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MASTERS 1.000 CINCINNATI

Protocolo coronavirus en el Masters Cincinnati 2020: ¿qué pasa si un jugador da positivo?

El torneo estadounidense se disputará este año en Nueva York por la situación de la pandemia, en las instalaciones del US Open.

Jugadores y entrenadores caminan por las instalaciones del US Open.
MATTHEW STOCKMANAFP

El regreso del tenis en el Masters 1.000 de Cincinnati (22 al 28 de agosto) será mirado con lupa en todo el mundo por los riesgos que conlleva un evento de este tipo en el contexto actual. Pero también se observará con atención las posibles consecuencias de llevarlo a cabo en el país del mundo más afectado por la pandemia.

Además de decidir un cambio de sede, siendo las instalaciones del US Open en Nueva York las que acojan el Masters de Cincinnati, la organización del torneo ha establecido unos estrictos protocolos para garantizar la seguridad de jugadores, técnicos y miembros de la organización (no habrá público) y evitar contagios por COVID-19.

Alojamiento

La organización ha obligado a los tenistas a hospedarse en dos hoteles concretos: el Long Island Marriott y el Garden City. Ambos se hallan a unos 30 minutos de Flushing Meadows, pero fuera de los límites de la ciudad de Nueva York y alrededor de una hora en coche del centro de Manhattan. También les ha dado la posibilidad de hospedarse en casas privadas junto con algunos huéspedes, aunque los deportistas solo se pueden trasladar para los partidos.

Creación de la 'burbuja'

La propia Stacey Allaster, directora del US Open, se encuentra junto con los tenistas y sus equipos en el "ambiente centralizado", al que en varias ocasiones se refirió como "burbuja". En ella, los tenistas dispondrán de todo lo que necesiten: alojamiento cómodo, tests médicos, transporte, instalaciones de entrenamiento, entrenadores, fisioterapeutas y varios servicios de alimentación.

Medidas para controlar contagios

El sistema principal por el que la USTA pretende proteger a todo el que esté involucrado en el US Open se divide en tres categorías: la primera incluye jugadores, su equipo, sus huéspedes y el personal del torneo, por lo que este grupo está formado por unas 1.000 personas. La segunda, formada por los trabajadores de los equipos de televisión que acudirán a los partidos, junto al puñado de periodistas y fotógrafos acreditados para cubrir los partidos en los estadios, aunque este grupo, según la USTA, tendrá muy poca interacción con los demás. La tercera, formada por otro tipo de personal del estadio, como agentes de seguridad en la zona de aparcamiento o comerciantes, que tendrían aun menos interacción.

Según el médico que ha supervisado todo el protocolo, Bernard Camins, que también es el director médico en el departamento de Prevención de Infecciones del prestigioso grupo hospitalario Mt. Sinai, los tenistas que llegan para jugar el torneo son sometidos a dos tests de coronavirus en los primeros cuatro días de su estancia, y hasta que no reciban un negativo de la primera prueba, no podrán salir de su habitación. Al margen de esas dos primeras pruebas, los atletas serán sometidos a frecuentas pruebas de coronavirus durante el torneo, y una vez que empiece la competición, cualquier jugador que dé positivo quedará automáticamente descalificado. Evidentemente, el uso de mascarilla será obligatorio para todos los miembros de la 'burbuja' (salvo los tenistas durante los partidos), además del distanciamiento social.