Cómic
‘Tras las líneas enemigas’. La última obra de Carlos Pacheco
Dolmen publica a título póstumo el segundo volumen de ‘Arrowsmith’ en una edición especial por su contenido emocional y artístico.
Carlos Pacheco fue durante muchos años el gran icono del cómic español dentro del universo de superhéroes estadounidense, por sus lápices pasaron todos los grandes personajes de Marvel y DC y dentro de su vasta obra, ‘Arrowsmith’ fue su creación más personal. Una apuesta que, junto a su amigo el guionista Kurt Busiek, le alejaba de su zona de confort para crear uno más de esos universos en los que tan bien se manejaba el gaditano.
‘Tras las líneas enemigas’ vuelve a ubicarse temporalmente en esa I Guerra Mundial alternativa en la que magia y máquinas conviven de manera natural. La historia avanza seis meses y abarca un nuevo arco narrativo que traslada al protagonista, Fletcher Arrowsmith, al interior de Prusia en una misión encubierta.
Universo expandido
El relato ofrece la oportunidad de apuntalar conceptos esbozados ya en el primer tomo y expandir el conocimiento de la nueva realidad que estaban creando Busiek y Pacheco. El personaje principal ya no es un joven inexperto recluta norteamericano, aunque a pesar de los horrores de la guerra sigue conservando un aire idealista.
Si en ‘Tan elegantes con sus bonitos uniformes’ se hacía un crudo relato de la guerra de trincheras y de las atrocidades que cometían ambos bandos, en este tomo los autores vuelven a transitar por paisajes grises en los que se describen otros aspectos del conflicto como los campos de prisioneros y el mundo del espionaje.
Grupo Salvaje
La película de Sam Peckinpah fue el gran homenaje a un Oeste que ya no existía y a unos hombres cuyo tiempo vital no encajaba en el nuevo marco temporal, un último golpe en el que nada tenían que demostrar, pero en el que dejaban marcado a sangre y fuego los valores que les convirtieron en leyendas. ‘Tras las líneas enemigas’ es la última cabalgada de un genio que tampoco nada tenía que demostrar, pero que seguía manteniendo intactos la ilusión y el talento natural que poseía: “antes que dibujante de superhéroes fui dibujante”.
En este tomo Carlos Pacheco demuestra por qué es una leyenda del cómic en todo el mundo: excelente dominio de la anatomía, la gran armonía que hay en las viñetas con encuadres cuidados al máximo, su gusto por el detalle y la enorme capacidad para manejar todo tipo de registros: retratos, secuencias de acción, paisajes… Es un estructurista de primera categoría con una disposición que favorece la narrativa, luciendo su habilidad tanto en splashpages como en páginas con retícula clásica. En resumen, una clase magistral en toda regla en un trabajo donde se nota más que otras veces su preferencia por los clásicos europeos (Moebius, Uderzo…).
Los extras
Hay que agradecer a Dolmen traer esta obra inédita en nuestro país y hacerlo con una edición que es muy especial. En primer lugar, porque está impresa en tinta mezclada con las cenizas de Carlos Pacheco, como fue su deseo, y en segundo, porque está cuidada con un gran mimo: calidad de papel, extras que incluyen una magnífica y emotiva entrevista a Busiek, bocetos a lápiz de Carlos, las portadas originales y sus alternativas… Todo un lujo.
Y ahora qué
Uno de los pocos peros que puede ponerse a ‘Tras las líneas enemigas’ es que su final tan abierto, un cliffhanger de manual, despierta dudas sobre el futuro de la saga. Pero como el propio Busiek confirma en la entrevista final del tomo, el deseo de Carlos Pacheco fue que la obra persistiera más allá de su muerte y, con casi toda probabilidad, será Jesús Merino, amigo del dibujante, quien se hará cargo del tercer volumen.