‘Las crónicas de Fellspyre’: sobresaliente y orgullosa fantasía
Kennedy Johnson y Federici guionizan y dibujan uno de los mejores cómics del género, lleno de profundidad e impacto visual.
Fantasía hay de muchos formas y para todos los públicos, pero todas se miran bajo un prisma, por desgracia, infantiloide. De esta manera, se le quita valor a uno de los mayores ejercicios de imaginación y producción creativa que se puede hacer en cualquiera de las artes. Crear un mundo completamente desde cero, el famoso worldbuilding, unos personajes con sus trayectorias, miedos e inquietudes y, en definitiva, unos conflictos que suelen ser solucionados desde la épica más absoluta no es para cualquiera. Muchos son los casos de obras de fantasía en formato, cómic, novela o audiovisual que se la han pegado; pocas son de los que han acertado. Las crónicas de Fellspyre, editada por ECC en España bajo el sello DC Black Label, es de las que lo hace bien, muy bien. De esas obras que dejan marca y sirven para defender un género injustamente denostado, el de la fantasía.
Las crónicas de Fellspyre es, perdón por el chiste, un acierto fantástico. La obra de Phillip Kennedy Johnson viaja por varios subgéneros y todo hilado de maravilla con un guion y ejercicio artístico sobresaliente. Lo que empieza como un roadtrip de fantasía heroica acaba siendo un grimdark donde los héroes tienen poco de héroes y, casi, de humanos. En ese viaje a lo Comunidad del Anillo no está exento de batalla contra los acólitos inertes de un dios primigenio.
El ya mencionado trabajo que ha hecho tanto ECC como DC en su sello Black Label para traer esta obra con todos los volúmenes de Las Crónicas de Fellspyre es, simplemente, sobresaliente. El contenido adicional de la obra, juego de rol incluido, muestra un mimo y una confianza en esta obra total. Todo ello sin hablar del excelente trabajo que se hace en lo que a imprenta y color se refiere. Un aplauso para todos ellos y un agradecimiento eterno.
Parece lo de siempre, pero con capas y capas de oscuridad y suciedad
Sin querer hacer mucho spoiler en una historia donde abundan los cambios de guion y los momentos ascendentes, en esta obra se nos cuentan dos historias en líneas temporales distintas pero ligadas con mucho sentido. En ambas encontramos la no tan clásica compañía de héroes fantásticos compuestos por guerreros, bárbaros, magos y elfos luchando contra una fuerza oscura para salvar el mundo.
Hasta aquí parece lo de siempre. Incluso en lo que a las dos líneas temporales se refiere. Ya que no es la primera vez que se utiliza esta herramienta narrativa. Sin ir más lejos, Jason Aaron ya lo intentó de manera más o menos acertada en su Thor: carnicero de dioses. Volviendo a Las Crónicas de Fellspyre, en la presentación inicial de los personajes se acaba la purpurina. Desde ahí, todo son capas de maldad y oscuridad en unos personajes poliédricos donde siempre tienen una cara, dos o tres muy violenta.
El desarrollo de la trama y su capacidad de utilizar los momentos de tensión es muy buena lo que hace que el lector siempre quiera más, que pase página tras páginas. Sin embargo, lo que hace de esta obra un verdadero sobresaliente en este apartado es que el worldbuilding que construye siempre da para más. Hemos rascado sólo la superficie de un maravilloso y oscuro mundo.
Kennedy Johnson hace lo que quiere en este cómic, y le sale de maravilla. El guionista no había acertado el tiro más por cobardía que por falta de talento en sus obras anteriores de Superman, Hulk o Green Lantern. Sin embargo, en Las Crónicas de Fellspyre se suelta una melena que no tiene para dar vida a una historia llena de intriga, profundidad y, en definitiva, violencia de la buena.
Un arte de nota
Como todo cómic sobresaliente, el dibujo y el color ha terminado de decantar la balanza a favor. El romano Riccardo Federici acompaña con su lápiz y su creatividad una obra que necesitaba justo lo que él ha imaginado y producido. Unos héroes clásicos en forma, proporción y habilidades; un villano y unos acólitos con apariencia de invencibles y, todo ello, bajo un manto de violencia y acción exquisito. Si bueno es el dibujo, el apartado de color encabezado por Sunny Gho, Allen Passalaqua y Arif Priant.
En definitiva, Las crónicas de Fellspyre es una defensa sobresaliente al universo de la fantasía y a los historias de magia, espada y dragones. Un cómic obligatorio para los amantes y no-amantes del género.