Entre los españoles de mi generación, Saint-Tropez tuvo gran nombradía porque era el lugar de veraneo de Brigitte Bardot, la bomba sexual de los sesenta
PorAlfredo Relaño
Entre los españoles de mi generación, Saint-Tropez tuvo gran nombradía porque era el lugar de veraneo de Brigitte Bardot, la bomba sexual de los sesenta