Carlos Vela, el futbolista que prefirió al basquetbol

En algún momento, Carlos Vela llegó a ser uno de los mejores futbolistas de LaLiga Al término de la temporada 2013-2014, fue nominado como ‘Delantero del Año’ en la Primera División Española, junto a Cristiano Ronaldo y Lionel Messi. Nada más. El tándem que formó con Antoine Griezmann era uno de los más temidos del circuito. Los Txuri Urdin, de hecho, clasificaron al final de aquel curso a la Champions League por primera vez en 11 años. Tasado en 20 millones de euros, en aquel momento, ‘El Bombardero’ parecía tener el mundo a sus pies. Pero había un pequeño imprevisto. A Carlos Vela nunca le importó. No porque no se tomara su profesión en serio, sino porque el fútbol nunca fue su prioridad, su pasión, su razón de existir.

Vela jugaba fútbol porque se percibía bueno para ello. Que podía hacerse de un patrimonio y una vida digna para sí y su familia con el balón a los pies. Pero no porque le despertara aquel impulso, aquel fuego en el cuerpo. Más cerca de ello estaba el basquetbol, el deporte que de verdad encendía sus pasiones. Y no es que no lo haya intentado; el quintanarroense también despuntaba en las duelas, pero decidió entregarse al que le vislumbraba un mayor potencial: “Jugué torneos de basquetbol en Cancún, pero llegó un momento en el que tuve que decidir. Y lo hice por el que mejor se me daba, pero siempre me quedé con la espinita de jugar básquetbol”.

El futbolista, que llegó a tocar la élite, que odia ver fútbol. Vela encarna esa paradoja tan poética, tan deliciosamente curiosa. “Prefiero mil veces ver un partido de basquet que uno de fútbol. Siempre me ha gustado Miami (Heat) porque está cerca de Cancún y he tenido la oportunidad de ver muchos partidos de ellos, pero soy de LeBron. A donde vaya LeBron, ahí voy", aseguró a AS México antes del tip off del NBA All Star Game de 2018, en Los Ángeles, a donde había recalado apenas semanas antes. Debutó con LAFC, la franquicia de expansión de la MLS entonces, el 4 de marzo de aquel año, con victoria de 1-0 sobre Seattle Sounders. No pasaría demasiado para hacer historia con los Black and Gold: ganó el MVP de la temporada 2019 y ahí comenzó la leyenda.

Fan de LeBron James, a quien sigue ahora en Los Angeles Lakers cada que la ocasión se le presenta, Vela ha decidido colgar las botas después de una tan lustrosa como sinuosa, con la sensación de que siempre pudo explotar aún más. Cosas del trabajo, que a veces tiene poco que ver con lo que de verdad hace feliz a uno. “Mil veces antes puedo ver cuatro partidos de básquetbol. A uno de fútbol, en 10 minutos le cambio. Cuando entro al campo lo disfruto y quiero hacerlo como el mejor, pero a la hora de terminar me gusta otro tipo de deportes”, refrendó aquel fin de semana All Star en 2018.

Un asiduo al Crypto.com Arena

No es anormal ver a Carlos Vela en las primeras filas de los partidos de Los Angeles Lakers. Un invitado recurrente para los ‘Púrpura y Oro’. Suele vibrar con los últimos trazos de LeBron James y, ahora, de Luka Doncic. Luce con orgullo el jersey de los Lakers, muestra aptitudes de escolta y es capaz hasta de clavar la pelota con un 360° estilo Vince Carter, tal como demostró en un vídeo colgado en su cuenta de Twitter durante la cuarentena del COVID-19. Así termina la carrera del futbolista que prefería al baloncesto y que, aún así, hizo gozar a millones. En Los Ángeles, en San Sebastián, en México, en Londres.

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