Hermano de Bukele toma las riendas del fútbol salvadoreño como presidente de la FESFUT
Yamil Bukele promete honestidad y reorganizar la federación tras años de crisis dirigencial.
La influencia del presidente Nayib Bukele en El Salvador ahora también se siente en la cancha. Este viernes, Yamil Bukele, hermano del mandatario, fue elegido como nuevo presidente de la Federación Salvadoreña de Fútbol (FESFUT) para el periodo 2025–2029, marcando un giro político-deportivo que reconfigura el panorama del balompié en el país centroamericano.
Yamil, quien hasta ahora fungía como presidente del Instituto Nacional de los Deportes (INDES), cargo que le asignó su hermano en 2019, se presentó como único candidato en las elecciones y asumirá la conducción de la FESFUT con la promesa de “honestidad y transparencia” en su gestión.
#DeDeportes «A partir de mañana empezamos a trabajar, de hecho, ya empezamos a trabajar, a tomar algunas decisiones rápidas, pero mañana nos vamos a presentar en la federación, a tener la primera sesión de Comité Ejecutivo» dijo @ybukele. 📸 #DiarioElSalvador / Carlos Cárdenas. pic.twitter.com/0ZM8JCBLFq
— Diario El Salvador (@elsalvador) December 13, 2025
Hermano de Bukele asume la presidencia del fútbol salvadoreño
“Hay que hacer y remodelar todo, vamos por todo, definitivamente no hay tiempo”, declaró Bukele tras su elección, subrayando la necesidad de reorganizar la estructura futbolística salvadoreña.
Su llegada a la presidencia de la federación llega en un momento en que el fútbol salvadoreño busca reponerse tras años de crisis dirigencial que incluso llevaron a la intervención de emergencia por parte de la FIFA en 2022, luego de señalamientos de irregularidades financieras en la institución.
Entre los retos inmediatos que tendrá Yamil Bukele figura la revisión de las finanzas de la federación, el fortalecimiento de las selecciones juveniles y la coordinación de campamentos y entrenamientos continuos para equipos de todas las categorías.
Además, confirmó que mantendrá al colombiano Hernán Darío “Bolillo” Gómez como director técnico de la selección absoluta pese al fracaso en la clasificatoria rumbo al Mundial de 2026, un torneo al que El Salvador no accede desde España 1982.
Aunque sus declaraciones resaltan un compromiso con la mejora del fútbol, su nombramiento también desata debate sobre la concentración de poder en el entorno familiar del presidente Bukele y plantea preguntas sobre la independencia de las instituciones deportivas frente al ejecutivo.
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Con este movimiento, el modelo de gestión que caracteriza al gobierno salvadoreño parece extenderse al deporte más popular del país, en un intento por impulsar un nuevo capítulo para el fútbol salvadoreño bajo la batuta de uno de los hombres más cercanos al poder político.
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