Pochettino encuentra un camino

Una de las misiones para Mauricio Pochettino en su aventura al frente de la Selección de Estados Unidos es la de encontrar un sistema táctico que logre potenciar a todos y cada uno de sus futbolistas, pues el objetivo del combinado estadounidense es el de brillar en la Copa del Mundo de Norteamérica 2026. En la última Fecha FIFA se observó un cambio y en el parón de octubre es ampliamente probable volver a verlo.

En conferencia de prensa, Cristian Roldán y Tim Ream hablaron sobre la formación de 3-4-2-1 o 5-4-1 que implementó Pochettino durante la ventana de septiembre, cuando derrotaron a Japón (2-0). En ataque, este parado permite asfixiar un poco más al rival, mientras que en defensa le proporciona al USMNT una seguridad diferente para cerrar espacios al contrincante.

Roldán comentó en primera instancia: “Jugamos con una línea de cinco atrás, cuatro mediocampistas y un delantero. Eso simplemente significa que, como mediocampista, tienes que ser mucho más agresivo. Tienes jugadores detrás de ti que te apoyan en la presión y que pueden dar un paso al frente hacia el mediocampo. Entonces, en nuestro partido contra Japón, viste lo agresivos que fuimos Tyler y yo, presionando más arriba en el campo, apoyando a nuestro tridente ofensivo, y eso también da estabilidad”.

“Cuando es una línea de cuatro, es un poco diferente, porque con cuatro atrás a veces tienes que defender más espacios, de frente hacia atrás y de lado a lado, mientras que con cinco puedes ser mucho más agresivo, casi haciendo marcaciones hombre a hombre contra los otros mediocampistas”, complementó.

Enseguida, Ream respaldó a su compañero: “Eso también les permite a los defensas centrales ser más agresivos. Porque sabes que tus mediocampistas van a presionar con más intensidad, y los centrales pueden adelantarse y encargarse de al menos uno, pueden salir a cubrir a cualquiera que se meta al mediocampo, y sabes que tienes una buena cobertura a tu alrededor”.

Pochettino convence a los jugadores

El capitán del USMNT también destacó: “Creo que la agresividad general del sistema te permite hacer eso. La estructura en sí te da la posibilidad de ser un poco más agresivo en esas situaciones. En cuanto a lo que significa de cara al futuro, creo que simplemente nos da flexibilidad. Nos permite jugar con distintos sistemas, dependiendo del personal disponible, de los jugadores que estén convocados y del enfoque que tenga el rival”.

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“Creo que eso es muy positivo. Nos permite no solo cambiar durante los partidos y adaptarnos a diferentes situaciones, sino también comenzar los juegos de distintas maneras. Puede que no necesariamente sea para sorprender a los rivales, pero sí para poder alternar entre sistemas, mantenerlos alerta y hacer que siempre tengan que adivinar qué vamos a hacer”.

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