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MENTALIDAD IMPARABLE

Xavi ante el abismo: el peso del pasado, el reto del futuro

Analizamos el liderazgo de Xavi: una dirección común en un equipo que ha perdido el norte.

08/11/21 FC BARCELONA ACTO PRESENTACION DE XAVI HERNANDEZ COMO NUEVO ENTRENADOR
Rodolfo MolinaDIARIO AS

El aterrizaje de Xavi en el Barça es la antesala de una historia apasionante de reconstrucción de una identidad fulminada por malos -o tibios- resultados y, sobre todo, por un juego deficiente y sin brillo. Desde la destitución de Valverde, ni Setién ni Koeman han sabido corresponder la confianza del exigente club con el mínimo denominador común que se le presupone a un equipo de su nivel y jugadores.

Llega por fin Xavi, eterna promesa y ‘joven’ leyenda, a un club que ya no permite el mínimo error porque el bueno de Koeman ha cometido demasiados y se ha quedado sin tiempo. Los suyos: técnicos, tácticos, emocionales. No ha logrado enganchar al equipo a ninguna competición, a excepción de una Copa del Rey que no fue, ni de lejos, lo que el barcelonismo esperaba.

Xavi regresa al Barça, a su casa, como regresó Guardiola y como en los noventa hizo Cruyff. Jugadores venerados, retirados y reclamados años después para reflotar un equipo en crisis de identidad y juego manifiesta. Xavi recoge el testigo y asume el verdadero reto de un entrenador: el (buen) liderazgo. Un liderazgo no es una cuestión de ego ni de presencia, tampoco de carisma en términos mediáticos, sino más bien un trabajo en la sombra. Es necesario permanecer en un segundo plano para que sean los demás quienes brillen. Xavi ha aprendido de un gran maestro del liderazgo con quien ha ganado todo lo que un jugador puede ganar -Guardiola- quien a su vez hizo lo propio de otro gran líder: Cruyff. Sus resultados los hicieron brillar y no al revés.

No hay equipo si no hay líder. El líder no es una figura que ensalzar, sino que seguir. Alguien que recorre un camino, el mismo, y que marca una dirección común para todos. Es una brújula y, como tal, no improvisa. Si la figura del líder se diluye, los jugadores se mantendrán en el terreno de juego, pero no busquéis un equipo en él, porque no lo habrá. El FC Barcelona necesita un líder que Koeman nunca fue. Pudo ser un emblema de aquel Dream-Team y una leyenda a la que agradecer aquella primera Champions del 92. Pero Koeman erró como líder. Cuando un líder desaparece, el futuro del equipo peligra y eso es lo que tiene el Barça en la mesa: un buen conjunto de títulos en peligro.

Para revertir el modelo y construir uno propio, es necesario mantener propósito, meta y enfoque, del equipo y de cada uno de los integrantes. Es la primera tarea del líder. No olvidemos que Xavi ya era líder como jugador: alguien que sabía leer el juego desde el centro como capitán. Alguien que calmaba, que repartía, que señalaba, que temblaba, que exigía. Si Xavi sabe extrapolar esos valores del campo al vestuario, logrará buenos resultados. El cómo será cosa suya y ya ha dejado entrever su visión en frases como: “Quiero que mis jugadores entiendan que jugar bien es la mejor forma de ganar”.

Su ideario, si lo hace efectivo, tiene más de hechos que de palabras y eso es algo que también debe caracterizar a un buen líder: "Normas, exigencia y trabajo para devolver al equipo a la excelencia". De la excelencia ya hemos hablado aquí muchas veces. Excelencia es un camino para la mejora. Perfección es un sueño. Para mejorar, Xavi propone -o exige- exigencia, trabajo y reglas porque, como él mismo ha dicho, "cuando se ha tenido un orden, el Barça ha ganado".

Por otro lado, Xavi debe tejer la confianza y el compromiso: el segundo elemento (compromiso) requiere forzosamente al primero (confianza). Sin confianza no hay compromiso. El compromiso se construye haciendo converger los intereses individuales y los del equipo. Saber guiar el talento individual hacia una meta común y hacerlo colectivo. Porque es el talento de equipo y no el individual el que logra las victorias. Como bien dijo Puyol: "Ganar, perder o empatar forma parte del deporte. Que nos sintamos orgullosos de nuestro equipo no tiene que depender del resultado, sino del esfuerzo y el compromiso".

Lao-Tzu describía así el liderazgo de equipos: “El mejor líder es aquel cuya existencia no nota la gente”. Xavi no necesita halagos ni amenazas, sino tiempo para construir un proyecto que vaya más allá del mínimo imprescindible: salvar la temporada. Si quieres conocer otra historia de (buen) liderazgo, alzamos el vuelo para acercarnos a la de Domingo Ureña, uno de los líderes del sector aeroespacial en España cuya trayectoria se acerca y mucho a los preceptos de Xavi, porque “si eres líder de equipo el primero que tiene que creer en el proyecto eres tu mismo”.