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De la NBA a codearse con narcotraficantes: la vida de Pekovic tras su retirada

El que fuera pívot de Minnesota Timberwolves está relacionado en la actualidad con los hermanos Darko y Dusko Saric, famosos traficantes de drogas.

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Nikola Pekovic, en un partido durante su etapa como jugador de los Timberwolves.

En una liga tan predominante como la NBA, en la que muy pocos son los europeos que consiguen hacerse un hueco en una de sus franquicias, Nikola Pekovic, lo hizo. Un pívot rudo, tosco, un dominador en la zona, un jugador que llegó a la ‘mejor liga del mundo’ para quedarse en los Minnesota Timberwolves durante siete temporadas, de las que disputó seis.

Un periplo corto pero fructífero, y es que en el 2013 se convirtió estadísticamente en el mejor pívot europeo de toda la NBA, con 17.5 puntos y 8.7 rebotes por encuentro, situándose por delante de figuras tan icónicas como la de Pau y Marc Gasol. Una época dorada que acabó muy pronto, y es que solo tres años después se vio obligado a retirarse, con 30 años, a causa de las lesiones, y con una fortuna de más de 73 millones de dólares.

Fue entonces cuando su vida dio un giro radical, y es que en 2017, meses después de su retirada, tuvo viarios problemas con la policía de Belgrado, quienes encontraron drogas y armas en un Audi con placas estadounidenses y que estaba registrado a nombre de Pekovic. El exjugador no se encontraba en el vehículo, pero sí lo estaban Radojko Tomasevic e Ivan Golocevaa, quienes están vinculados a Darko y Dusko Saric, dos de los narcotraficantes más famosos de todo el mundo.

Padrino del hijo de Dusko Saric

Una trama que no quedó ahí, pues con la investigación en curso, Pekovic fue llamado a declarar y a hablar con los agentes de policía, y en ningún momento negó ser amigo de Dusko Saric, pues incluso contó que es el padrino de su hijo.

En la actualidad y de forma aparente, Nikola Pekovic es dueño de un hotel y un club nocturno que también están vinculados con Dusko, quien cumple una condena en prisión, tal y como informaba ‘Open Court’, donde también aseguran que “de acuerdo a muchas fuentes de la región de Serbia y Montenegro, nadie habla de Nikola como un exjugador de baloncesto, sino como un mafioso”.

Un hecho que no está aislado en la NBA, pues otros jugadores como Caron Butler no dudaron en confesar que fueron traficantes de drogas, y que su sueño no era ser jugador de la NBA, sino convertirse en jefe de la droga.