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La muerte más absurda de ‘Juego de Tronos’ es la de uno de los personajes más poderosos de la serie
En las temporadas finales la escala de poder comenzó a desequilibrarse y hasta los dragones sufrieron los estragos de la guerra.
A lo largo de las ocho temporadas de ‘Juego de Tronos’ miles de personajes han pasado a mejor vida. La guerra entre los nobles de Poniente ha sembrado la muerte y la destrucción, algo habitual en el universo de fantasía de George R.R. Martin. Entre tanta carnicería, cuellos cortados y miembros amputados se encuentran civiles, soldados y grandes señores, pero también otras criaturas como gigantes, muertos y dragones. En total, se han visto en pantalla casi 7.000 asesinados, pero ¿cuál es la muerte más absurda?
Esta pieza contiene spoilers de la última temporada.
Daenerys Targaryen, madre orgullosa de dragones, se pasó años urdiendo planes para reclamar su posición como reina de los Siete Reinos, un título que cree suyo por derecho. Tras la extinción de estos reptiles, solo quedaban algunos huevos no eclosionados, de los que nacieron Viserion, Rhaegal y Drogon. Los poderosos reptiles son como un arma de destrucción masiva, unos seres casi místicos e imbatibles. Sin embargo, por muy feroces y gigantescos que sean no son inmortales. La princesa lo descubrió por las malas cuando el Rey de la Noche lanzó una lanza de hielo que atravesó las gruesas escamas de Viserion. El dragón pasó a ser esclavo de los muertos, un enemigo formidable al que tuvieron que enfrentarse durante la Larga Noche.
La batalla final contra las huestes de los muertos se saldó con la victoria de Poniente, que dejó aparcados sus conflictos porque no les quedaba otra: o se aliaban unos con otros o no quedaría ni Trono de Hierro ni gente a la que gobernar. Pero cuando esa amenaza desapareció los viejos conflictos volvieron a salir a la luz. Tanto Rhaegal como Drogon sobrevivieron solo para volver a presentar batalla en la guerra por el trono. Como ya se explicó en temporadas anteriores, Cersei había ordenado buscar el punto débil de los dragones, así que se las ingeniaron para fabricar una ballesta con flechas capaces de traspasar la piel de los reptiles.
La muerte de Rhaegal y la escala de poder
A Euron Greyjoy le bastaron dos flechas para acabar con Rhaegal en un abrir y cerrar de ojos. En segundos se cargó a una de las criaturas más poderosas sin ningún esfuerzo. A continuación, la flota de Greyjoy disparó un montón de saetas al mismo tiempo, por lo que Daenerys huyó a lomos de Drogon mientras el cuerpo de Rhaegal se hundía en el océano.
Está claro que los dragones son mortales y que es posible asesinarlos, pero la escena es tan rápida que da la sensación de que hacerlo es muy fácil. Por ejemplo, en ‘El Hobbit: La Guerra de los Cinco Ejércitos’, el dragón Smaug perece de forma similar, pero a su ejecutor le cuesta acertar, porque el artilugio es pesado y difícil de manejar. Más allá del golpe de efecto que supone la muerte inesperada de Rhaegal, el cómo se plasma en pantalla traspasa la barrera de lo absurdo. A la bestia la despojan de su misticismo y su poder queda completamente desdibujado. Llama la atención que más adelante, cuando Cersei organiza la defensa de Desembarco del Rey, ninguno de los ballesteros acierta a Drogon, mientras que Euron pudo asestar dos flechazos mortales sin despeinarse.
Además de ‘La Casa del Dragón’ y de ‘El Caballero de los Siete Reinos’, los spin-off de ‘Juego de Tronos’, se está preparando un videojuego para móviles protagonizado por Jon Nieve, en el que el Guardián de la Noche tendrá que luchar contra los muertos.