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MENTALIDAD IMPARABLE

Cabeza y corazón: Carlos Alcaraz toma la palabra y nos hace vibrar con su esencia

Analizamos el mindset de la promesa consagrada del tenis internacional: Carlos Alcaraz.

08/05/22
 MUTUA MADRID OPEN 2022
 CARLOS ALCARAZ - ALEXANDER ZVEREV
CHEMA DIAZDIARIO AS

No hizo falta sufrir en la final. Ya lo hicimos sobradamente en cuartos y semis contra Rafa Nadal y Novak Djokovic, respectivamente. Carlos Alcaraz -Carlitos, por lo de joven (recién ha cumplido 19)- no ha tomado el relevo, no. No será el próximo Rafa Nadal. Será algo mucho mejor: será Carlos Alcaraz, como ha dejado claro a lo largo y ancho de todo el Mutua Madrid Open. Ha tomado la palabra.

Por mucho que insistan en ver maneras y formas de Nadal, Nadal es Nadal, y quizá deberíamos no jubilarle antes de tiempo, a tenor de la temporada que lleva sus espaldas. Pero pongamos el foco en el protagonista del fin de la semana: Alcaráz está marcando su propio camino y eso es lo mejor de todo. Tiene su propia fórmula, sus propias genialidades, sus gestos y, por supuesto, sus propios errores. Y esa es la mejor noticia de todas.

Carlos Alcaraz es joven y -como pronostican quienes más saben- no se atisba aún el techo capaz de frenar su ascensión. El secreto no es secreto, es más bien lógica: trabajar mucho y disfrutar, como dijo al concluir el partido contra Alexander Zverev. Hoy vamos a analizar las siete cualidades que lo distinguen y que lo convierten en firme a candidato a ser lo que él quiera: número uno del mundo. Y lo que queremos todos: que marque su propia época.

Riesgo

Si vamos a jugar, vayamos a por todas. El estilo de Carlos es claramente arriesgado, y si alguien no lo sabía, la semifinal contra Djokovic lo dejó claro. Arriesgar no siempre es sinónimo de acertar, pero si, como demostró en semis, es capaz de leer sus errores y neutralizarlos en el mismo partido, bienvenido sea el riesgo.

Atrevimiento

Muy relacionado con lo anterior. Alcaraz se atreve. Asume riesgos y se atreve a cruzar límites nuevos. Es un jugador que muestra más descaro ante sus rivales, siempre con respeto, y que tiene la difícil tarea de controlar cierto ímpetu e impulsividad que la juventud le imprimen por defecto. Un trabajo que ya hemos podido ver durante el torneo.

Concentración

Meterse en el partido y no salir de él aunque vengan bien dadas. El peligro de la autoconfianza le acompaña en cada punto y ante rivales que saben aprovechar sus errores de juventud, conviene permanecer más alerta que nunca. Carlos -porque es el momento de dejar de llamarle Carlitos- fue un bloque a lo largo de los 62 minutos de final.

Carisma

Alcaraz disfruta y hace disfrutar, una premisa que también define a un grande que se dejó ver en la Caja Mágica: Marc Márquez. El público acompañó e impulsó a Carlos y este no defraudó, porque no hay nada que le guste más que jugar a tenis y eso se deja notar en la grada.

Olfato

Su entrenador, Juan Carlos Ferrero, dijo de él en una entrevista: “Cuando Alcaraz huele sangre, es como un tiburón. Cuando tiene las oportunidades delante, no titubea demasiado. Siempre hablamos de que es mejor intentar ir a ganarlas con su juego, desprendiendo todo su potencial, que no perderlas por no querer que se te escapen. A veces le cuesta algún error que otro, pero le da más alegrías que tristezas”. No hace falta añadir nada.

Velocidad

Carlos es rápido, rapidísimo, y como decimos, no duda. También es fuerte y resistente. Su potencia física, aún en construcción, no ha tocado techo y esa es una maravillosa noticia porque no solo de mentalidad vive el deportista: su técnica, táctica y físico son demoledores y salta a la vista. Su rival, Zverev, no dudo en deshacerse en elogios y coronarlo como el tenista que está en mejor forma del mundo actualmente.

Disfrutón

Sus dejadas, esa marca de la casa que nos acelera el corazón cada vez que tiene oportunidad -y no son pocas- son una evidencia. Carlos quiere jugar y pasarlo bien mientras juega, probando, experimentando, buscando fórmulas y reinventando otras. Solo esperamos que no se canse nunca de disfrutar.

Deportividad

Saber ganar es tan importante como saber perder. En definitiva, saber jugar, con honor y respeto por el juego. Tener ambición no resta generosidad con el rival y Carlos Alcaraz parece estar hecho de esa pasta. Repetir un punto que el árbitro había quitado por error a un rival, como sucedió en el Masters 1.000 de Miami, lo ilustran perfectamente.

De todas estas cualidades, me gustaría poner el valor una más: la fortaleza mental. ¿Qué es la fortaleza mental en el deporte? Es la capacidad de observar y gestionar tus pensamientos, emociones y acciones, para entregar lo mejor de ti y hacer tu mejor juego, en cualquier situación, independientemente del resultado. Cuando jugando contra Djokovic Juan Carlos Ferrero se tocaba la cabeza no hacía otra cosa que señalarle la clave del partido: la fortaleza mental. Si quieres saber más sobre esta increíble capacidad y cómo aumentarla no te pierdas este artículo.