Alcaraz conserva el número tres por el abandono de Medvedev

Da la sensación de que al Madrid Open le han echado un mal de ojo en las últimas 48 horas. La sucesión de acontecimientos en los pasados dos días ha debilitado con fuerza al cuadro masculino, que este viernes presentará unas semifinales de lo más atípicas en un Masters 1.000: Andrey Rublev (8º del mundo) ante Taylor Fritz (13º) y Felix Auger-Aliassime (35º) frente a Jiri Lehecka (31º). Primero se despidió Rafa Nadal, que estaba escribiendo un cuento de hadas en la Caja Mágica, y horas después cayó el otro héroe local, un Carlos Alcaraz renqueante en su antebrazo derecho. Quedaban con vida, al menos, dos de las cuatro mejores raquetas del planeta, pero los problemas físicos hicieron que el público español no pudiese disfrutar de ellos. Jannik Sinner se retiró ayer, un día antes de jugar los cuartos de final ante Aliassime por problemas en la cadera, y este jueves fue Daniil Medvedev el que, al finalizar el primer set de su duelo ante Lehecka (6-4 en 41 minutos), tuvo que abandonar por lesión.

Jarro de agua fría para el torneo, por lo menos en lo que a grandes nombres se refiere. Y alivio para Carlos Alcaraz, cuya derrota ante Rublev había hecho que su número tres del ranking ATP saliese a subasta: si Medvedev hubiese superado al checo Lehecka este jueves, el ruso habría sacado al español del podio mundial. Finalmente, Carlitos llegará a Roma como tercer cabeza de serie y con 150 puntos de renta sobre Daniil, aunque tendrá la tranquilidad de saber que él únicamente defiende una tercera ronda mientras que el moscovita sostiene 1.000 puntos de campeón. Llegar a Roland Garros como cabeza de serie número tres está asegurado para el de El Palmar, que tampoco podrá pelear en el Foro Itálico por las dos primeras posiciones del ranking, aseguradas para Novak Djokovic y Jannik Sinner, en ese orden.

Cuando el único partido individual de ATP del día ni siquiera llegaba al cuarto de hora, Medvedev notó molestias en la zona de la ingle derecha y solicitó asistencia médica. Decidió continuar tras un paso por el vestuario, pero sus problemas de movilidad eran evidentes. “Me siento un poco mejor, pero tengo mucho, mucho miedo”, le dijo al fisio unos juegos después, al ser atendido de nuevo. El ganador de un Grand Slam lo intentó, pero recibió un break con el que Lehecka pudo apuntarse el primer set y optó por decir basta. Hay mucho en juego en el futuro próximo como para arriesgar: defensa del título en Roma, Roland Garros, Wimbledon, Juegos Olímpicos... Parte del público de la Caja Mágica, de un modo inexplicable, despidió a Medvedev con silbidos, quizá pagando, aunque con mal tino, el enfado de que sólo se haya visto un set individual masculino en toda la jornada.

Los problemas físicos impidieron a Medvedev alcanzar las semifinales del Madrid Open y, consecuencia de ello, haber llegado a la penúltima ronda en cada uno de los nueve Masters 1.000 (sólo lo han logrado Nadal, Federer, Djokovic y Murray). Lehecka, verdugo de Nadal en su encuentro previo, jugará este viernes las primeras semifinales de Masters 1.000 de su vida (no antes de las 20:00, M+ y TDP). El checo, el primero de su país que se planta en esta fase de un torneo de categoría mil desde que lo hiciese Tomas Berdych en Madrid 2015 (quien ahora está en el equipo de Lehecka), jugará apenas sin desgaste ante un rival más descansado incluso, un Auger-Aliassime que avanzó sin saltar a pista por el adiós de Sinner.

“Nunca es fácil ganar un partido como este. Si pudiera elegir cómo ganar este encuentro, no sería así. Nunca es fácil ver a tu oponente pasándolo mal. En ese momento solo necesitas centrarte en ti mismo, intentando sacar el máximo nivel. Nunca se sabe qué tipo de lesión es, si simplemente se siente mal o es algo peor. Si le das espacio para recuperarse puede ser malo para ti. Traté de concentrarme en mí. Como se vio al final del primer set, él claramente estaba sufriendo con el movimiento. Mala suerte para él”, lamentó un Lehecka que tuvo el detalle de firmar la cámara con el mensaje “mejórate pronto, Daniil”. Oportunidad de oro en la semifinal de este viernes tanto para el checo como para Auger-Aliassime. El ganador del duelo se mediría en la final con el vencedor del Rublev-Fritz de mañana (16:00, M+ y TDP) en un Madrid Open al que le ha mirado un tuerto en los últimos dos días.

“Ahora mismo Roma corre peligro”

Más tarde, en rueda de prensa, Medvedev dio detalles sobre su lesión. “Fue en un resto, intenté correr rápido y de repente noté mi cadera bloqueada. No podía esprintar, como cuando tienes un espasmo o una rotura muscular. Le pregunté al fisio si podía empeorar, me dijo que si es una rotura sí, y que si es un espasmo no. Intenté jugar, pero mi mente no me permitía ir a tope. Así que, al final del set, vi que si quería continuar tenía que esprintar hasta la red. Si no sentía nada intentaría ir a por más, pero al correr sentí dolor. Vi que no tenía necesidad de seguir. Ahora mismo no puedo decir más. Espero que sepa algo mañana, o pasado, porque normalmente necesitas tiempo para saber qué es y si se trata de algo de cinco días, dos semanas... No lo sé”.

Por ello, el moscovita, que afirmó no haber sentido molestias previamente, reconoció que su participación en Roma, donde defiende título, está en riesgo. “Ahora mismo, definitivamente sí, pero necesito ver las imágenes, hablar con mi equipo. Sí, porque seguro que sería bueno volver allí después de ganar el año pasado, pero necesito ver qué es porque ahora mismo no sé si es muy serio, solo serio o nada serio. Ni idea”, sentenció.

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