POLÉMICA

El nuevo privilegio de Boris Becker en prisión: “Hay mucho resentimiento”

El extenista cumple una pena de dos años y medio de prisión por delitos financieros, pero le acusan de recibir un trato preferencial.

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El pasado 29 de abril, Boris Becker fue condenado a dos años y seis meses de prisión por un tribunal en Londres. Los jueces consideraron que el alemán ocultó una propiedad en su localidad natal, Leimen, transfirió sin permiso sumas elevadas de dinero a ot

No hay nada como ser parte importante de la historia del tenis para estar sometido al escrutinio público. Más, cuando además se da la circunstancia de una serie de malas decisiones han supuesto tu ingreso en prisión. Boris Becker (54), ganador de seis torneos de Gran Slam, fue hallado culpable a finales de abril de poner fondos fuera del alcance de los acreedores de forma “deliberada y deshonesta” para no hacer frente a sus deudas tras declararse en bancarrota en 2017.

Una jugada que en un primer momento le procuró una nada reconfortante estancia en la prisión de Wandsworth, famosa por sus duras condiciones. No obstante, al poco tiempo de ingresar a principios de mayo, el alemán fue reubicado en un ala más “amigable” de la prisión y, finalmente, fue trasladado a otra destinada a criminales extranjeros, la de Huntercombe. Un hecho que podría indicar que su deportación es una opción que está encima de la mesa.

No obstante, a pesar de estar entre rejas, las condiciones del extenista han mejorado paulatinamente en apenas un mes y la reciente consecución de un “cómodo” trabajo en la nueva institución penitenciaria donde presumiblemente cumplirá el resto de su condena, ha levantado ampollas entre los reclusos y sus familias.

Y es que el alemán, según revela The Sun, ha sido nombrado asistente de clase. Pero su rápido ascenso al codiciado puesto ha hecho que las familias de otros presos escriban cartas de protesta al gobernador de la cárcel.

Normalmente se tarda años antes de conseguir un trabajo como asistente de aula, ya que se considera un privilegio. Pero a Becker le han dado el trabajo a las pocas semanas de ser condenado. Hay mucho resentimiento al respecto y las familias de algunos presos han escrito cartas de queja”, asegura una fuente consultada por el tabloide británico.

Becker enseña teoría de la educación física y los beneficios del ejercicio y la dieta a los reclusos en un aula de la cárcel, que tiene una alta proporción de presos extranjeros. Sin embargo, no trabaja en el gimnasio de la cárcel ya que no tiene todavía el estatus de preso mejorado porque no ha cumplido el tiempo suficiente entre rejas.

“No es exactamente la vida de lujo a la que está acostumbrado, pero está mejor que la mayoría de los reclusos”, indica la misma fuente, aunque desde Servicios Penitenciarios se afirma que es “falso” que haya habido un trato de favor.

Em cualquier caso, como decíamos, Becker se enfrenta a la deportación automática al final de su condena. No obstante, tiene la esperanza de ser repatriado a su Alemania natal a más tardar en noviembre, en virtud del Plan de Expulsión Anticipada del Gobierno. Becker cree que entonces será puesto en libertad antes de Navidad porque el sistema penal alemán es más suave.