ha lucido el fajín verde, pero ahora se encuentra en la décima tercera posición de la clasificación.

Wilder se enteró del interés antes de que la noticia circulara. Guardó silencio hasta que las conversaciones tomaron forma y el jueves desde Dubái confirmó que las pláticas van en marcha.

“Definitivamente se está convirtiendo en una conversación más. Una conversación real. El boxeo es un negocio. A veces puedes tener un negocio sólido y luego fracasar. La mayoría de las veces, si tenemos suerte y Dios nos bendice, conseguimos una gran pelea, y ocurren, y de ahí surgen grandes cosas. Sin duda, grandes recuerdos. Ahora mismo estamos definitivamente en conversaciones para esa pelea. Estoy emocionado. Lo espero con ansias”, dijo Wilder a Talk Sports.

Usyk atraviesa una etapa peculiar. Desde que derrotó dos veces a Anthony Joshua, frenó a Tyson Fury y dejó sin aire a Daniel Dubois, su generación comenzó a dispersarse. El ucraniano le pidió al CMB que después de tantos pleitos obligatorios que había defendido con éxito, el invicto merecía una pelea que no fuera mandatoria.

En noviembre dejó vacante el cinturón de la OMB porque un pleito con Fabio Wardley no ofrecía más que una obligación administrativa.

Wilder no atraviesa su mejor momento dentro de los encordados. El estadounidense trae consigo una historia en picada. En seis combates desde 2020 sólo ha ganado dos. Las derrotas frente a Fury, Joseph Parker y Zhilei Zhang dejaron grietas visibles, pero su poder de puños aún se mantiene.

Usyk quiere volver a Estados Unidos

Usyk explicó a Boxing King Media que un enfrentamiento con Wilder le resulta atractivo por la mezcla de pasado, fuerza y exposición global. Usyk quiere volver a pelear en Estados Unidos donde no lo hace desde 2019.

El Madison Square Garden asoma como una opción tentadora. Allí la comunidad ucraniana suele responder y allí Wilder representaría al boxeo estadounidense.

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