Impresiones de NBA 2K26, ¿tiene la saga un nuevo número 1 del draft?

Inmersos en nuestra Summer League particular, el Community Day de NBA 2K26 en San Francisco, estos días han estado cargados de novedades sobre la esperanzadora próxima entrega de la saga. Hemos descubierto los 100 mejores jugadores del título y los 10 mejores por posición, hemos desgranado todos y cada uno de los “revolucionarios” cambios que se nos vienen encima y hasta hemos podido entrevistar a Mike Wang, su gameplay director, el Phil Handy de la franquicia, para escuchar las explicaciones que tanto necesitábamos. Pero tal y como reza el eslogan de NBA 2K26, ball over everything, al final todo se reduce a cómo lo hemos encontrado a los mandos. Por eso, aquí van unas rápidas y sinceras primeras impresiones sobre lo que podéis esperar este año.

Empecemos por la defensa. No porque gane campeonatos, como se suele decir, sino porque en estos Community Days te enfrentas a los mejores creadores de contenido de NBA 2K del mundo y aprendes a proteger tu aro a base de sufrir una pana tras otra. Son tres las cosas que nos han llamado la atención. La primera es un nuevo medidor verde para coger rebotes que se parece al que hay para los tiros, mates y bandejas. De esas cosas que no sabes que existen y, cuando lo haces, no puedes vivir sin ellas. Te da un feedback francamente útil para saber si estás saltando cuando debes a atrapar el balón.

La segunda es la existencia de una especie de contraataque para evitar los robos. En anteriores entregas, ya podías mantener pulsado un botón para sacar el culito y esconder el balón, pero ralentizando la jugada y permitiendo al defensor echársete encima. Si no lo hacía, se arriesgaba a que su rival acertara el bote y le robara el balón. Este nuevo quick protect permite al atacante pulsar aquel mismo botón, pero única y exclusivamente cuando vaya a perderla, reaccionando entonces con una finta que lo evite. Como si no hubiera ya bastantes modos de humillarnos y dejarnos como un Patrick Beverley de la vida.

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La tercera y más importante sería el tema de los hombres grandes. Nos lo han dicho por activa y por pasiva, pero pensábamos que era de boquilla. Nada más lejos de la realidad. Durante estos días, la gente ha creado auténticos semidioses que mandarían a Wembanyama en la G League. Ya no es solo la nueva altura de los jugadores que podemos hacer (7’4″, o dicho en cristiano, 2.3 metros), sino que ahora encima esos monstruos contarán en su repertorio con movimientos legendarios (como el dream shake de Hakeem o el skyhook de Kareem). Además, las físicas les han hecho ganar en contundencia y, como nos decía Mike Wang, “vamos a sentir su presencia en la pintura como antes no se podía”. Causaron furor a lo largo del evento y seguramente lo hagan también en los modos online.

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En ataque, más que el cacareado nuevo sistema de movimiento ProPLAY, lo que se siente es que todo va mucho más rápido, dribblings incluidos. Wang habla de que la velocidad ha aumentado un 10%, pero a veces pareciera incluso más. Sobre todo cuando al ritmo del partido se le suman movimientos como el nuevo catch and shoot. Manteniendo el gatillos izquierdo y pulsando el botón de disparo antes incluso de recibir el balón, nos convertiremos en los herederos de Klay Thompson y Ray Allen.

Sobre el regreso del green o miss universal al sistema de tiro, aún no queremos pronunciarnos. Es extraño. Nosotros sí hemos visto canastas con tiros en blanco. Y el tempo nos sigue pareciendo igual de importante (o más) que el timing. Es verdad que teníamos muchos modos capados, así que habrá que esperar para ver cómo cambia la ventana de acierto en cada uno y cómo varía la experiencia.

Lo que sí creemos que es un acierto (y uno que ha tardado en llegar) es la eliminación de esa ley no escrita que obligaba a nuestro jugador a fallar en cuando “para que fuera más realista y se cumpliera la estadística”. Qué delicia ver las partidas de compañeros que se han hecho 90 puntos con el Durant y Curry de turno sin sentir que había un Dios griego soplando en su contra e impidiéndoles llegar a Ítaca.

Ah, y ni que decir tiene que haber transformado los alley-oops en quick time events nos ha parecido un puntazo, así como los retoques en los pases picados (ahora podemos pulsar dos veces su botón para que sirvan de algo de una vez, o dicho de otro modo, para que no sean una pérdida de balón garantizada). Pero sin duda, nuestro movimiento preferido son los euro steps a cámara lenta. Rompen tanto con el nuevo ritmo de juego que más de un rival se ha encrispado al vernos recurrir a ellos una y otra vez. Con Lukita, cómo no.

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A nivel de gráficos se ha hecho mucho hincapié en lo que ocurre en la grada, los intermedios y los túneles de salida del vestuario. Que si ahora se ha representado el ritual de cada equipo, que si se ha doblado el número de modelos de espectador, que si habrá más de 60 camisetas de jugadores históricos que pueden llevar.... Todo muy bonito, pero seamos sinceros, cuando eso sale, nosotros tratamos de pulsar el botón de saltárnoslo. No dejan de ser tiempos de carga y lo que queremos es jugar.

¿Quiere decir que no hemos notado un paso adelante? No, siendo sinceros lo hemos visto, pero no ha sido ni en la atmósera ni en las animaciones del sistema ProPLAY. Ha sido en la iluminación. Lo que hace una buena corrección de color y acertar con la intensidad de la luz. Hay muchos jugadores retocados que se parecen más y la inmensa mayoría se ven mejor, pero queda la sensación de que ha sido más por un cambio en la dirección de fotografía que por herramientas o tecnología.

Los NBA 2K son juegos tan profundos y con un legado tan grande que es imposible explorar todo lo que ofrecen en un día. Por eso hemos preferido centrarnos simplemente en las pequeñas cosas. Lo que nos ha llamado la atención, lo que no esperábamos, lo que nos ha gustado. Los detallitos que, como habréis visto, no tienen porque tener nada en común con las novedades jugables anunciadas por la compañía, sino con matices o ajustes más propios del usuario de a pie.

Así pues, los esfuerzos puestos en la atmósfera a nosotros no nos han importado demasiado, y ponemos un tanto en duda lo “revolucionario” de los nuevos tiros o el sistema de movimiento ProPLAY. Pero al mismo tiempo, hemos encontrado bastantes brotes verdes que invitan al optimismo. La mayoría en elementos más prácticos con los que conviviremos constatemente (como los rebotes, alley-oops o catch and shoot). Permitidnos también una última mención a las nuevas ayudas para el editor que comentábamos aquí, maravillosas para recién llegados.

Pero sean unas cosas u otras las que nos hayan dejado ese buen sabor de boca, lo que importa es que esta vez tenemos mucho por analizar. Muchos cambios y novedades que denotan las ganas del estudio de cambiar la percepción general que se ha granjeado la serie estos últimos años. Con NBA 2K26 (a la venta el 5 de septiembre) quieren hacer las cosas bien y han realizado toda clase de esfuerzos para ello en las direcciones más solicitadas por la comunidad. Estamos deseando estudiarlos todos a fondo en su review, la cual afrontamos con ilusión y optimismo después de estos días en San Francisco.

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