El sueño roto de Guatemala
‘La Bicolor’ cayó en un partido de locura que remontó en menos de cinco minutos del segundo tiempo. El sueño mundialista, imposible. Panamá y Surinam disputarán el boleto al Mundial.


La noche de todos los tiempos tras el Suchiate terminó en sollozos. A Guatemala no le bastó la épica, la mística de la cancha cercana y humeante. En una noche netamente Concacafkiana, Panamá triunfó con pegada y ‘La Bicolor’ cedió entre el caos y la insania. Del 2-0 al 2-2; y el 2-3 en un abrir y cerrar de ojos tan doloroso como injusto, si es que la palabra cabe en el fútbol. ‘Los Canaleros’ de Christiansen están a punto de su segundo Mundial; Surinam, que atendió a El Salvador, deberá conquistar este mismo ‘Trébol’ en cuatro días. Entre ellos queda. No será Guatemala. El sueño destruido.
El partido más grande del fútbol de Guatemala (distinción que durará hasta el próximo martes) comenzó envuelto en humo y tensión. Tras un intercambio de insinuaciones, una pelota furtiva llegó a Óscar Santis, quien se apiadó del arquero Mosquera, que ya había resbalado en infortunio. La pelota, y el primer suspiro de esperanza, se escurrió hacia la línea final, entre el alivio de Mosquera y Harvey, el defensa al que había superado la truculenta trayectoria. Poco después, Carrasquilla y Rosales se retaron a duelo a patadas, que fue sofocado con violencia por César Ramos. La reputación no le antecede al ‘Coco’, que calvó sus fierros en el peroné de Rosales, que antes había zapateado con vehemencia a su rival. El árbitro mexicano resolvió el conflicto con su técnica preferida: a empujones.

El dolor de Guatemala
Guatemala entera reclamó un penalti sobre Santis, por empujón de Andrade, aunque César Ramos hizo mutis. El partido tenía pólvora. Demasiada. Y esa tensa calma que antecede a las guerras. Entonces, Cecilio Waterman, el émulo de Henry versión panameña, encontró un canal desguarnecido. Hagen bloqueó su disparo ajustado, pero el ‘ídolo’ del crack francés aún tenía arrestos como para cargar a Franco y batir a Hagen con una raya. El silencio se apoderó de ‘El Trébol’. De Guatemala entera.
Ramos, insospechado personaje protagónico de la noche, también dejó pasar una mano de Waterman que habría devuelto el alma al cuerpo de ‘La Bicolor’. Del silencio a estupor. Y la guerra lenta. Al borde del descanso, el abanderado borró el gol de Londoño, cabezazo arrinconado a pase templado de Martínez; el offside canceló, por ahora, el ticket directo de Panamá rumbo al Mundial. Por ahora, digo, porque Andrade surcó, Rosales pifió y Waterman, latigazo fulminante y raso tras media vuelta de látigo, mera rúbrica francesa, desató el diluvio de lágrimas en toda Guatemala. Nunca tan cerca, nunca tan lejos. La bendición de Henry.
Un providencial Hagen evitó, con dos salidas, el cataclismo total, que ya se avecinaba. El brío, de a poco, desapareció de las piernas guatemaltecas. Hasta que Pedro Atlán, solución desde el banquillo, cogió de bote pronto un centro que Mosquera apenas aleteó: Arquímides Ordoñez, una estrella en ciernes, el as de Luis Fernando Tena, remató bajo el travesaño el gol de la ilusión. El gol del destino. Porque pinchó la pelota Escobar, con arte de mariscal de campo, y Rudy Muñoz ajustició a Mosquera. El VAR y César Ramos contuvieron la explosión, que finalmente llegó. ‘El Trébol’ reventó, porque Muñoz alcanzó a romper la línea final de Christiansen, estilo Flick. Al límite.

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En la locura, Harvey recolectó entre dos zagueros chapines una pelota perdida y Fajardo, casi como hizo Waterman en el primer tiempo, rompió el éxtasis. El auténtico mazazo. Un golpe directo al corazón de 18 millones de personas. Los pupilos de Tena quemaron naves. Con el corazón por delante. Sin miramientos, ni reproches. Sin cuidados. En frenesí. No bastó. El disparo lejano de Muñoz, el intento de chilena de Rubín, el cabezazo apenas y tristemente desviado de Ardón. Hagen terminó en el área panameña antes del milagro de Mosquera: una carambola en el área desencadenó el tiro lleno de esperanza de Darwin Lom, Hagen se aferró a la vida y Blackman evitó la catársis. Todo había terminado. La noche terminó en corazones rotos, pactos de paz, camaradería y sueños destruidos. Y un billete reservado.
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- 1 Nicholas Hagen
- 4 José Pinto
- 22 Jonathan Franco (65')
- 2 José Ardón
- 7 Aaron Herrera
- 13 Stheven Robles (45')
- 16 José Morales
- 5 José Rosales
- 18 Óscar Santis (84')
- 15 Antonio López (55')
- 9 Rubio Rubín (55')
- Banquillo
- 12 Kénderson Navarro
- 14 Darwin Lom (84')
- 21 Luis Morán
- 11 Rudy Muñoz (45')
- 23 Diego Santis
- 3 Carlos Estrada
- 17 Óscar Castellanos
- 10 Pedro Altán (55')
- 8 Rodrigo Saravia
- 6 Kevin Ramírez
- 19 Arquímides Ordóñez (55')
- 20 Olger Escobar (65')
- 22 Orlando Mosquera
- 4 Fidel Escobar
- 14 Carlos Harvey
- 16 Andres Andrade
- 15 Eric Davis
- 20 Godoy
- 8 Adalberto Carrasquilla (82')
- 2 César Blackman
- 11 Azarías Londoño (62')
- 18 Cecilio Waterman x2 (62')
- 6 Christian Martinez (78')
- Banquillo
- 12 César Samudio
- 7 José Luis Rodriguez (62')
- 13 Edward Cedeño (82')
- 3 Jiovany Ramos
- 21 Omar Ezequiel Browne Zuniga
- 17 Jose Fajardo Nelson (62')
- 19 Alberto Quintero (78')
- 10 Ismael Diaz
- 24 Jorge Gutiérrez
- 1 Luis Mejía
- 9 Tomás Rodríguez
- 5 Iván Anderson
Cambios
Rudy Muñoz (45', Stheven Robles), Pedro Altán (55', Jesús López), Arquímides Ordóñez (55', Rubio Rubín), José Luis Rodríguez (62', Azarías Londoño), José Fajardo (62', Cecilio Waterman), Olger Escobar (65', Jonathan Franco), Alberto Quintero (78', Cristian Martínez), Edward Cedeño (82', Adalberto Carrasquilla), Darwin Lom (84', Óscar Santis)
Goles
0-1, 29': Cecilio Waterman, 0-2, 43': Cecilio Waterman, 1-2, 68': Arquímides Ordóñez, 2-2, 71': Rudy Muñoz, 2-3, 77': Jose Fajardo Nelson
Tarjetas
Arbitro: César Arturo Ramos Palazuelos
Arbitro VAR: Guillermo Pacheco Larios, Óscar Macías Romo
Godoy (58',Amarilla), Eric Davis (86',Amarilla)
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