Cine
‘The Killer’, crítica. Frío ensayo sobre un asesino profesional
David Fincher construye una película de notable factura y magnífica interpretación, pero que no alcanza el clímax.
Fassbender es un asesino a sueldo extremadamente perfeccionista, aunque no infalible puesto que falla el encargo. Al ser castigado por ello, utiliza toda su destreza en el oficio para llevar a cabo una despedida venganza.
Este argumento sencillo y efectivo esta recubierto de una atmósfera a lo Fincher. La peli me tiene que gustar. Entonces, ¿Por qué no funciona del todo?
Un arranque de maestro
El apabullante comienzo deja las cejas y las expectativas del espectador por las nubes, pero la película nunca llega tan alto durante el resto de su metraje. Todo es perfecto menos lo más importante.
Tal vez Fincher se haya mimetizado tanto con la perfección y falta de empatía del protagonista que lo plasma en la película. Está cuidada hasta el detalle, pero falla el tiro definitivo. O tal vez, sea una genialidad de Fincher para hacernos sentir el vacío de errar un tiro en el momento cumbre.
Una película de un solo actor
Michael Fassbender es dueño y señor de cada plano, escena, secuencia y lo que salga en la película. Y aunque no tiene esa frescura de Fish Tank o Shame, sostiene la película con su presencia y su clase como actor. Que no se me malinterprete, no es su culpa que la película no culmine, al contrario. En cuanto al resto del elenco, podría decirse que no hay secundarios, más bien son casi episódicos, lo que no da muchas opciones de dejar brillar al resto de los actores. Bueno, sí, sale Tilda Swinton a robar planos, pero como digo es solo un pequeño papel.
Volviendo al argumento, no es la primera vez que Fincher nos presenta un pastel sin guinda. Zodiac nos deja sin resolución, nos deja sin conseguir nuestra venganza y por lo tanto vulnerables. Pero el resultado es otro en cuando a escenas memorables, pero eso no quiere decir que no haya calidad en El asesino. La película tiene un buen ritmo, es ligera y trepidante. Y no sería justo decir que solo se deja ver, entretiene y no solo eso, además, tiene un punto muy interesante y es que nos hace participes de la moral del asesino como pocas películas lo consiguen. De una forma muy dura Fincher nos obliga a ir de la mano de Fassbender tanto en los momentos de puro entretenimiento, como en los que debe hacer su trabajo sin empatizar con la víctima. Esa parte está muy conseguida.
Oxímoron
Dicho esto, recomiendo la película a los usuarios de Netflix. Pues en realidad tiene momentos tan buenos que son de obligado disfrute. Y aunque no esté disponible en salas, Fincher ha hecho una película estéticamente muy poco televisiva. Esa profundidad, esos contrastes entre claros y oscuros piden una sala de cine a gritos, a pesar de sus últimas declaraciones ¿Estará jugando con los periodistas como hacían Wells o Fellini?
Con todo y con eso, es de agradecer los esfuerzos del propio Netflix por hacer producciones de autor. Quedando la película muy por encima de la media de las últimas incorporaciones del catálogo de Netflix. Sin desmerecerlo, es un catálogo lleno de joyas.
En conclusión, el asesino no es la primera de la clase, pero no pasa desapercibida.