Sharon Stone y las tres veces que estuvo al borde de la muerte

La vida de Sharon Stone, una de las mayores estrellas de la gran pantalla y mito erótico indiscutido de los 90, ha tomado en gran parte la forma de una montaña rusa. A sus 62 años, la intérprete atraviesa una época de tranquilidad personal y profesional, y desde esa posición de calma, ha querido recordar en una entrevista los que posiblemente supongan tres de los momentos más oscuros de su recorrido vital.

Hablando para el medio The Sun, Stone ha bromeado con el número de veces que ha estado al borde de acabar en el otro barrio. "Me han pasado muchas cosas, es una locura", confesó, antes de añadir que, a día de hoy, se pregunta a menudo lo siguiente: "¿Cómo voy a 'morir' la próxima vez? Probablemente sea algo súper dramático y loco".

La primera ocasión en la que la intérprete estuvo cerca de la muerte fue cuando tenía solo 14 años, en una tienda de ropa: "Me hicieron un corte en el cuello a una distancia de una decimosexta pulgada con respecto a mi vena yugular". La segunda vez, y la más conocida, fue el ictus que sufrió en 2001 y que la mantuvo hospitalizada días peleando por su vida. La intérprete estuvo entrando y saliendo del coma durante horas y se le dio tan solo un uno por ciento de posibilidades de sobrevivir.

Reflexionando sobre el episodio, Stone se considera "afortunada" por haber salido de aquello. "Sentí como si me hubieran disparado en la cabeza. Me recuerdo tirada, pensando: 'Estoy sufriendo un ictus'". El accidente cerebrovascular afectó seriamente su capacidad de hablar, de escuchar y de andar, y la intérprete tardó siete años en recuperarse del todo. Aquel periodo no fue fácil: "Tuve que rehipotecar mi casa. Perdí todo lo que tenía". Además, Stone afirma que el ictus provocó que "perdiera mi lugar en la industria. Fui olvidada".

La última experiencia de Stone con la muerte salió a la luz hace solo unos meses, cuando confesó en una entrevista para el podcast Films To Be Buried que en el pasado había sido electrocutada tras recibir el impacto de un rayo en mitad de una tormenta, un día que se encontraba en su casa planchando. "Eso fue realmente intenso", ha manifestado. Afortunadamente, su madre estaba con ella en el domicilio y fue la encargada de reanimarla (a bofetones) y de llevarla al hospital.