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Carlos Alcaraz
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Jannik Sinner
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TENIS | INDIAN WELLS

Alcaraz alcanza su tercera final de Masters 1.000

El español gana al italiano Sinner y llega al partido por el título sin perder un set. Se enfrentará este domingo (00:00) a Medvedev.

Alcaraz alcanza su tercera final de Masters 1.000
JULIAN FINNEYAFP

Carlos Alcaraz lleva tatuadas tres ces en su antebrazo izquierdo, iniciales de la frase ‘cabeza, corazón y cojones’ que su abuelo le repetía como un mantra desde que el número dos del mundo era chico. Y tira de ella en casi todos los partidos, sobre todo en los importantes. El de este sábado en las semifinales de Indian Wells ante Jannik Sinner lo era, y mucho. El español de 19 años lo ganó por 7-6 (4) y 6-3 en 1h52 y el domingo (no antes de las 00:00, Movistar Deportes) jugará la 11ª final, tercera de Masters 1.000 y tercera del año, contra Daniil Medvedev (1-0 para el ruso el cara a cara), sin haber perdido ni un set en el torneo. Un duelo muy esperado con un doble objetivo para Alcaraz: obtener su octavo título y recuperar el número uno en detrimento de un Novak Djokovic que se pierda toda la gira estadounidense de pista dura.

“Estoy feliz con mi actuación ante un jugador realmente bueno, con grandes tiros. Seguro que tendremos una rivalidad de años en los mejores torneos y con grandes partidos. Esto no acaba aquí. No es fácil jugar contra Jannik y sabía que tendría que aumentar mi nivel y sacarme los nervios en el segundo set”, dijo sobre el cuarto enfrentamiento entre ambos, después del que duró cinco horas y 15 minutos y terminó a las 2:50 de la madrugada neoyorquina en el pasado US Open, con victoria de Carlitos en cinco mangas tras levantar un punto de partido. “Soy ambicioso. Quiero jugar contra los mejores. Si quieres serlo, tienes que hacerlo. Daniil es un reto muy difícil, pero estoy preparado y mostraré lo mejor de mí en la final”, advirtió.

El primer set de Alcaraz fue una clara muestra de su inaudita madurez (cabeza). Sin estar imperial, con 23 errores no forzados (solo nueve en el segundo) y una pájara tremenda desde la salida de las bolas nuevas en el 4-3, cuando encajó un parcial de 11-0 en puntos, el murciano fue capaz de sobreponerse. Había empezado bien, con break para el 3-2 ante un rival un pelín tenso, como advertía Juan Carlos Ferrero a un Carlitos que escuchó con paciencia las numerosas instrucciones de su entrenador (“Compite ahí, ¡vamos!”; “Cero emociones, juega tío, como toda la semana”; “Háblate, di quiero jugar el punto”, entre otras). Surtieron efecto en el desempate cuando Alcaraz, que levantó un punto de set en el 6-6, rechazó un derechazo tremendo del transalpino, con un revés muy mejorado (corazón), para ser él esta vez el que tuviera una opción de apuntarse la manga.

A otro nivel

No la desaprovechó y, muy aliviado, salió a por todas en la segunda: 3-0 culminado con un globo increíble (cojones). Tenía que templar los nervios para que Sinner, un chaval excesivamente frío, no se le echara encima otra vez. Estaba claro que aumentaría la agresividad de su tenis. No le quedaba otra. Y Alcaraz no solo aguantó, sino que elevó el nivel y estuvo cerca de romper para ponerse con 5-1 y saque. “¡Vamos, Charly!”, se escuchaba desde una grada en la que estaban el gran Rod Laver, la cantante Pink y la actriz Charlize Theron. Con aplomo y un remate de drive, cerró un triunfo muy importante, que confirma su superioridad sobre las generaciones que preceden a la suya. Ya lo demostró ante Felix Auger-Aliassime. Ahora le temen.