Diablo 4 en Steam Deck: mejor configuración e impresiones de un juego con alma portátil

Queda claro que Diablo 4 ha sido uno de los lanzamientos más importantes de este 2023. Tras unos meses en exclusiva para el cliente de BattleNet en PC, el pasado 17 de octubre debutaba en plenas funciones en Steam. Y es que el título ha continuado la apuesta de Blizzard Entertainment en dar más opciones a sus jugadores, algo que comenzó con Overwatch 2 en formato free to play. Al entrar en la plataforma también logró la verificación completa para Steam Deck. En MeriStation hemos pasado largo y tendido con la versión para la portátil y te contamos cuál es la configuración óptima para alargar la vida de la batería.

Diablo 4 en Steam Deck, ¿cómo rinde y qué tal se desempeña?

Somos directos: Diablo 4 es un espectáculo en Steam Deck. Aunque ya se podía jugar desde su lanzamiento haciendo algunos trucos instalando BattleNet en el modo escritorio, la versión para Steam te permite que esté a tu alcance con tan solo pulsar un botón. No solo eso: también contar con todo el soporte que permite la plataforma, tanto logros como foros, contador de tiempo y en definitiva la estructura completa del juego.

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Hemos pasado 30 horas jugando en la portátil. No requiere iniciar en segundo plano otro lanzador, tan solo una cuenta de BattleNet que enlazará todos tus progresos con su estructura en línea, que se comparte en plenas funciones de juego cruzado con el resto de las versiones (PS5, PS4, Xbox Series X|S y Xbox One). Desde el primer momento el juego adapta los controles y la interfaz como si estuvieras jugando con mando. Echamos en falta que la disposición de los iconos de los botones sean los de la consola, pero las similitudes con el del mando de Xbox son tantas que al final te encuentras cómodo.

Desde el arranque el juego viene con una configuración gráfica dedicada. Con ella puedes jugar la mayor parte del tiempo a 60 imágenes por segundo, pero eso tiene una gran contrapartida: bebe la batería. No está mal si juegas colocada en un dock o enchufado a la corriente, aunque dada la portabilidad de la consola lo lógico es que busquemos potenciar su durabilidad estando en cualquier parte.

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Diablo 4 tira sobre todo de GPU. Si miras las métricas verás que constantemente bordea la barrera del 90% de uso, e incluso más si estás en momentos de estrés (como los enfrentamientos contra los jefes de mundo). El procesador va más relajado, en torno al 60%, lo que nos indica que ajustando los procesos más cargantes a la gráfica podemos reducir su uso. En nuestro caso comenzamos cortando por los sano, es decir, por la tasa de refresco. La reducimos a 40hz para hacer que el juego fuese clavado a 40 fps; pese a que hay un limitador integrado, preferimos hacer que la consola trabaje algo menos y así hacer que la imagen sea un poco más suave al jugar con este framerate.

Es normal que se caliente la parte trasera. De hecho, se calienta bastante, lo que activa el ventilador en varias ocasiones a máxima potencia. El ruido no es molesto si juegas con el sonido por encima de la mitad de la barra de audio, pero es notable cuando estás en silencio. Depende de la circunstancia en la que te encuentres puede molestar más o menos. Eso sí, vas a estar tan inmerso en Santuario que realmente lo que ocurra a tu alrededor es hasta secundario.

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Los ajustes gráficos que seleccionamos son una mezcla entre medio y bajo a resolución nativa (800p a 16:10). Diablo 4 despliega la imagen de borde a borde de la pantalla. Gracias a las opciones de accesibilidad podemos aumentar el tamaño de la interfaz y la fuente de la letra. Se lee genial. No hay problema para comparar entre piezas de equipo, o detenerte a leer en detalle qué rasgos incorpora cada una de ellas. Y menos problema hay al detectar enemigos o recoger objetos de loot. El caos que ocurre en algunos momentos con la cantidad de enemigos que aparecen está al mismo nivel del resto de las versiones.

Lo que sí hemos notado son algunos problemas puntuales. Es algo compartido las ralentizaciones al abrir algunas pestañas del menú principal, como las de Temporada o Social. En Steam Deck los parones son bastante más pronunciados al abrir las ventanas. Algunas veces hemos estado unos 10 segundos frente a la pantalla esperando a que la transición ocurra. Y no creemos que sea un problema de carga. Cuando viajas rápido no echas en falta una mayor velocidad, incluso teniéndolo instalado en una tarjeta SD. También nos ha ocurrido que algunas veces las ventanas para comparar el equipamiento parpadean; cambias a otra pieza y el problema desaparece. Es muy extraño. Afortunadamente estos momentos son los de menos.

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Técnicamente el juego sufre bastante al entrar en las ciudades más condensadas. Kyovashad, por ejemplo, es un carrusel de frames que está lejos de molestar, pero ahí están. En el resto, como las mazmorras, lugares de transición del mundo abierto y demás, aparecen sin problema alguno. Va tan bien que a veces cuesta creer que un triple A de este calado corra de manera tan digna en una plataforma así. Hace que abordar este ARPG cobre una nueva dimensión. Cuando estamos lejos del ordenador principal y es la hora de aparecer un jefe de mundo, enciendes tu Steam Deck y en cuestión de 30 segundos ya estás galopando a lomos de tu montura. Es fantástico... y peligroso al mismo tiempo. Antes de dormir es demasiado tentador jugar una mazmorra de pesadilla ahí. Cuando te das cuenta no ha caído una mazmorra, sino cinco.

Sobre la duración de la batería, no se pueden pedir muchos milagros. Como hemos reiterado a lo largo del texto, Diablo 4 tiene un calado de producción grande, con un aspecto gráfico que demanda mucho trabajo a la tarjeta gráfica, y eso se traduce en un mayor consumo para un dispositivo autónomo. Con la configuración inicial hemos logrado tener una duración de alrededor de la hora, algo más si no entramos en estancias demandantes de enemigos. Tampoco es posible desactivar el wifi, ya que el juego requiere conexión permanente para poder ejecutarse y jugar. En definitiva, buscamos de nuevo hacer bailar los requisitos para ganar minutos al crono.

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Lo primero que hicimos fue activar la tecnología FSR 2 en modo calidad. Entre los niveles existentes es la que mejor calidad de imagen ofrece; la ganancia en frames se nota. A partir de ahí reducimos en texturas (medio), calidad de las sombras (bajo), desactivamos los ajustes que impulsan las sombras (dinámicas y suaves) y aplicamos la oclusión ambiental SSAO en bajo. Partículas en medio y prescindimos al completo de cualquier ajuste que mejore la calidad de los reflejos. A continuación, te dejamos en detalle con los ajustes pormenorizados. Con ellos hemos logrado que la batería ronde las dos horas de duración, incluso un poco más dependiendo de en qué zonas nos metamos. Cuando te metes en un Jefe de Mundo o Evento Legión comunitario, baja rápido.

Ajuste recomendado para jugar en portátil a Diablo 4 en Steam Deck

Pantalla

Rendimiento

Calidad de la imagen

Conclusiones

Diablo 4 en Steam Deck es fantástico. Es una forma realmente buena de trasladar tu experiencia donde quieras y cuando quieras, un complemento para después continuar con tu partida en una plataforma de sobremesa. Tanto el juego como el progreso cruzado están habilitados en todas las versiones, así que tienes para elegir. En el caso de que Steam Deck sea tu única plataforma, tampoco dudes en dar el salto. Vas a tener una experiencia peor en lo gráfico que en el resto, pero todas las funciones se ejecutan sin problema alguno. Es una oportunidad excelente para subirte al carro de un título excelente y de futuro.