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DualSense Edge, análisis. ¿El mando definitivo de PS5?

Desgranamos punto por punto todo lo que ofrece el nuevo mando Pro para PS5, oficial de Sony y que busca dar un salto de calidad en su ya sorprendente DualSense.

DualSense Edge, análisis. ¿El mando definitivo de PS5?

PlayStation se ha lanzado definitivamente al mercado de los mandos premium con PS5. Un espacio que hasta ahora había dejado hacer a otras compañías con licencia oficial y en el que no la habíamos visto más allá de sacar algún adaptador para DualShock 4. Pero con la llegada de la nueva consola, de la que se espera una normalización de stock en este 2023 de una vez por todas, Sony estrenó hace algunas semanas el nuevo DualSense Edge, el mando pro o élite, como queráis llamarle, con el que quiere dar un salto de calidad definitivo. ¿Lo consigue?

DualSense Edge viene a cubrir desde la propia PlayStation todo aquello que ofrecen normalmente este tipo de mandos pensados para ofrecer una mayor cantidad de opciones y personalización para el jugador. Eso significa gatillos con bloqueo de recorrido, botones posteriores, nueva disposición de acciones totalmente libre y cambios en la sensibilidad de los sticks analógicos. El mando de PS5, además, busca también diferenciarse gracias a las capacidades originales del DualSense, presentes en este nuevo dispositivo. Así que sobre el papel, tenemos las funciones de un control pro con las bondades técnicas que conocimos con el sucesor del DualShock.

Un DualSense vitaminado

Si nos atenemos al diseño que brinda el mando, vemos que se basa punto por punto en todo aquello que ya conocíamos del control original de PS5. Tanto en formas, como en los agarres, la disposición clásica de los sticks en paralelo en la zona inferior, así como los colores y el tacto de botones, cruceta y analógicos, estamos ante un DualSense, de eso no hay duda. No falta el panel táctil, los botones de apoyo clásicos (share y options) y el logo de PlayStation para ir al menú principal.

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Lo que se añade es lo siguiente. En la parte frontal, un par de botones de función justo debajo de los sticks y que servirán para cambiar entre los perfiles que nos diseñemos para jugar. En la parte posterior del mando, los elementos más diferenciales. Por un lado, una pestaña que permite cambiar el recorrido de los gatillos de tal manera que pulsando rápidamente podamos vaciar un cargador sin hacer todo el recorrido, por poner un ejemplo en los shooters. También tenemos dos huecos para botones posteriores, algo imprescindible en este tipo de mandos.

La funda del nuevo DualSense Edge nos ofrece todas las opciones de personalización del pack. Por un lado, dos palancas al estilo mando Élite de Xbox o, en cambio,dos botones en forma de pequeñas pestañas. A ello se añaden sticks analógicos intercambiables más, todos de forma redonda tipo seta (distintos a los que están colocados de serie, tipo cóncavos), dos de ellos más largos de lo habitual. El mando completa sus opciones con un cable generoso en longitud y un adaptador de plástico que bloquea la conexión del cable con el mando para que no se separe sin querer. Por último, la funda tiene un hueco en la parte posterior que permite hacer pasar el cable y por lo tanto, dejar cargando el mando en su interior cuando no lo estamos usando.

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Puesta a punto del DualSense Edge

Una vez nos ponemos a preparar el nuevo DualSense Edge, nos damos cuenta de algunos elementos propios que tiene. El primero de ellos, la capacidad de sacar los sticks analógicos de su posición, algo que servirá tanto para limpiarlo mejor como para tener recambios o nuevas propuestas en un futuro que se puedan adaptar a esta posición. Más allá de esto, la personalización del mando es sencilla a través de la aplicación de la propia PS5.

¿Drift? se podrán comprar repuestos por 20 euros.
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¿Drift? se podrán comprar repuestos por 20 euros.

En ella podremos definir tres tipos de perfiles donde podremos asignar acciones de los botones posteriores, reasignar las acciones de los botones existentes, cambiar el recorrido de los sticks analógicos y medir sus puntos muertos, así como retocar la intensidad de las funciones del mando como la vibración háptica o la resistencia de los gatillos. Todo esto se realiza de forma ágil y luego, para cambiar entre perfiles, solo necesitaremos los botones de función (debajo de los sticks) para hacerlo rápidamente y sin problemas. Una vez hecho y escogido el tipo de botón posterior que queremos usar, toca ponerse con el mando.

Un salto de calidad evidente, salvo por la batería

Nuestras impresiones con el DualSense Edge una vez estamos jugando son muy buenas. Por un lado, tenemos las bondades del mando original de PS5 intactas, y eso signfiica que gozaremos de las resistencias en los gatillos cuando estamos disparando con armas diversas, un jugador en FIFA se cansa, etc. Por el otro, mantenemos la vibración háptica que tan buenas sensaciones deja en los juegos que saben aprovecharlas. A diferencia de otros mandos de su gama, se mantienen por lo tanto las opciones diferenciales de dicho dispositivo, y eso se agradece.

