FAMOSOS

Samantha Fox, mito erótico de los ochenta, confiesa un inquietante problema de salud

La artista británica fue muy popular en la televisión de aquella época y compartió protagonismo con la italiana Sabrina Salerno.

Samantha Fox.

Muchos recordarán aquella época televisiva repleta de galas en las que era muy habitual la presencia de determinadas artistas extranjeras que acabarían convirtiéndose en mitos eróticos de un país que, sumido en el conservadurismo más recalcitrante durante décadas, estaba ávido de la libertad de la que otros países disfrutaban.

Y la década de los ochenta supuso un despertar en ese sentido y cantantes como la italiana Sabrina Salerno y la inglesa Samantha Fox, llegaron para conquistar a un país al que sin embargo todavía le escandalizaban ciertos comportamientos o actitudes. En este sentido, mientras Sabrina se ha alejado del mundo de la interpretación para centrarse más en sus negocios, Samantha Fox sigue al pie del cañón, aunque ha confesado un inquietante problema de salud.

Y es que la británica de 56 años ha revelado a The Sun que, tras sufrir problemas en su voz, decidió acudir al médico. “Cuando vi el bulto en la pantalla, pensé: ‘Oh, Dios, eso no es normal’. Parecía muy grande y piensas de inmediato en el cáncer de garganta”, señalaba Fox.

“El médico dijo: ‘Tenemos que sacar eso lo antes posible. Puede que no sea nada, pero puede que sí’. Estaba en estado de shock. Mi prometida Linda estaba conmigo y se echó a llorar. He llorado mucho”, explica la cantante, que ya ha tenido que lidiar con la enfermedad ya que su madre, Carole Ann, sufrió cáncer de mama y Myra Stratton, la que fuera su pareja durante años, murió en 2015 a causa de esta enfermedad.

“Cuando Linda rompió a llorar, sabía cómo se sentía, he pasado por ello”, asegura Fox, que precisamente tiene planeada su boda esta semana. “Sigo haciendo muchas actuaciones para los soldados de las Fuerzas Reales Británicas, algo que me encanta, y odiaría tener que dejarlo. Sólo rezo para que todo salga bien”, zanja la cantante, que se someterá a una intervención de manera inminente.