SALUD

Así reacciona tu cuerpo cuando tienes miedo

Nuestro sistema activa todas las funciones de emergencia y la adrenalina nos prepara para afrontar el peligro.
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Cómo reacciona nuestro cuerpo ante el miedo. Imágen: Pixabay

La Real Academia Española define el miedo como “sensación de angustia provocada por la presencia de un peligro real o imaginario”. Aunque nacemos únicamente con dos miedos innatos: el miedo a caernos y a los sonidos fuertes, la información que vamos recibiendo a lo largo de nuestra vida nos sirve para estar alertas y prevemos aquéllas cosas que son potencialmente peligrosas.

El miedo es una conducta adaptativa que nos ha permitido sobrevivivr a los depredadores y a los desastres naturales. La mayor parte del miedo es aprendido y los temores se desarrollan por asociación según vamos haciendonos mayores. Cuando evitamos ir solos por un callejón oscuro o si, por ejemplo, subimos a un helicóptero por primera vez sabemos, aunque nunca nos haya pasado antes, que este se puede caer, por lo que experimentamos un estímulo por anticipación.

Así reacciona nuestro cuerpo ante el miedo

Nuestro cerebro tiene la capacidad de crear algunas reacciones de pensamiento y acción, pero el miedo funciona de forma autónoma. El proceso que tiene lugar en el hipotálamo, el hipocampo y la amígdala cerebral comienza con un estímulo.

Estás solo en casa y de pronto oyes cerrarse una puerta cuando no esperas a nadie. La respuesta a ese estímulo deriva en dos posibles reacciones: lucha o huida. ¿ha sido una corriente de aire? ¿me he dejado algo abierto? ¿un desconocido ha entrado en mi casa para hacerme daño?

En ese momento los pulmones captan el máximo de oxígeno posible en cada inspiración, los sistemas digestivo e inmune dejan de “malgastar energía” y nuestro cuerpo activa todas las funciones de emergencia por lo que nuestro cerebro no será capaz de realizar pequeñas tareas y centrará todos sus recursos a un plan mayor.

El sistema nervioso simpático, activado por el hipotálamo, desata una reacción en cadena, se activa la médula adrenal que emite adrenalina y noradrenalina. Las pupilas se dilantan para poder captar el máximo de luz, la presión arterial y la frecuencia de lo latidos del corazón aumentan por las hormonas del estrés y el sistema endocrino produce hasta 30 hormonas que ayudan a poner el sistema circulatorio a gran velocidad.

Los vasos de la piel se contraen y esta se queda sin el líquido que mantiene su temperatura dando lugar a la sensación de escalofríos y suben los niveles de glucosa que junto con la adrenalina producen la llamada “carne de gallina”.

Estas reacciones corporales son las que preparan a tu cuerpo para enfrentar un peligro, ya sea luchando contra él o para huir lo más rápido posible de la situación.

La parte divertida del miedo

Muchas personas se divierten pasando miedo, les gusta la emoción de los deportes o experiencias extremas, películas de terror, historias de miedo….Estudios científicos relacionan la atracción por el miedo, esto es porque esa respuesta de “lucha o huida” puede tener una parte satisfactoria y se relaciona incluso con la excitación sexual.

Aquéllos individuos con un sistema de dopamina eficiente (el que hace que queramos repetir un comportamiento) tienen la sensación de que experimentar miedo en un lugar que sea seguro se convierte en algo divertido. Esto es un refuerzo de confianza por que nos hará sentir más fuertes.

Otras personas, sin embargo, no consiguen que su cerebro interprete todas las reacciones físicas desencadenadas por el miedo como algo divertido y lo siguen asociando a un peligro.