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Tenis

Las finales inolvidables de Roland Garros

Roland Garros se celebró por primera vez con esa denominación en 1925 y fue el primer Grand Slam en formar parte de la era Open en 1968. Este domingo se disputa la final y repasamos las mejores: Nadal, Borg, Agassi, Kuerten, Capriati, Evert, Lendl, Federer…

La precocidad de una leyenda como Bjorn Borg durante su carrera deportiva fue extraordinaria. Desde adolescente se codeó con la élite del tenis, como muestra su impresionante triunfo en Roland Garros sobre el español Manuel Orantes en 1974. El sueco, con tan sólo 18 años, tuvo desparpajo y mentalidad suficiente para remontar dos sets adversos ante un experimentado Orantes, que no pudo hacer nada para detener el vendaval de Borg en los tres últimos sets: 2-6, 6-7 (1), 6-0, 6-1, 6-1 mostró el marcador al final de la batalla, con la que el sueco marcó el récord en ese instante de jugador más joven en ganar un Grand Slam.
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La precocidad de Borg

La precocidad de una leyenda como Bjorn Borg durante su carrera deportiva fue extraordinaria. Desde adolescente se codeó con la élite del tenis, como muestra su impresionante triunfo en Roland Garros sobre el español Manuel Orantes en 1974. El sueco, con tan sólo 18 años, tuvo desparpajo y mentalidad suficiente para remontar dos sets adversos ante un experimentado Orantes, que no pudo hacer nada para detener el vendaval de Borg en los tres últimos sets: 2-6, 6-7 (1), 6-0, 6-1, 6-1 mostró el marcador al final de la batalla, con la que el sueco marcó el récord en ese instante de jugador más joven en ganar un Grand Slam.

FOTO:nik wheelerSygma via Getty Images
La rivalidad que mantuvieron Martina Navratilova y Chris Evert en París pasó a la historia del tenis. Por tercer año consecutivo, ambas se medían en la final de Roland Garros, con un título para cada una en las dos anteriores ediciones. El empate lo deshizo Evert en 1986, firmando una remontada espectacular pese a ceder el primer set: 2-6, 6-3, 6-3. Fue muy especial para Evert, ya que supuso su séptima Copa de los Mosqueteros y su 18º major, el último de su carrera.
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La legendaria rivalidad de Evert y Navratilova

La rivalidad que mantuvieron Martina Navratilova y Chris Evert en París pasó a la historia del tenis. Por tercer año consecutivo, ambas se medían en la final de Roland Garros, con un título para cada una en las dos anteriores ediciones. El empate lo deshizo Evert en 1986, firmando una remontada espectacular pese a ceder el primer set: 2-6, 6-3, 6-3. Fue muy especial para Evert, ya que supuso su séptima Copa de los Mosqueteros y su 18º major, el último de su carrera.

FOTO:Thierry OrbanSygma via Getty Images
Puede que no fuera una de las finales de mayor calidad tenística, pero el duelo argentino que protagonizaron en 2004 Gastón Gaudio y Guillermo Coria fue apasionante. Coria era el gran favorito como demostraba su número 3 del ranking. Ganó los dos primeros sets con solvencia (6-0 y 6-3 en una hora de juego) y todo hacía indicar que ganaría el título. Pero después de ir 4-3 arriba en el tercer set y tener cerca la gloria, los nervios se apoderaron de él, hasta tal punto que empezó a sufrir terribles calambres. El argentino apenas podía poner la bola en juego con el servicio y Gaudio ganó el primer y único Grand Slam. La final más dramática.
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Drama argentino

Puede que no fuera una de las finales de mayor calidad tenística, pero el duelo argentino que protagonizaron en 2004 Gastón Gaudio y Guillermo Coria fue apasionante. Coria era el gran favorito como demostraba su número 3 del ranking. Ganó los dos primeros sets con solvencia (6-0 y 6-3 en una hora de juego) y todo hacía indicar que ganaría el título. Pero después de ir 4-3 arriba en el tercer set y tener cerca la gloria, los nervios se apoderaron de él, hasta tal punto que empezó a sufrir terribles calambres. El argentino apenas podía poner la bola en juego con el servicio y Gaudio ganó el primer y único Grand Slam. La final más dramática.

