Por qué Honduras sigue sin resultados de las Elecciones y cuál es el límite para conocer un ganador
Actas en disputa, presión política y un reloj que corre, así va el laberinto que retrasa al próximo presidente de Honduras.
En Honduras, más de 10 días después de las elecciones generales realizadas el 30 de noviembre de 2025, la incertidumbre política persiste porque no se ha proclamado un ganador presidencial definitivo, un escenario que ha encendido tensiones, protestas y posturas encontradas entre partidos, instituciones y la ciudadanía.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) sigue revisando miles de actas que presentan irregularidades, lo que ha obligado a implementar un escrutinio especial para aquellas con inconsistencias, como ya adelantó la autoridad electoral. Según los datos preliminares disponibles, Nasry Asfura, candidato del Partido Nacional respaldado por sectores conservadores, lidera con un estrecho margen frente a Salvador Nasralla, del Partido Liberal, mientras que Rixi Moncada, del partido gobernante Libre, se mantiene en un distante tercer lugar.
Sigue la crisis electoral en Honduras: una comisión del Congreso amenaza con no validar el resultado y hay protestas https://t.co/EYfNG1gLzc
— CNN en Español (@CNNEE) December 11, 2025
¿Por qué Honduras sigue sin resultados de las Elecciones?
La lentitud del proceso tiene explicaciones técnicas y legales: fallas en el sistema de transmisión de resultados, inconsistencias en actas que deben revisarse manualmente y la obligación de garantizar que cada voto sea contabilizado con transparencia. Además, según la legislación hondureña, el CNE tiene un plazo de hasta 30 días después de los comicios para declarar oficialmente al ganador, lo que pone como fecha límite el 30 de diciembre para conocer al próximo presidente.
A ese panorama se suman factores políticos que han exacerbado la crisis, como una comisión del Congreso nacional anunció que no validará los resultados electorales aduciendo violaciones a la libertad de los votantes e influencias internas y externas sobre el proceso, una decisión que ha tensado aún más el ambiente.
Mientras tanto, en las calles de Tegucigalpa crece la indignación de sectores que reclaman claridad y celeridad, y algunos llaman incluso a anular los comicios por supuestas irregularidades. Expertos y observadores han señalado que incluso si los resultados son muy cerrados, el proceso debe completarse bajo los mecanismos legales previstos —incluido el recuento detallado de actas— antes de que Honduras pueda certificar a su próximo presidente.
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En suma, la falta de resultados no se debe a un solo factor, sino a una combinación de problemas técnicos, exigencias legales y un clima político polarizado que obliga a las autoridades a proceder con cautela en un momento en que la estabilidad democrática del país está bajo escrutinio nacional e internacional.
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