Además, tanto el tacto de elementos como la cruceta, los botones principales o los sticks analógicos es el mismo que el del DualSense, lo cual ya considerábamos muy buenos a nivel de respuesta y de precisión. Estará encima de la mesa el debate sobre la posición del stick izquierdo, pero en Sony es marca de la casa tenerlos en paralelos desde el primer DualShock y eso no cambiará.

Las palancas posteriores son suaves y de calidad, con muy buena respuesta.
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Las palancas posteriores son suaves y de calidad, con muy buena respuesta.

A ello, los añadidos realizan todo lo que esperábamos. El bloqueo del recorrido de los gatillos es ideal para disparar inmediatamente en shooters sin hacer todo el recorrido, y la asignación de botones posteriores es ágil y nos permite tener elementos extra para mejorar nuestro rendimiento. Asignar el botón de salto o de correr agiliza las cosas (y permite saltar y apuntar a la vez, en el primer caso) en los shooters. Colocar algunos atajos en otros juegos también nos permite librarnos de funciones menos ágiles de forma tradicional, como pulsar el stick izquierdo. Y en casos como Gran Turismo 7, colocar en las palancas los cambios de marcha nos permite tener una experiencia mucho más agradable y convicente si no tenéis un volante para este u otros juegos de conducción.

En este punto, nos ha sorprendido gratamente el tacto de los dos tipos de botones que tenemos disponibles. Tanto las palancas, similares a las del mando Élite, como las pestañas son opciones muy buenas y de los mejores tipos de botones posteriores que hemos probado en este tipo de mandos. Suaves, de respuesta inmediata y a los que podemos acceder con facilidad aunque no tengamos las manos muy grandes. Creemos que se ha acertado de lleno con el diseño de ambos tipos de botones posteriores, la verdad.

el tipo de pestaña extra no lo hemos visto en otros mandos pro, y también es muy recomendable.
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el tipo de pestaña extra no lo hemos visto en otros mandos pro, y también es muy recomendable.

Eso sí, hay un ‘pero’ que no podemos dejar pasar. La mayoría de mandos Pro de este tipo cuentan con cuatro botones posteriores, y en el DualSense Edge nos quedamos solo con dos. Para la mayoría de jugadores será suficiente, pero haberse limitado a tener dos botones en lugar de los cuatro que vemos en mandos como Razer, Scuf o Victrix es una decisión arriesgada, más cuando los botones de función, que podrían servir también para esto, se limitan a usarse para cambiar de perfil.

Dualsense edge
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La app es súper intuitiva y cambiar de perfil desde el mando, muy sencillo.

Este punto que relatamos y la batería son los dos contratiempos que hemos encontrado al DualSense Edge. En el caso de la duración del mando, la batería es algo más pequeña que el mando original, y al tener más funciones, dura menos de lo que nos gustaría. Hemos tenido que cargar el mando a las 6-7 horas de juego, algo que lo deja bastante por debajo de otros de su especie. Podemos entender que las funciones en formato intenso del mando, heredadas del DualSense, consumen más de la cuenta respecto a otros, pero esperábamos que la batería durase más y no menos de un mando que ya no era el más longevo de todos entre carga y carga.

A vueltas con el precio

El nuevo DualSense Edge sale a un precio de 234,99 euros, algo que hace que no sea un producto para todos los bolsillos, aunque dicho sea de paso es algo que sucede con todos los mandos de gama alta. Pero la pregunta es, ¿realmente es tan desorbitado? Si nos fijamos en los precios de algunos de los mandos pro más destacados en PS5:

MandoPrecio
Razer Wolverine V2 Pro299 euros
Scuf Reflex Pro249 euros (precio base)
DualSense Edge239 euros
Victrix Pro BFG199 euros
Nacon Esports Revolution Unlimited Pro V3139 euros

El rango de precios está en la línea de los mandos más premium de la consola (siendo el de Nacon el más barato, pero también el más sencillo), cada uno con sus particularidades y ventajas y desventajas. ¿Se podría haber ajustado más? naturalmente sí, teniendo en cuenta el precio del mando base (70-80 euros) y que en la competencia, el lanzamiento del Elite Series 2 fue a 180 euros, pero tampoco podemos esconder que es un PVP que va en la línea de los mandos premium de estos tiempos, por desgracia con precios cada vez más elevados.

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Conclusión

DualSense Edge es un mando premium completísimo y con muchas virtudes. Mantiene todo lo maravilloso del mando original (gatillos con resistencias, vibración háptica) y añade botones posteriores cómodos y de calidad, distintos sticks analógicos intercambiables y un sistema de asignación de botones y cambios de perfil muy ágil y dinámico. Las sensaciones a los mandos son inmejorables a nivel de respuesta y de posibilidades, de eso no hay duda. Pero la entrada de Sony al mundo de los mandos pro no es perfecta: la batería dura poco para lo que es un mando de este tipo (unas 6 horas) y algunos podrán echar en falta tener cuatro botones posteriores y no solo dos. El precio es también objeto de debate, tres veces el precio del DualSense original aunque está en la línea (alta y no apta para todos los bolsillos) de los mandos de gama alta para la consola. Lo que está claro es que si te gusta el mando base de PS5, esta es su versión definitiva y es el dispositivo que cubre mejor todo lo que ofrece PS5: mantiene las funciones del original y añade los extras que se piden a un controtipo pro.