Sevilla: Semana Santa y mucho más
El núcleo histórico de Sevilla es bastante compacto, pero si visitas Triana, a través del Guadalquivir, y la Isla de la Cartuja, las distancias se hacen más evidentes. A los ojos del foráneo, la Feria de Abril y la Semana Santa pueden ser los motivos más recurrentes de visita, pero el Real Alcázar, un complejo de palacios, fortificaciones, patios, piscinas reflectantes y hermosos jardines y olivares dispuestos en una cuidada cuadrícula, es una delicia. Imperdonable no visitar la Plaza de España, la Giralda o la Torre Del Oro. Además, sus barrios, llenos de arte y embrujo, ofrecen innumerables rincones para disfrutar de la gastronomía y del flamenco. Como dice la canción, Sevilla tiene un color especial.