FOTO:MICHAEL KOORENREUTERS
Toda gran historia tiene un comienzo, y el idilio de Rafa Nadal con París no iba a ser menos. En el 2005 comenzó a forjar su leyenda con su primera final y título de Grand Slam en la arcilla de Roland Garros. Antes de que elevara el listón a una altura inalcanzable de 12 Copas de los Mosqueteros, Rafa inició su camino ante el argentino Mariano Puerta, al que batió por 6-7, 6-3, 6-1, 7-5. Con 19 años y dos días se convirtió en el cuarto jugador más joven de la historia en conquistar Roland Garros y el segundo debutante campeón, después de Mats Wilander. También destacan otras finales, como la tremenda superioridad que exhibió ante Federer en 2008 (6-1, 6-3 y 6-0) y el duelo español ante David Ferrer en 2013 (6-3, 6-2 y 6-3).
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Nadal empieza a escribir su historia

Toda gran historia tiene un comienzo, y el idilio de Rafa Nadal con París no iba a ser menos. En el 2005 comenzó a forjar su leyenda con su primera final y título de Grand Slam en la arcilla de Roland Garros. Antes de que elevara el listón a una altura inalcanzable de 12 Copas de los Mosqueteros, Rafa inició su camino ante el argentino Mariano Puerta, al que batió por 6-7, 6-3, 6-1, 7-5. Con 19 años y dos días se convirtió en el cuarto jugador más joven de la historia en conquistar Roland Garros y el segundo debutante campeón, después de Mats Wilander. También destacan otras finales, como la tremenda superioridad que exhibió ante Federer en 2008 (6-1, 6-3 y 6-0) y el duelo español ante David Ferrer en 2013 (6-3, 6-2 y 6-3).

FOTO:ALEXANDER KLEINAFP
De haber sido una final, el encuentro que disputaron Michael Chang e Ivan Lendl en París en 1989 habría estado en uno de los lugares más altos de la historia del tenis, pero solo fueron unos octavos de final. Tras desquiciar y eliminar a Lendl en aquel duelo con sus globos y saques de cuchara, el descarado adolescente se plantó en la final ante un Stefan Edberg que tenía todo de cara para ser campeón. Pero Chang demostró que su legado solo acababa de empezar y que estaba hecho de otra pasta. Un auténtico escapista, capaz de sacarse mil y un recursos de la chistera, que derrotó al gran favorito aquel año para alzar el título con tan solo 17 años: 6-1, 3-6, 4-6, 6-4, 6-2.
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Un saque de cuchara, una final y un título

De haber sido una final, el encuentro que disputaron Michael Chang e Ivan Lendl en París en 1989 habría estado en uno de los lugares más altos de la historia del tenis, pero solo fueron unos octavos de final. Tras desquiciar y eliminar a Lendl en aquel duelo con sus globos y saques de cuchara, el descarado adolescente se plantó en la final ante un Stefan Edberg que tenía todo de cara para ser campeón. Pero Chang demostró que su legado solo acababa de empezar y que estaba hecho de otra pasta. Un auténtico escapista, capaz de sacarse mil y un recursos de la chistera, que derrotó al gran favorito aquel año para alzar el título con tan solo 17 años: 6-1, 3-6, 4-6, 6-4, 6-2.

