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La intro más surrealista y perturbadora de ‘Los Simpson’ y su significado oculto
Analizamos pormenorizadamente el gag del sofá de Don Hertzfeldt, uno de los couch gags más terroríficos y existencialistas de ‘Los Simpson’.
Una serie tan veterana como ‘Los Simpson’ está repleta de secretos y curiosidades de todo tipo. Sus gags del sofá, que es como se denominan sus peculiares intros, se han convertido en una de las señas de identidad de la serie gracias a su humor y su originalidad. No obstante, en el caso que nos ocupa, esta intro en particular es una de las más siniestras y surrealistas de sus más de treinta años de historia: el gag del sofá creado por Don Hertzfeldt. Lo analizamos en profundidad para explicar su significado oculto:
El gag del sofá de Don Hertzfeldt en ‘Los Simpson’: una intro inesperadamente siniestra y repleta de terror existencial
El denominado gag del sofá de Don Hertzfeldt es una intro especial de la serie ‘Los Simpson’ que se emitió por primera vez en el episodio Payaso Triste, el primero de la temporada 26, estrenado el 28 de septiembre de 2014. El vídeo se puede ver justo debajo:
Lo que comienza como una broma habitual, pronto toma un giro tan perverso como surrealista. Homer Simpson se sienta en el sofá con un mando de televisión que le permite avanzar y retroceder en el tiempo. Tras un retroceso inicial a la fecha de estreno de la serie, incluyendo un cambio de aspecto en Homer, posteriormente viaja al futuro lejano: el “36,4 de septiembre de 10.535”, que es cuando se emite el “capítulo 164.775,7″ de ‘Los Sampsan’.
Esta versión de un futuro lejano de Homer es “Homar Sampsan”, un alienígena cefalópodo monocromo que solo es capaz de decir “D’oh!” de forma monótona. Homar llama al resto de su familia para que vayan con él, pero son criaturas igualmente inquietantes: Lisa es “Leezuh Sampsan”, una alienígena de un solo ojo con una boca alargada que solo sabe decir “’I am Simpson!”, Bart es “Brt Sampsan”, una masa de carne de la cual su cráneo sobresale y solo repite “Don’t! Don’t have cow, man!”, y Marge es “Marj Sampsan”, un alienígena que es, a grandes rasgos, una masa de pelo azul.
La pequeña Maggie es “Maagi Sampsan”, un horripilante ser cambiaformas que puede flotar por el aire. Marj Sampsan emite consignas tan crípticas como perturbadoras, como “All hail the dark lord of the twin moons!” (¡Saludad todos al señor oscuro de las lunas gemelas).
Pero de pronto, una ventana representada con imagen real en contraste con la animación aparece, y Homar tiene flashbacks a “episodios anteriores” donde tanto él como el resto de miembros de su familia siguen siendo criaturas imposibles y horriblemente mutadas. En dos instancias distintas, la versión corrupta de Marge le dice “todavía te quiero” y “nunca te olvidaré”.
Finalmente, un Homar Sampsan resignado, suelta un “D’oh!” final, aceptando su situación. Esta introducción de unos dos minutos de duración tiene varias posibles lecturas. Por un lado, se trata de una autocrítica hacia el envejecimiento de la serie y la percepción general de su falta de originalidad, donde los miembros de la familia Simpson (o “Sampsan” en el futuro) han mutado de forma horrible, caótica, y en la mayoría de los casos cada uno de ellos ha quedado reducido a su mínima expresión. Lisa, por ejemplo, solo repite “Soy una Simpson”, siendo este hecho factual la única forma que tiene de comunicarse la miembro más inteligente de la familia. Bart, de forma similar, repite incansablemente una de sus muletillas, afianzando su estatus como “el chistoso”.
Por otro lado también puede ser interpretada como una crítica al avance tecnológico y comercial sin límites, que lleva a una total deshumanización. En el gag del sofá se hace referencia varias veces a que se compren productos oficiales de la “versión futurista” de la serie, incluyendo el hecho de que también se puede “emitir” el capítulo directamente en tu “exo-cráneo”.
Por último, pero no menos importante, esta intro también representa la perturbadora y nihilista forma de ver a los personajes que tiene Don Hertzfeldt, conocido por su humor absurdo y su estilo surrealista. Las imágenes grotescas y desorientadoras mostradas en rápida sucesión son a la vez un tributo a su propio estilo y también sirven para crear una atmósfera inquietante que puede simbolizar la ausencia del control sobre el destino y la imposibilidad de escapar de la repetición. Esto último resuena con el hecho de que la familia Simpson, como personajes de televisión, están atrapados en un ciclo interminable de episodios.
En resumen, este gag del sofá se ha convertido en uno de los más recordados debido al súbito cambio de tono y estética en comparación con el estilo habitual de la serie. Es una introducción que puede sorprender por completo a los espectadores, y desde su estreno en 2014, ha dado lugar a numerosas teorías e interpretaciones.
Los gags del sofá, un clásico de ‘Los Simpson’
Los gags del sofá, conocidos en inglés como couch gags, son una broma recurrente en ‘Los Simpson’ desde casi el inicio de la serie. Esencialmente son diferentes versiones de la familia Simpson sentándose en su sofá para ver televisión. El primero apareció en el episodio Bart el Genio, el segundo capítulo de la primera temporada, emitido originalmente en 1990.
Con el paso de los años estos gags han ido ganando tanto en variedad como en complejidad. Mientras que en las primeras temporadas duraban solo unos segundos, en episodios más recientes algunos pueden extenderse durante más tiempo, especialmente en capítulos especiales.
Dado que los couch gags rara vez se repiten, verlos se ha convertido en uno de los atractivos del inicio de cada episodio. Matt Groening y el equipo de producción continúan sorprendiendo a los espectadores con nuevas ideas y ocurrencias en cada temporada.