Reportaje
Los mejores juegos indie de 2024 en PS5, PS4, Xbox, Nintendo Switch y PC
Un año más, los indies no han dejado de darnos alegrías. Aquí listamos los más destacados del 2024.
En una industria cada vez más repleta de grandes videojuegos, los indies siguen dándonos una alegría tras otra. Ya no sorprende a nadie ver a un indie tapado compitiéndole premios a un triple A. Por suerte, a los Undertale, Celeste, Hollow Knight y otras tantas obras maestras de lo indie se les siguen sumando títulos de igual carisma. Aquí te recopilamos los 10 mejores juegos indie que nos ha regalado el 2024.
Balatro
Balatro conquistó al mundo por sorpresa. Ni la quiniela más optimista anticipó su éxito masivo fruto de aderezar el póker con mecánicas roguelike. Tan simple como adictivo, la obra de LocalThunk te empuja a conseguir puntuaciones kilométricas hilvanando un sinfín de cartas, efectos y multiplicadores. A veces incluso te pide que hagas trampas. Y las harás, vaya que si las harás, con tal de mantener los números al alza. Si tu estrategia funciona y la fortuna te sonríe, su hipnotizante interfaz hará el resto y te mantendrá pegado a la pantalla. Especialmente en móviles, donde este indie pondrá en jaque tu productividad. En definitiva, Balatro es el único jóker bueno de 2024.
Thank Goodness You’re Here
La mejor comedia del año es un indie. Hablamos de Thank Goodnes You’re Here, un auténtico deleite tanto para tus ojos como para tu risa. A caballo entre plataformas y aventura gráfica, en él encarnas a un minúsculo comercial. Tienes una cita con el alcalde de la ficticia Barnsworth, pero antes decides darte un garbeo por el pueblo para conocer a sus habitantes. A partir de ahí, el despiporre. Guerras de fruta, pasteles de carne sin carne y un topo haciendo de las suyas son algunas de las descacharrantes situaciones con las que te toparás por el camino. Y aunque la localización es cumplidora, te invitamos a probarlo en inglés para exprimir al máximo ese sabor a slapstick británico.
Animal Well
Con el término metroidbrainia cada vez más en voga, Animal Well bien podría considerarse su máximo exponente. El indie debut de Billy Baso es un metroidvania con el foco puesto en la exploración y los puzles, en escudriñar cada rincón con pies de plomo y en desentrañar incontables secretos. Porque los hay. A montones. Y por cada enigma, una solución inesperada que te hace sentir brillante. Desde objetos a los que les descubres un uso impensado hasta habitaciones que sólo cobran sentido tras varias visitas. Todo envuelto en una atmósfera tensada por la aparición de las criaturas que moran el pozo, pero increíblemente embelesadora gracias a su estética retro lofi. Un placer para la vista y para la curiosidad, entretenido de principio a fin y del que no te conformarás con ver los créditos.
UFO 50
Cómo olvidar las tardes de verano jugando a Seaside Drive con tu mejor amigo. O los patios intercambiando trucos y teorías sobre Grimstone en el patio del colegio. Y qué decir de los vicios a Cyber Owls después de alquilarlo cada fin de semana en el videoclub del barrio. Ninguno de estos juegos existía cuando aún se merendaba frente a una tele de tubo, pero no lo necesitan. El catálogo de UFO 50 será ficticio, pero la calidad de sus 50 juegos -ni minijuegos ni microjuegos: Grimstone dura 60 horas- es muy real. Contiene títulos de plataformas, de disparos, de deportes y hasta de rol, todos apelando a una nostalgia inventada con mucho acierto. El mérito de esta obra colectiva encabezada por genios indie como Derek Yu (Spelunky) y Ojiro Fumoto (Donwell) es conseguir que todos los juegos de UFO 50 se sientan como recién lanzados en los 80. Un ejercicio colosal que ha llevado siete años de desarrollo y que demuestra que lo retro, aquella forma de hacer y entender el videojuego, aún tiene mucho que decir.
Crow Country
De la nostalgia por los píxeles pasamos a una oda a los polígonos. Crow Country no es un survival horror de la primera PlayStation, pero lo parece. Ambientado en el siniestro parque abandonado que da bautiza al juego, el indie de SFB Games hereda la tensión palpable de los primeros Resident Evil y la atmósfera sobrecogedora de los Silent Hill. Sus puzles se resuelven con un nudo en la garganta, siempre con la persiana bajada y mirando la puerta de reojo, no sea que se abra en cualquier comento y aparezca una abominación cuando tú vas escaso de balas. Nada nuevo para los fans del género, pero es que tampoco le hace falta. Crow Country sabe qué teclas pulsar y lo hace con precisión de cirujano, todo un gozo si buscas terror clásico. Y si tú ya tienes suficiente con el miedo que dan los alquileres, te alegrará saber que Crow Country cuenta con un modo exploración libre de enemigos.
