Impresiones de Vampire: The Masquerade Bloodlines 2. Lo hemos probado y nos ha dejado muy buenas sensaciones
Una aventura detectivesca neo-noir con vampiros.


Phyre se tumbó en su ataúd y descansó durante un siglo. Al despertar, una extraña voz resuena en su cabeza, una conciencia misteriosa que le habla al oído. Pronto se percata de que una marca se dibuja en su mano, un grabado que no estaba cuando se rindió al letargo. ¿Quién ha osado marcar su piel? Esa es unas de las preguntas que habrá que resolver en el esperado Vampire: The Masquerade Bloodlines 2, que MeriStation ya ha podido jugar.
La demo comprende las primeras misiones del juego y pone al jugador en la piel de este vampiro ancestral, que puede ser hombre o mujer. Se pueden personalizar algunos aspectos físicos como el color de los ojos, el peinado, la vestimenta, los piercigs, etc. También es posible elegir el clan vampírico al que pertenece el protagonista. Cada uno de ellos ofrece habilidades distintas, por lo que el jugador ha de elegir el que mejor se adapte a sus necesidades. Son los siguientes:
- Clan Banu Hagim: centrado en el combate rápido, sigiloso y a corta distancia.
- Clan Tremere: centrado en el combate táctico sigiloso a distancia.
- Clan Brujah: centrado en el combate rápido cuerpo a cuerpo
- Clan Venture: centrado en el combate estratégico a distancia y en la lucha contra grupos de enemigos.

En 100 años han cambiado muchas cosas
Nada más abrir los ojos, un guardia se ofrece a ayudarle, pero el vampiro se lanza rápidamente a su cuello. La mecánica de alimentarse forma parte de la jugabilidad y ayuda a restaurar la salud del protagonista.
El primer objetivo es escapar de la policía y salir al exterior. En este punto, empezamos a experimentar con el sistema de combate. Tanto la exploración como las luchas se desarrollan en primera persona. El Nómada, el alias por el que algunos conocen a Phyre, realiza ataques fuertes y débiles, patadas (combinación de ambos), dash y sprints vampíricos. Todo ello se combina con distintos elixires y la habilidad de la telekinesis, que puede lanzar a un enemigo contra el techo.

Por si eso no fuera poco, a medida que se desbloquean nuevos poderes en el árbol de habilidades podemos asignar distintas combinaciones de ataques, como por ejemplo uno que hace explorar al enemigo (y la onda expansiva daña a los que estén alrededor). Cuando uno de ellos está lo suficientemente débil se añaden opciones adicionales, de modo que podemos alimentarnos de ellos para regenerar salud.
No todo se resuelve con el combate cuerpo a cuerpo. Vampire: The Masquerade Bloodlines 2 introduce algunas de las mecánicas típicas de sigilo. Es decir, Phyre puede agacharse y pillar por sorpresa a un enemigo de espaldas. Se abren dos opciones: o atacarlo o clavarle los colmillos para drenar su sangre.

Un detective en la ciudad de los vampiros
La exploración de los escenarios también es bastante convencional, en el sentido de que utiliza mecánicas muy habituales en otros juegos. Un sistema similar a la Visión de Águila de Assassin’s Creed —y de otros tantos títulos— que resalta los elementos del entorno y los enemigos con colores. Por otro lado, los documentos, objetos y pistas desperdigados por el escenario se resaltan a través de un círculo que va aumentando a medida que te acercas a él. Caliente, caliente, frío, frío.
Bloodlines 2 tiene un toque detectivesco que por supuesto nos invita a seguir rastros, también mediante colores. A este respecto, lo más interesante es la construcción de los personajes y de su mundo, las conversaciones que se desarrollan mientras investigamos. Hay que elegir cuidadosamente las palabras, atendiendo al carácter de cada uno de los personajes. Las decisiones moldean las relaciones y afectan a las siguientes interacciones, al igual que la elección del propio clan.

El título desarrollado por The Chinese Room retrata una Seattle moderna al calor de la noche. Durante el siglo de letargo de El Nómada, el poder de los vampiros se ha visto amenazado y las aguas bajan muy revueltas. A la espectacular ambientación neo-noir hay que añadir unas habilidades vampíricas que permiten interactuar con el escenario de manera particular. El vampiro puede planear desde lo alto de un edificio, trepar por lugares escarpados y caer desde distancias elevadas sin sufrir daño. Eso sí, cuidado porque si un ciudadano te pilla haciendo cosas raras puede ser contraproducente.
A nivel gráfico, el juego luce bastante bien. Utiliza el motor gráfico Unreal Engine 5 y nos ha funcionado bien a nivel de rendimiento, aunque conserva algunos de los problemas de este motor. Por ejemplo, las transiciones de vídeo a jugabilidad se dejan unos cuantos frames.

Vampire: The Masquerade Bloodlines 2 sale a la venta el próximo 21 de octubre en PS5, Xbox Series X, Xbox Series S y PC.
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Vampire: The Masquerade - Bloodlines 2
- Acción
- RPG
- PC
- PS5
- XBS
Vampire: The Masquerade - Bloodlines 2, desarrollado por The Chinese Room y editado por Paradox Interactive para PC, PlayStation 5 y Xbox Series, es la secuela del célebre saga RPG de acción Vampire: The Masquerade. Adéntrate en el Mundo de Tinieblas y escala por la sociedad vampírica. Piérdete en Seattle: una ciudad poblada por facciones y personajes carismáticos y peligrosos. En esta secuela del clásico de culto, tus decisiones, conspiraciones y estratagemas cambiarán el equilibrio de poder.
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