FOTO:Simon BrutyGetty Images
La edición de 1989 de Roland Garros no solo fue espectacular por Chang, sino también por el cuadro femenino. Arantxa Sánchez Vicario redondeó la rebelión adolescente de aquel año al proclamarse campeona del torneo con 17 años ante la número 1 del mundo, Steffi Graf, que venía de sumar hasta ese momento un total de 41 victorias consecutivas. Gesta histórica.
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Arantxa redondea la fiesta adolescente

La edición de 1989 de Roland Garros no solo fue espectacular por Chang, sino también por el cuadro femenino. Arantxa Sánchez Vicario redondeó la rebelión adolescente de aquel año al proclamarse campeona del torneo con 17 años ante la número 1 del mundo, Steffi Graf, que venía de sumar hasta ese momento un total de 41 victorias consecutivas. Gesta histórica.

FOTO:Bertrand Rindoff PetroffGetty Images
Pese a su gran tradición en la historia del tenis, Roland Garros no ha contado con la fortuna de coronar a muchos campeones del país. Concretamente, a día de hoy se conforman con haberlo hecho con uno. Fue el caso de Yannick Noah, único francés hasta la fecha que ha conquistado el grande parisino. En 1983 doblegó al favorito y defensor del título, Mats Wilander, titánica final: 6-2, 7-5 y 7-6.
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Noah, el único francés profeta en su tierra

Pese a su gran tradición en la historia del tenis, Roland Garros no ha contado con la fortuna de coronar a muchos campeones del país. Concretamente, a día de hoy se conforman con haberlo hecho con uno. Fue el caso de Yannick Noah, único francés hasta la fecha que ha conquistado el grande parisino. En 1983 doblegó al favorito y defensor del título, Mats Wilander, titánica final: 6-2, 7-5 y 7-6.

FOTO:STFAFP
En 2001, Jennifer Capriati firmó uno de los mejores años de su carrera, quizás el mejor. Tras ganar el Open de Australia, la estadounidense se presentó en París como cabeza de serie número 4 y dispuesta a todo. No gozaba del mayor favoritismo en esta superficie, pero demostró un estado de forma y mentalidad tremendas. La belga Kim Clijsters suponía un terrible escollo en la final y más teniendo en cuenta que arrasó en el primer set: 1-6. Pero Capriati no se vino abajo lo más mínimo y se llevó el título después de un interminable y legendario tercer set: 12-10.
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La final interminable

En 2001, Jennifer Capriati firmó uno de los mejores años de su carrera, quizás el mejor. Tras ganar el Open de Australia, la estadounidense se presentó en París como cabeza de serie número 4 y dispuesta a todo. No gozaba del mayor favoritismo en esta superficie, pero demostró un estado de forma y mentalidad tremendas. La belga Kim Clijsters suponía un terrible escollo en la final y más teniendo en cuenta que arrasó en el primer set: 1-6. Pero Capriati no se vino abajo lo más mínimo y se llevó el título después de un interminable y legendario tercer set: 12-10.

FOTO:Alex LiveseyGetty Images
Roger Federer perdió tres finales consecutivas frente a Rafa Nadal en Roland Garros, lo cual invita a la reflexión de dónde habría sido capaz de elevar su leyenda el suizo de no ser por el balear. Y a la cuarta oportunidad que tuvo, sin Nadal en el camino, el de Basilea no desperdició la oportunidad. En 2009 se midió con Robin Soderling, verdugo de Nadal, en una final que le permitió completar el Grand Slam en su palmarés.
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Federer rompe la hegemonía de Nadal

Roger Federer perdió tres finales consecutivas frente a Rafa Nadal en Roland Garros, lo cual invita a la reflexión de dónde habría sido capaz de elevar su leyenda el suizo de no ser por el balear. Y a la cuarta oportunidad que tuvo, sin Nadal en el camino, el de Basilea no desperdició la oportunidad. En 2009 se midió con Robin Soderling, verdugo de Nadal, en una final que le permitió completar el Grand Slam en su palmarés.