Lorelei and the Laser Eyes
¿Más puzles? Más puzles. Pero cómo culparnos si son los de Lorelei and the Laser Eyes, el mejor del año en lo suyo. Con aires de novela de misterio, los creadores del magnífico Sayonara Wild Hearts nos hospedan en un extraño hotel infestado de acertijos. Cada habitación contiene un puzle intrincado que nos obligará a resolver problemas matemáticos, a analizar las fases lunares, a descifrar lenguas muertas… Y a comernos la cabeza, en definitiva. Porque Lorelei and the Laser Eyes es un juego difícil, de los que te obligan a tomar apuntes, pausar la partida y dar una vuelta para volver con la mente despejada. Pero merece la pena con tal de descubrir la siguiente sorpresa y avanzar en una historia de lo más absorbente.
Neva
Los barceloneses Nomada Studio, creadores del bellísimo Gris, lo han vuelto a hacer. Neva triunfó en la gala de los Game Awards en parte por un apartado artístico igual de hermoso que el de su predecesor, pero también por su forma de unir acción y contemplación. Aquí controlamos a Alba, una diestra espadachina que se hace cargo de una lobezna llamada Neva a lo largo de un viaje de amor y pérdida. Juntas se abrirán paso contra todo tipo de hostilidades, con Neva aprendiendo habilidades y madurando conforme pasan las estaciones. Como en Gris, el apartado audiovisual viene acompañado de una trama emotiva, de esas que cobran peaje en lágrimas. Y de nuevo como en Gris, Neva es una de esas experiencias a las que las palabras no les hacen justicia.
Nine Sols
Con Nine Sols, Red Candle Games ha tomado la estética de Hollow Knight y la ha ensartado con el parry de Sekiro para ofrecernos un metroidvania tan bello como desafiante. Aquí se nos exigen reflejos felinos para memorizar patrones, desviar ataques y contraatacar en el momento preciso. Entonces podremos endosarle un talismán al enemigo para que explote y le quite vida, siempre con el riesgo de medir mal los tiempos y quedar a merced del rival. Una incesante prueba de habilidad… Y de paciencia. Sobre todo contra los jefes finales. Porque Nine Sols es uno de esos juegos con una curva de aprendizaje empinada, de los que te obligan a repetir un boss las veces que haga falta hasta derrotarlo. Pero cuando lo haces, cuando por fin has resuelto el rompecabezas con el filo de tu espada, no hay nada más gratificante. Bueno, quizá quedarse embobado disfrutando de su apartado artístico dibujado a mano. Pura artesanía.
Another Crab’s Treasure
De Sols a Souls y tiro porque me toca. Another Crab’s Treasure también hace suyas las enseñanzas de FromSoftware, pero lo hace con una originalidad nunca antes vista en los soulslike. De colores alegres y guion jocoso, este indie tiene un tono muy distinto a lo que solemos ver en su género. El cangrejo Kril protagoniza una aventura en la que desafiará a un gobierno corrupto con tal de recuperar su preciada concha. Por el camino se encontrará otras que podrá equiparse para variar sus habilidades y aumentar su defensa, ir más rápido e incluso revivir. O si la cosa se pone fea de verdad, ponerse un revólver en el lomo para cargarse a cualquiera de un solo golpe. Aggro Crab ha desarrollado un juego muy divertido y que demuestra que los soulslike no tienen que ser grises, sino que es un género con mucho margen para sorprendernos todavía.
Thronefall
Thronefall es el RTS del año… si no te gustan los RTS. Si por algo brilla el indie de Grizzly Games es por desmigar un género tan complejo como el de la estrategia en tiempo real y reducirlo a lo esencial para que nadie se quede fuera. Por algo se autodenomina como RTS minimalista, con su economía sencilla, decisiones limitadas y jugabilidad directa. Aun así, Thronefall es un juego de infinita riqueza. Cambiar la arma del rey al que controlamos deparará una experiencia muy distinta, al igual que elegir entre el amplísimo abanico de maldiciones, perks y, en definitiva, mil variables con las que conseguir que cada partida sea distinta a la anterior. De partidas cortas y ágiles, su aproximación buenrollera a un género tradicionalmente obtuso merece todo nuestro reconocimiento.
Un año lleno de indiespensables
Tiny Glade, Antonblast, Tactical Breach Wizards, 1000xresist… Sobran los indies para ampliar esta lista hasta la extenuación. Lo cierto es que el año que termina nos ha deleitado con un sinfín de joyindies para el recuerdo. Y lo que queda. El calendario de lanzamientos independientes de 2025 sólo hace que augurar otro año inolvidable para lo indie. Como siempre, en MeriStation seguiremos analizando todos esos indiespensables que tanta variedad y alegría aportan a la industria.