‘Noir. Relatos de género negro’. Buen homenaje a una categoría en alza

El cómic y el género negro siempre han formado una buena pareja, Abulí, Sampayo, Eisner, Raymond, Miller y más recinetmente Azzarello, Canales y Brubaker son buena prueba de ello. Relatos sombríos basados en los bajos fondos y en el mundo del crimen donde se mezclan delincuentes, asesinos, fulanas, borrachos, perdedores y detectives.

cARTEM, editorial que se ha especializado en recuperar joyas del cómic, aporta su grano de arena a esta nueva época dorada del género con ‘Noir. Relatos de género negro’. Una recopilación de historias cortas sacadas de Dark Horse y que tocan varios de los temas clásicos con la dificultad añadida de una extensión limitada y realizados por algunos de los mejores autores: Jeff Lamire, Brian Azzarello…

El resultado general es bueno, aunque hay historias de desigual nivel. Abre el tomo uno de los grandes,Jeff Lemire, con un relato (El viejo silo) con ecos a Truman Capote en el que se unen la América rural, un atracador de bancos y un drama familiar. Bien armada, aunque previsible, destaca por su magnífica construcción visual.

‘Míster X: un yate en la estigia’, mezcla ciencia ficción con un misterioso crimen en el pasado y un final abierto a la interpretación del lector. Visualmente se aleja del resto por el uso del ordenador al aplicar las sobras y grises.

‘El último trabajo’ de Chris Offutt vuelve a ceñirse al género. Un asesino profesional es consciente de que le han tendido una trampa. El enfrentamiento con su ejecutor es en realidad una mirada a sí mismo con unos cuantos años menos. Un paso del tiempo del que es imposible escapar y que lo hace vulnerable. Junto con el último cuento, es el más interesante visualmente, Kano y Gaudiano ofrecen en pocas páginas una demostración de cómo estructurar la página, cómo combinar diferentes planos para que el lector centre su atención en determinados detalles y cómo usar la sombras y los grises para crear una atmósfera ‘sucia’ y amenazante.

‘Fractura’ es un paréntesis en el álbum. Historia que presenta a una joven que fantasea con cometer un crimen para escapar de su triste realidad. El dibujo es el encargado de contar la historia con lo que el lector se convierte en cómplice de Alex de Campi al tener que rellenar los huecos que deja el autor.

‘El albanés’ es un buen relato en el que ´Perker, junta con maestría muchos hilos: asesinatos en una oficina, la complicidad entre extranjeros, un pasado oscuro y la necesidad de una segunda oportunidad. A destacar su humor negro.

‘Kane, el ladrón de la baraja’ se lleva las páginas más flojas tanto gráficamente como literariamente, la trama no termina de funcionar y el dibujo no ayuda tampoco a ello. Confusa y pobre.

En ‘Tengo sangre en las manos’ Rick Geary consigue que un hecho cotidiano, la pérdida del trabajo, desencadene una serie de sucesos con un final sorprendente.

‘La nueva yo’ de Gary Philips mezcla ciencia ficción, humor negro y crimen en una historia con un desenlace poco esperado.

Cierra el recopilatorio Azzarello con la mejor historia con diferencia, ‘La mala noche’. Una vuelta de tuerca inesperada a un discurso que ya hemos visto muchas veces recreado por los mayores talentos del cómic, pero que aquí cobra una nueva y sorprendente dimensión. 8 páginas increíbles que por sí mismas justifican la compra.

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