Rafa Nadal finalizó sexto el Campeonato de Baleares para profesionales de golf, empatado con otros dos jugadores. Su debut en un torneo con 'fuego real' terminó con una vuelta de 77 golpes (+4), peor que los 74 que marcó los dos días previos. Su tarjeta total fue de 225 impactos (+9), a 10 del campeón del certamen, Sebastián García. Participaron 23 profesionales y 37 amateurs. Por delante del campeón de 20 Grand Slams, quinta, se clasificó Nuria Iturrioz, profesional que participa en el European Tour y el LPGA, donde ha ganado cuatro torneos.

Nadal fue el protagonista en el Club de Golf Maioris, donde quiso probarse con una de sus pasiones en un torneo de nivel después de haber realizado muchas apariciones en campeonatos sociales y amateur. Él mismo organiza uno benéfico junto a Chema Olazábal. Su hándicap es +0,3, un nivel casi profesional. Otro monstruo hipercompetitivo como Michael Jordan llegó a hándicap 1,2. El tenista le gana en eso.

Nadal (34 años) siente pasión por el golf. ¿Pero se animaría a tomárselo más en serio cuando deje el tenis? Palabras mayores... Ya ha habido trasvases entre los dos deportes. Están los casos de Ellsworth Vines, campeón de Wimbledon y dos veces del US Open en los años treinta y que en 1942 se pasó al golf para ganar tres torneos de la PGA. Frank Conner, a finales de los sesenta, es el único deportista que ha disputado el US Open de tenis y de golf. Y el australiano Scott Drapper, 42º del mundo en 1999 y ganador de Queens, que se ganó la vida en los greenes entre 2005 y 2008. Juan Carlos Ferrero, un exnúmero uno, también tiene el veneno metido en el cuerpo.

El número dos del mundo, que el fin de semana anterior también disputó un torneo, retomará la raqueta para disputar la semana el Masters 1.000 de París-Bercy, torneo que no ha ganado nunca.