El guatemalteco Marvin Ávila probará suerte con el São Paulo

El distrito de Morumbi en la ciudad de São Paulo ha sido, futbolísticamente, un sitio con mística relacionada a jugadores jóvenes que salen de clubes como el SPFC y se convierten en leyendas. O, en su defecto, que se convierten en fichajes prometedores que cumplen con todas las expectativas por las cuales llegaron en primer lugar.

Pensar en futbolistas que formaron parte del São Paulo FC permite nombrar un listado amplio de nombres, pero si se delimita a la posición de mediapunta, el estandarte es Kaká.

Los inicios del brasilero en el Tricolor Paulista fueron a sus 18, un año más que el posible nuevo fichaje del São Paulo en este mismo sector: Marvin Ávila Jr.

Del Grêmio de Porto Alegre a S. Paulo

Luego de tres meses de esperar actualización del informe que reveló que el juvenil se encontraba en un proceso de pruebas con un gigante de Brasil, medios de comunicación guatemaltecos han comenzado a manejar la exclusiva: el hijo de Marvin ‘Titimán’ Ávila sería de los Brancos que dirige Hernán Crespo.

La revista digital Antigua Esportiva reveló con premura que las noticias de hace meses que colocaban al versátil en el Gremio, tuvieron un cambio de planes, ya que se reveló la que quedaría como transacción oficial, el São Paulo FC. Un club de peso, historia y prestigio.

Al interior de la noticia de semblanza para el ‘niño prodigio’ del Antigua GFC, se asegura que se trató de una negociación discreta, pues “el entorno del jugador, consciente de que muchas promesas se queman por decisiones apresuradas, optó por el silencio hasta que todo estuviera firmado”.

A su vez, el traspaso del nacido en Nueva Guatemala involucraría un combo para su evolución como profesional.

Más allá de limitarse a ofrecer un contrato, el Tricolor ofreció un plan de desarrollo integral, es decir «formación académica, seguimiento psicológico, nutrición personalizada y un lugar en su equipo con proyección al equipo grande» comparte la revista de Guatemala.

La Bicolor de poco a poco se planta en el mapa

El balompié centroamericano tiene rato haciéndose nota mediante buenas actuaciones en torneos como la Copa Oro, aunque también a través de una nueva faceta de exportador de talento.

Específicamente con referencia a la Guatemala de Carlos ‘Pescadito’ Ruíz, cada vez emigra más talento juvenil al extranjero y llevan bajo el brazo tanta calidad, disposición y facilidad de adaptación, que rápidamente se encuentran poniendo en alto el nombre de su país.

El último adolescente que partió rumbo a Estados Unidos fue Olger Escobar, quien resultó ser el mejor jugador juvenil de su primer Gold Cup, este año. El extremo derecho del CF Montréal tardó más en ser presentado con el escuadrón canadiense a convertir su primer gol con New England Revolution el mismo mes que debutó.

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Es turno de Marvin Ávila para escribir su nombre en la página de talento nato que se sumará a la aventura de militar en clubes fuera de su país y dar el salto a comenzar desde cero, para después convertirse en el jugador diferente que hace la diferencia para su selección.

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