Rock Hard 1977. Un juego de tablero para los amantes de la música

Los 70 fue la época dorada del rock, las grandes bandas de la historia del rock (The Rolling Stones, Led Zeppelin o Pink Floyd) estaban en su mejor momento, tres grandes movimientos nacen en estos años, el punk, el Heavy Metal y el Glam. Es una época donde se empiezan a ver conciertos multitudinarios y las estrellas trascienden al mundo musical.

En este ambiente, la bajista The Runaways, Jackie Fox, sitúa su juego de tablero que recrea de manera bastante realista y divertida las situaciones a las que se enfrentaban los músicos en el duro camino hacia la fama. Los textos de las cartas están escritos con humor y hay cierta autocrítica a los excesos de las grandes estrellas. De hecho, hay una serie de caramelos de azúcar que facilitan hacer más acciones, pero crean adicción y provocan mono, una clara metáfora de las drogas que eran habituales en esa época.

Rock Hard 1977 mezcla elementos de estrategia y administración de recursos, el jugador lidera una nueva banda de rock y debe equilibrar su tiempo, dinero y energía para llevarla a lo más alto.

En cada turno deberá tomar decisiones que afectan a la grabación de discos, las promociones, los conciertos o si sustituir a un determinado miembro o no. Todo esto se salpica con eventos aleatorios que confieren al juego cierto nivel de imprevisibilidad. A ello también contribuye las diferentes características de los personajes disponibles, las modificaciones que ejercen los diferentes managers y la presencia de un trabajo alternativo, una actividad a la que habrá que dedicar tiempo hasta que no se alcance el estrellato.

Dentro de cada turno hay tres fases: día (ensayos y promociones), noche (conciertos y bolos) y madrugada (garitos para contactos).

No hay una fórmula clara para ganar las partidas, a veces ser demasiado ambicioso deja a la banda extenuada, otras ser precavido hace que se queden atrás en la carrera.

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La estética

Es un juego que entra por la vista, su diseñador (Jennifer Giner,) ha puesto especial cuidado en recrear la iconografía del mundillo. Cada jugador dispone de un tablero personal con forma de amplificador, en él se indica el talento, la reputación, las canciones compuestas, los royalties y los antojos (dependencia de los caramelos).

Hay otro tablero central con distintos motivos musicales (estudio de grabación, garitos, estadios…) donde se sitúan las cartas. El dinero es similar al real y las fichas son discos, cintas de casete y figuras de vinilo con los artistas.

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Dificultad y jugadores

Está pensado para grupos de entre 2 y 5 jugadores y es una dificultad media. La duración de la partida está en torno a la hora y media.

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Ficha

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