FOTO:VINCENT KESSLERREUTERS
Antes que Federer hubo otro tenista que experimentó el amargo sabor de la derrota en Roland Garros. Fue Andre Agassi, quien perdió dos finales consecutivas en París, pero no la tercera. En 1999, el estadounidense cerró el círculo ante Andrei Medvedev, ganando el último Grand Slam que quedaba en su palmarés con una remontada antológica: 1-6, 2-6, 6-4, 6-3, 6-4.
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Agassi cierra el círculo

Antes que Federer hubo otro tenista que experimentó el amargo sabor de la derrota en Roland Garros. Fue Andre Agassi, quien perdió dos finales consecutivas en París, pero no la tercera. En 1999, el estadounidense cerró el círculo ante Andrei Medvedev, ganando el último Grand Slam que quedaba en su palmarés con una remontada antológica: 1-6, 2-6, 6-4, 6-3, 6-4.

FOTO:JACKY NAEGELENREUTERS
Ivan Lendl ganó tres títulos de Roland Garros en su carrera, pero ninguno tan duro como el de 1984, el primero de ellos. Ya sabía lo que era jugar una final, y perderla, ante el gran Borg, una experiencia que le sirvió ante otro hueso durísimo como John McEnroe. El estadounidense era el dominador del circuito aquel año en el que llegó a dicha final sin haber perdido ni un solo partido. Pero el checo rompió la racha gracias a una proeza inolvidable, remontando dos sets: 3-6, 2-6, 6-4, 7-5, 7-5. Histórico.
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La proeza de Lendl

Ivan Lendl ganó tres títulos de Roland Garros en su carrera, pero ninguno tan duro como el de 1984, el primero de ellos. Ya sabía lo que era jugar una final, y perderla, ante el gran Borg, una experiencia que le sirvió ante otro hueso durísimo como John McEnroe. El estadounidense era el dominador del circuito aquel año en el que llegó a dicha final sin haber perdido ni un solo partido. Pero el checo rompió la racha gracias a una proeza inolvidable, remontando dos sets: 3-6, 2-6, 6-4, 7-5, 7-5. Histórico.

FOTO:Steve PowellGetty Images
En 1998, Carlos Moyá volvió a encumbrar al tenis español en París. El mallorquín puso fin a una sequía de varias temporadas, desde que Sergi Bruguera alzase el título en 1994 precisamente ante su compatriota Alberto Berasategui, derrotando en la final a Álex Corretja, amigo y compañero de fatigas en la Copa Davis. Después de ese curso todavía llegarían dos finales más con total protagonismo español: Albert Costa y Juan Carlos Ferrero en 2002 y Rafa Nadal y David Ferrer en 2013. Costa y Nadal se llevaron el título.
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Finales con aroma español

En 1998, Carlos Moyá volvió a encumbrar al tenis español en París. El mallorquín puso fin a una sequía de varias temporadas, desde que Sergi Bruguera alzase el título en 1994 precisamente ante su compatriota Alberto Berasategui, derrotando en la final a Álex Corretja, amigo y compañero de fatigas en la Copa Davis. Después de ese curso todavía llegarían dos finales más con total protagonismo español: Albert Costa y Juan Carlos Ferrero en 2002 y Rafa Nadal y David Ferrer en 2013. Costa y Nadal se llevaron el título.

FOTO:JACKY NAEGELENREUTERS
A final de la década de los 90 y principios de los 2000 hubo un nombre propio en la historia de Roland Garros: Gustavo Kuerten. El brasileño estableció una pequeña hegemonía en un período de cinco años, donde ganó hasta tres ediciones del major parisino. La más mítica tuvo lugar en 2001 ante Álex Corretja, que perdió su segunda final en París pese a ganar el primer set: 6-7, 7-5, 6-2, 6-0.
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La ‘Era Kuerten’

A final de la década de los 90 y principios de los 2000 hubo un nombre propio en la historia de Roland Garros: Gustavo Kuerten. El brasileño estableció una pequeña hegemonía en un período de cinco años, donde ganó hasta tres ediciones del major parisino. La más mítica tuvo lugar en 2001 ante Álex Corretja, que perdió su segunda final en París pese a ganar el primer set: 6-7, 7-5, 6-2, 6-0.

FOTO:JEAN-PAUL PELISSIERREUTERS